lunes, 26 de junio de 2017

¿Arronti?


Con el debate sobre el estado de la región a la vista, todos nuestros partidos excepto el PRC, se mueven entre la marejada y la mar muy gruesa, quizá arbolada. Mientras Ciudadanos dirime con bastante silencio un proceso judicial y lo del PP ya no parece que tenga arreglo, (ha intervenido Cospedal) el PSC se ha embarcado en unas primarias que no van a ser tranquilas del todo y que pueden llevar, según el resultado, a un reajuste del gobierno… Y en esas viene Podemos, que jugaba un papel de partido serio y que estaba haciendo oposición seria…  dicen que no pasa nada  pero un tercio de su dirección ha dimitido.

En la consulta efectuada entre sus inscritos con el nombre del titular -como nunca he pisado una facultad de ciencias de la información me permito interrogantes- que fuera del mundo futbolero racinguista no me resulta fácil explicar, se han emitido 269 votos. Me parecen muy pocos. El reconocimiento del montañés como lengua oficial de la región ha sido apoyado por 39, lo cual lo deja por detrás del coche escoba. ¿Necesitaba Podemos dar ese título a su propuesta de futuro para Cantabria? Debo hacerles saber que una parte del círculo del rellano de mi escalera está confusa.

En el programa más escuchado de la radio del fin de semana se oye, entre otros testimonios de torturados, aquí, no en Sudamérica ni en África, aquí, a Lidia Falcón, explicar que después de su detención de 1974 fue invitada a Suecia y que a una pregunta directa contestó que a ella no la habían torturado. Si que lo habían hecho, pero en comparación con lo que les sucedió a otros y otras, ella pensó que lo suyo no era para tanto. El torturador sigue por ahí, parece que con un buen vivir difícil de explicar con el sueldo de funcionario policial, ahora, supongo, pensionista.

Casi todos los que vivimos el final de la dictadura y la transición con alguna actividad opositora estamos en un laberinto similar al de la líder feminista. No se trata de enfadarnos con quienes, simplemente por edad, se sitúan ante aquellos hechos con asepsia de cirujano. No es fácil enjuiciar, con ánimo histórico, hechos en los que se ha participado. Como es otro error en esa ciencia enjuiciar hechos del pasado a la luz de nuestros valores y creencias actuales. Si en Barcelona retiran del callejero al marqués de Comillas no debería quedar ninguno que haya vivido antes de la revolución francesa, incluyendo a los reyes de la Corona de Aragón. Antes del sufragio universal, antes de la abolición de la pena de muerte...

Ya hace cincuenta años de mi primera llegada a Barcelona. Como este año, un caluroso mes de junio. Una de mis hermanas se había casado unos meses antes y vivía allí. Una coartada fantástica para viajar solo por primera vez. Expresos nocturnos de Renfe que ya casi no quedan. Y de Barcelona a Madrid y de allí a Málaga, con excursión a Melilla… Recuerdo una conversación en uno de aquellos trayectos. Con un australiano algo mayor que yo y en francés. Yo no tenía idea de inglés ni él de castellano. Tema: la reciente guerra de los seis días.

Creo que yo era más antiárabe que él. No me avergüenza confesarlo. Adolescente, sin terminar el bachiller, con la instrucción política de una dictadura -mi primer profesor de F.E.N todavía pasea por las calles de esta ciudad- La guardia mora, los relatos a media voz de las tropelías cometidas por los moros de Franco en la guerra, un antinazismo que aproximaba a los judíos… el posicionamiento antiisraelí de nuestra dictadura… el mito de David desguazando en seis días a lo que podía parecer Goliat… Han pasado cincuenta años... Del inicio de la transición solo cuarenta y seguimos… ¡arronti justicia argentina!




lunes, 19 de junio de 2017

Botinburgo y las dos caras [Para Olivia (4)]


Un día como hoy, hace ochenta años, el ejército de Franco entró en Bilbao y tu bisabuelo José Mari, pudo llegar a casa de tu bisabuela Carmen, en la calle Méndez Núñez de Santander, que era la casa de tu tatarabuela Carmen y tu tatarabuelo Mario. En generaciones posteriores nuestra relación con Bilbao se ha vuelto a cruzar más de una vez, tu tía Carmen vivió varios años aquí donde nació Carlos, el primo mayor de tu padre por la rama materna. Y aquí llegamos tu abuela y yo, con tu padre de seis años, hace ahora casi treinta y un años.

La noticia del aniversario del atentado en el Hipercor de la Meridiana o del final de la guerra civil en el País Vasco, me lleva a darte alguna nota que puede que algún día leas o te cuenten, querida nieta. Tu bisabuelo fue un refugiado, así se les denominaba. Hoy diríamos que era un desplazado interno. La suma de unos y otros alcanza a la mitad de lo que era la población siria antes del conflicto. No estamos ante conflictos nuevos. Lo que puede ser más nuevo es el incumplimiento de las leyes internacionales por parte de los poderes públicos. Mañana, 20, es el día internacional de los refugiados.

