Podría seguir con las banderas de la semana pasada y algo de ese
capítulo va a caer, pero afortunadamente hay más que contar. Viajando
por la A67 hacia el centro peninsular salta la emisora que tengo
conectada y da información local de Palencia. Falta poco para la feria
de San Antolín y el pincho de moda va a ser uno denominado #Gibraltarespañol
¡Cielos, no! Un espárrago -amarillento- sobre un pimiento morrón o del
piquillo. El hostelero responsable parece que sabe más del tratado de
Utrecht que los mismísimos firmantes.
Otra feria, la de San Julián en Cuenca, se enfrenta este año a tormentas tremendas. En un supermercado, muy cerca de la linde Guadalajara-Cuenca, se habla del asunto y de todas las carteras que han robado en las inmediaciones de la plaza de toros. Parece que ayer, lunes 26, durante la granizada han desaparecido más de cincuenta. Entre ellas la del marido de la carnicera del propio súper.
A la salida un personaje de cómic renovado por donde menos se podía esperar. Una copia muy buena de #Martínezelfacha, con bermuda y camisa azul, con bandera rojigualda en cuello y mangas y, nadie lo podría imaginar nunca, una cadena, probablemente de oro, en el tobillo izquierdo. Definitivamente esto no es lo que era.
Y poco después de que empiecen los colegios y con fiesta local en Torrelavega y algunos otros municipios de la región, el 16 de septiembre vuelve un programa de radio con el que por razones obvias mantengo compromisos diversos. El lunes 22 de abril el programa no se pudo emitir. Alguien había cambiado la cerradura de la emisora desde donde se emitía.
Voy a poner el enlace al comunicado de los dos periodistas que se embarcan de nuevo en la aventura. Ellos lo irán contando mejor, fuera de duda. Pero hay un elemento con el que estoy totalmente de acuerdo y que avanzo. Una de las caras del poliedro de esta crisis actual que está desarbolando la sociedad española se relaciona con la manera en que los medios convencionales han contado mayoritariamente la misma.
http://es.scribd.com/doc/163419178/082713-Vuelve-Buenos-Dias-Cantabria
Muy probablemente la salida de esa crisis deberá ir acompañada de un relato diferente. En eso estaba Buenos Días Cantabria y un medio convencional, un editor convencional tirando a rancio, se cargó el programa como pudo. Ganó una batalla, no entiendo muy bien para quien. El 16 de septiembre la guerra continuará.
A un político de cabecera del editor rancio le conviene saber, hay que decírselo muy claro ya que él no es muy espabilado, que lo que hayan ganado con el cierre en abril de #BDC lo tendrán que evaluar despacio. A la luz de lo que aparecerá como muy claramente perdido a partir del 16 de septiembre.
Para empezar un puñado de votos. O más. Y si hay ilegalidades en alguna de las tareas del gobierno regional anterior, no se van a seguir tapando por haber intentado amordazar a los periodistas que las contaban. Se que el 22 de abril escribí sobre aquella agresión con la cabeza caliente. No es el caso ahora.
http://robertoruisanchez.blogspot.com.es/2013/04/franquismo-sociologico.html
También se que aquella entrada en mi blog ha tenido más lectores que ninguna otra en los casi tres años del mismo. Es la ventaja de no deber nada a nadie. Cuento las cosas como me parece que son, con el margen de error que toque. Pero no las cuento como me dicen que hay que contarlas o como le conviene a #noséquién que las cuente. Y me lee, gratis, quien quiera.
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