sábado, 29 de diciembre de 2018

Hola, 2019

Despido 2018 con algunas imágenes de los cientos de ellas que ahora almacenamos. Mar, montaña, bici, niños, solidaridad, España y extranjero. Santander y Segovia. Y Bilbao. Siempre Bilbao. Amigos y familia.

2019 será, en primer lugar, el año del centenario de mi madre. También se recordarán otros centenarios, los tratados de paz posteriores a la primera guerra mundial, y otros aniversarios más o menos redondos: El crack del 29, el final de la guerra civil y el inicio de la segunda guerra mundial,1939. Diez años más tarde el triunfo de Mao en China...  y en 1959, y casi podría hablar ya de memoria personal, un nuevo franquismo, aceptado por las potencias occidentales -Eisenhower visitó Madrid- y que empezaba un nuevo ciclo económico, turismo y emigración. Ahí termino por hoy, que tenemos todo el año para ir desgranando. 

Y esto sí que es memoria personal, hace cincuenta años, sentado en el sofá frente a la tele, en casa de mis padres, junto a mi abuela Balbina, que no terminó de aceptarlo: El hombre en la luna.

Pero hoy os doy lo mejor que tengo en el terreno de los buenos deseos: Salud y

Feliz Año Nuevo/ Feliç Any Nou/ Feliz Ani Novo/ Urte Berri On / Bonne Année 2019 Ein glückliches neu Jahr / Gott nytt ar/ Happy New Year/ Sana Saida

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Balances


Parece que la RAE tiene problemas con algunos verbos. A mi me hubiera gustado titular balanzar y haber recordado a una actriz británica que se enamoró de la Alcarria al mismo tiempo que Cela, o poco después, y que consiguió hacerse entender en castellano cada vez peor, de tal manera que para ella era un alivio, en sus últimos años, encontrarse con gente que se manejara un poco en inglés. A cambio, servía generosos gin-tonics.

El caso es que en ese manejo cada vez más incorrecto del castellano, decidió denominar balanzar a algo situado entre el hipo y el eructo y no-puedo-balanzar acompañado de un literal lo-siento-para-todo han acompañado desde entonces innumerables recuerdos de alegrías veraniegas. Pero nuestra RAE no deja que hacer balance se denomine balanzar, así, aunque sea época de recontar lo más importante sucedido en el año, el titular no puede ir en infinitivo.

2018 será para mí y para siempre, el año de Diego. No es una cuestión dinástica, de asegurar el apellido una generación más, pero algo difícil de explicar sentí en agosto, cuando mi nieto llegó para convertir a Olivia en su hermana mayor. Dos años más tarde el estado de abuelez es más completo.

La comunidad en la que se desarrolla mi vida, el municipio de la capital de Cantabria,  ha tenido muchos sobresaltos a lo largo del año. Se podía intuir que el cambio estaba llegando a un Ayuntamiento que conseguía enfadar mucho a sus ciudadanos. Pero nadie puede asegurar que la oposición esté, o vaya a estar, a la altura. Los cabreos supremos se han dado con la reforma del transporte público urbano, tras ocho meses de caos y una millonada en despilfarro, el equipo de gobierno ha decidido volver a la situación anterior. Para frenar las escolleras de la Magdalena ha hecho falta un cambio de gobierno en España.

Ese cambio era necesario, pura cuestión de salubridad e higiene. A partir de ahí, no muchas diferencias con la situación anterior. No muchas. Alguna. La venta de armas a Arabia, por ejemplo, prueba la debilidad de la diferencia. El intento de diálogo con la Generalitat catalana podría marcar en positivo ese  cambio. Pero dos no discuten si uno no quiere pero tampoco acuerdan. El cambio ha llegado también a Andalucía. Con un coste exagerado: 400.000  votos y 12 escaños por primera vez en cuarenta años para la ultraderecha.