Una conmemoración que debe tener unos trescientos mil afectados más que hace un año. Son casi mil personas las que cada día deben huir de su residencia habitual para salvar la vida. Y no es un asunto que tengamos en el centro de nuestras preocupaciones. El calor, las olas de calor, los incendios forestales, los ataques terroristas de intensidad variable… futbol, cotilleos, corrupción, casi todo está por delante en el interés informativo.

Cuando tus bisabuelos se encontraron en Santander y se vieron lo que se dice flechados, el escudo de nuestra ciudad ya llevaba las cabezas de los dos santos mártires patronos de la misma y la nave y la torre del Oro, recordando la participación de nuestros marinos en la conquista de Sevilla a mediados del siglo XIII. Nuestras famosas dos caras. Algo que nos puede molestar o divertir. Que en algún momento se respondía desde, creo, el sentimiento de inferioridad respecto al agresor.

Esta semana se va a producir un acontecimiento en la historia local, con visita real incluida. Con tres años de retraso, la crisis no perdona a nadie, con Emilio, el patrón del proyecto fallecido, su hija Ana Patricia, los reyes, la alcaldesa, supongo que la reina madre Revilla  y la vicepresidenta Díaz Tezanos, no creo que falte el ministro de Fomento… y a saber cuantísimos aduladores y ciudadanos respetables más, el viernes 23 se inaugura el centro Botín, obra del ilustre arquitecto italiano Renzo Piano.

Las dos caras versión actualizada. Yo no voy a ir a la magna convocatoria. Si me lo hubieran programado otro día hubiera dudado, pero en la noche de San Juan mi lugar es junto a una hoguera. Si el Ayuntamiento de Santander anula la de la segunda playa, para realzar lo otro, buscaré otra. El baño, a mi edad, antes de que se haga de noche.

No soy muy combativo en este asunto. No voy el 23 pero iré en otro momento. Ya lo he anunciado en un acto público en el que una activista pedía más o menos boicot eterno. El edificio no parece el mejor de su autor y no me gusta el emplazamiento, pero entre que esté ahí o que no exista, me inclino por lo primero. No me gusta el patrón que lo impuso en ese lugar precisamente, ni el alcalde que lo aceptó, ni los coros de plañideras a favor y en contra… tenemos demasiados desaguisados urbanísticos en la ciudad. Me cuesta señalar uno como el más notable. Botín murió. Viva Botín.


miércoles, 14 de junio de 2017

Mañana es 15-J


Durante mucho tiempo tuvo significado. Hoy puede estar cerca del olvido. Han pasado cuarenta años desde aquel 15 de junio. Cinco semanas más tarde iba a ser y fue mi boda. Yo estudiaba en la Universidad de Barcelona y trabajaba en la factoría de Seat en la Zona Franca, una fábrica con unas distancias difíciles de comprender si no se ha pasado por allí. Yo era solo uno de los miles que acudían allí a diario. ¿Aprendí allí más que en la Universidad? Creo sinceramente que siendo aprendizajes diferentes no pongo por delante ninguno de los dos. Empate técnico. Pero los dos en Barcelona. Por eso me importa, mucho, todo lo que sucede allí. Y lo que se dice. Lo que digan Llach y Guardiola y todos los demás. Incluyendo a mis amigos de allí, con esas posiciones, muy pocos, o las contrarias. Respetables todas. Necesitadas de cauce todas.

Cuarenta años son la mitad de la esperanza de vida de un varón español de los nacidos más tarde que yo. Aquel día, jornada electoral libre por primera vez desde  febrero de 1936, resultó una fiesta. Y en la circunscripción de Barcelona el resultado se acercó al espejismo que nos hizo creer por unas semanas, o meses, incluso unos pocos años, que se podía construir un estado democrático viniendo de uno totalitario, con una transición medianamente pacífica. La trampa apareció muy paulatinamente, revelando una ingenuidad notable en quienes creímos que aquello fuera posible. Tengo recuerdos personales como para aburrir a rebaños completos.

Vuelve a ser 15 de junio y es el cumpleaños de algún amigo, pero también llega a la mayoría de edad alguien a quien no conozco personalmente. Samuel ha sido su nombre en clave precisamente por ser menor. Un menor camerunés no acompañado que ha tenido la suerte de encontrar en el turno de oficio a una abogada que se ha batido por él como no podría haberlo hecho por quien pague la más alta de las minutas. Se sabe ya en muchos rincones pero yo creo que no la había nombrado aquí. Gracias Eugenia Gómez de Diego. Gracias por esa pelea contra el fuego amigo que ya se sabe que mata mucho más que el otro.

Granos de arena. Muchos pequeños casos que componen una playa desolada en la que la gestión cotidiana de la alternativa supuestamente progresista al gobierno del PP se revela como algo muy parecido. No igual. No lo he dicho nunca ni aparece en mi horizonte, pero las decisiones de algunos cargos de confianza en Educación o en Servicios Sociales, departamentos que sigo con más interés, no se diferencian en el día a día de las que han aplicado los contrarios.


Ese es el campo, con todo el barro que se quiera añadir, en el que la moción de censura virtual de Podemos ha celebrado el cuarenta aniversario del 15-J. No me gusta alguno de sus dirigentes ni algunas de sus formas internas, pero solo ver como ruge la caverna, lo que hace cuarenta años denominábamos bunker y la mayoría de lo que entonces apareció como alternativa, me parece esperanzador. Solo queda ver cuánto hay de real en el proceso que está a punto de culminar el partido socialista. Sin esa base electoral no hay ninguna posibilidad de cambio en España y Pablo Iglesias no ha pensado mucho en eso a la hora de presentar su moción.

lunes, 5 de junio de 2017

Don de lenguas


Algunos años días como hoy son fiesta en Santander. Este año no toca. No nos conformamos con dos fiestas locales. Necesitamos tres. No sé si la alcaldesa irá a cocinar ante la ermita de la Virgen del Mar con la soltura con la que lo hacía su predecesor. La tribu popular no anda muy unida por aquí y te pueden echar en cara la falta de sal o lo contrario. Una medalla para esa Virgen que detiene los temporales es lo que nos falta para estar en la onda más moderna de la gestión local.

Alberto Pico, que iba diariamente a la zona de la ermita, ya apareció en la última entrada. Por un conflicto en el Instituto que lleva su nombre. Pero recordé que estaba cercano el aniversario de su desaparición. Creía que solo habían pasado dos años pero son tres. Coincidió con la abdicación del rey que se equivocaba, como la paloma de Alberti… Demasiadas emociones en pocas horas. Una enfermera creyó que tenía muy alterado el pulso o la tensión, o todo, y me pasé horas en urgencias. El médico que me atendía me frenó, estuve a punto de escaparme. No podía perderme el funeral de Alberto…

Las autoridades educativas de Cantabria, me duele confesarlo, no han debido creer nunca en el significado de la fiesta de hoy. Ese Pentecostés que se celebra en tantos lugares laicos de Europa, algo tiene que ver con el don de lenguas, el don divino de explicarse en lenguas desconocidas. En el Instituto de Secundaria Alberto Pico de Santander han tratado de que una parte importante de sus alumnos hablen lenguas extranjeras de una manera más científica. Los recortes, que parece que son algo abstracto cuando se afirman o niegan en el Parlamento o en las oficinas de prensa de los partidos, al final se traducen en algo así: todos iguales, que no es cierto de partida, y a ustedes les sobran cinco profesores. Se promociona un determinado pacto educativo, probablemente se usan recursos públicos para publicitarlo y después…

Pero claro, todo eso son menudencias locales. El fiscal anticorrupción ha durado menos de un cuatrimestre: Es muy original la adaptación marianista de poner la zorra al cuidado de las gallinas. Tampoco ha estado mal la duda de si había que poner a parir a Trump o no por abandonar el pacto de Paris sobre el cambio climático. Es otra especialidad de Mariano y su primo. Menos mal que la voz de la amiga Merkel esta vez ha sonado alta y clara. Pentecostés estaba al caer.

Y como todo puede ser peor. Siempre. Aunque no se aplique la ley de Murphy, hoy, cinco de junio y lunes de pentecostés es el cincuentenario de la guerra de los seis días. La tercera de las cuatro que enfrentaron a Israel y sus vecinos a cuenta de Palestina. 50 años de saltarse a la torera resoluciones de derecho internacional. De usurpaciones diversas. De muerte y sufrimiento. Muchas muertes y mucho sufrimiento, casi siempre en cantidades tremendamente desequilibradas, siempre en perjuicio de los palestinos.

Si alguna vez alguien que pinte algo en lo que se llamó el concierto internacional quiere empezar a resolver dramas que se extienden por el planeta, que nos hacen a todos la vida menos amable y segura, tiene obligatoriamente que fijarse en lo que ocurre en ese lugar geográfico. Ese precisamente en el que alguna vez parece que se entendieron por influencia de la trinitaria tercera persona… ¿Dónde se ha metido la tercera persona? Por lo menos desde mayo de 1948 no está ejerciendo o, en el peor de los casos, de nuevo sin Murphy y como ave que vuela, está ya en alguna cazuela.