El auge de la ultraderecha es un fenómeno de alcance europeo que puede alcanzar en las elecciones de mayo un éxito que da miedo y mareo. O mareo y miedo. El fenómeno ha trascendido el este europeo. Gobierna ya en Italia y se manifiesta en el Brexit y fuera de Europa el viento no sopla más favorable. Nicaragua y Venezuela eran tachuelas preocupantes en el mundo latinoamericano. El resultado de las presidenciales en Brasil, ha teñido de facha muchos millones de kilómetros cuadrados.

No me he olvidado de Cantabria ¿Cuál es el balance anual de esta región? Menos mal que no me han encargado un plan estratégico que es lo último en la moda cantabrista más convencional. La corrupción de la que se decía que estábamos al margen, emerge de manera poderosa. Redes clientelares que pasan por las instituciones autonómicas, con dos consejeros con un pie en el juzgado a pocos meses de una campaña electoral y con la Universidad en entredicho. Los dos partidos del gobierno se miran de reojo y el PP no ha superado la parálisis provocada por su tormentoso congreso de 2017 y el parlamento inicia el último periodo de la legislatura como en los viejos tiempos, con tránsfugas y el grupo mixto engordando por semanas. Y Podemos? Otra pieza rota en el mapa estatal de su formación. Pudieron. Podrán?


domingo, 16 de diciembre de 2018

Le Tour de Gironde


Si un amigo alemán, ateo y socialista de izquierdas, o comunista, me felicita los domingos de Adviento, que alguien me explique por qué no puedo yo, antes de que acabe el año, publicar un relato de una semana del verano pasado que me había prometido a mí mismo que saldría sin que se acabase agosto, o el verano o… Es que esta segunda quincena de diciembre, que estrenamos hoy, tiene bastante de vertiginosa.

Pues sí, sigue todo entre mal y fatal  y los noticieros se ocupan de esas cosas y yo, que para eso soy autónomo, hoy me vuelvo atrás cinco meses y es 14 de julio y entramos en Francia por un paso de Behobia bastante tranquilo y comemos bocata en una playa de las Landas y dejamos el coche en la estación de Facture-Biganos y llegamos a Burdeos con tiempo para alcanzar el hotel en bicicleta, cenar junto al río en un restaurante dominicano y ver los fuegos artificiales desde el puente de piedra. El dispositivo de seguridad impresiona. Han pasado muchas cosas y siguen pasando. Esta misma semana, en Estrasburgo, unos colegas han tenido que permanecer en el hotel con sus alumnos durante casi 48 horas.

Hay una tormenta nocturna que presagia una mala jornada para empezar a pedalear. No es así. Un tren regional nos deposita en la Pointe de Grave después de haber atravesado los viñedos del Médoc. Comemos anticipadamente y tras 35 kilómetros muy cómodos llegamos al Logis de Montays–Montalivet. Cenamos allí mismo. En la terraza, y vemos la final del Mundial de Fútbol que, casualmente, gana Francia. Nos sorprende la tranquilidad con que se acoge el triunfo. Aunque antes de medianoche sí que hay algún vehículo haciendo sonar sus bocinas. Nueva tormenta nocturna y  nuevos miedos para el día siguiente, otra vez sin razón.

Unas obras, poco después de la salida del pueblo, nos hacen abandonar el carril bici para desembocar en…la magnífica duna costera! Hay que echar pie a tierra y ayudarnos del gps del teléfono. Con todo, los 50 kilómetros hasta Lacanau se nos hacen cortos. Nos bañamos en Hourtin y llegamos a tiempo de comer a nuestra hora española en la terraza de la habitación, con espléndida vista al Atlántico. Una amiga francesa, con muchos más años de residencia en Santander que en su país natal, está de vacaciones con dos de sus nietas. Pasamos con ellas la tarde y cenamos en su VTF La Forestière.


La tercera etapa es corta y después de 33 kilómetros que nos llevan menos de dos horas, así de llano es el territorio, llegamos al Relais de la Praya en Lège, después de pasar por otro de los centros naturistas más famosos de la costa atlántica. Por la tarde nos acercamos a la playa del Grand Crohot, sumamos 20 kilómetros más y la etapa queda más redonda. Cenamos en familia con los propietarios, pero el desayuno se convierte en una Babel. No somos los únicos ciclistas.

El miércoles hacemos una Lège-Cap Ferret-Lège que suma 52 kilómetros que siguen siendo muy cómodos. Avistamos la gran duna de Pilat donde estuvimos el año pasado y nos movemos a ratos por concentraciones ciclistas imposibles de pensar todavía en España. Cenamos en la terraza del Diners, un establecimiento de estética sesentera  americana pero muy agradable y de buen precio.

La etapa de jueves tiene dos partes y una intermedia neutralizada. Tras alcanzar el coche en Facture-Biganos, 30 kilómetros, nos desplazamos hasta Mimizan. Otro hotel de ambiente surfero y vistas a la mar. Por la tarde nos acercamos a la playa de Lespecier y entre la ida y la vuelta sumamos 14 kilómetros más. Cena con mejillones y descubrimiento, en el paseo nocturno, del monumento a los aviadores del Pájaro Amarillo: Lotti, Assollant y Lefébvre, que en junio de 1929 llegaron a Mimizan desde Oyambre, donde había tenido que aterrizar por falta de combustible. Tampoco le pusieron aquí lo suficiente para llegar a su meta: París.



La última etapa se convirtió en la más larga: Mimizan-Saint Girons-Mimizan, 68 kilómetros, muy fáciles, como todos los demás. Y ya el sábado vuelta a casa con importantes lluvias al atravesar Guipuzcoa. En definitiva, una semana del verano bastante singular. Recordada cuando faltan pocos días para el invierno…





lunes, 10 de diciembre de 2018

Kant y Vox


Un reciente informe del Parlamento europeo cifra el valor de la corrupción en España en un 8% del PIB, algo más de 90.000 millones de €. La mitad de todo lo que produce Grecia en un año. Mucho más de lo que consiguen honrados países hermanos como Costa Rica o Cuba. No he visto demasiados comentarios. Aunque no lo parezca a primera vista, ese es un ataque radical a muchos de los derechos humanos cuya declaración universal celebra hoy el 70 aniversario. En 1948 fue posible. Ahora creo que no lo sería.

En Bélgica no han tenido puente y además se han quedado sin gobierno. Publicar ese informe en Bruselas un 7 de diciembre puede ser buena idea para que aquí siga la épica de los caballos y las reconquistas. Los nacionalistas flamencos, tan buenos amigos del soberanismo catalán, no tragan con un moderado acuerdo para tratar de paliar el drama de las migraciones. Y rompen la baraja. Claro que el soberanismo catalán, a fuerza de huir hacia delante, ya ha llegado a la vía eslovena, y eso, con un poco de memoria, fue una guerra civil corta y televisada en directo. Pero por allí cerca hubo otras guerras más largas. Barcelona, aquella Barcelona, fue una pieza fundamental en el socorro a Sarajevo…

Supongo que a los dirigentes de Vox no les haga mucha gracia la poesía de Pablo Neruda, pero en su Canto General, los Libertadores ocupan alguna de las estrofas más bellas. Aquellos Libertadores deben estar estremecidos por haber tenido que venir a jugar la final de su copa futbolera a la madre patria. Para eso no se hizo la Emancipación.

El cuarenta aniversario de la Constitución, un hito histórico, puede convertirse en un anuncio de cacao instantáneo: La necesidad del reconstituyente. Ya tiene su aquel que 400.000 ciudadanos piensen que el reconstituyente adecuado tenga nombre de diccionario. Llevábamos cuarenta años constituidos y no hemos sido capaces de pactar las reformas necesarias. Como en cualquier vivienda sin mantenimiento adecuado llegará alguien, quizá a caballo, que estime que el edificio ya no tiene arreglo y que es mejor derribarlo.

Estaba Susana Díaz con un bonito trabalenguas sobre regeneración y degeneración y que si su PSOE estaba más limpio que algunas patenas… Cuando por la derecha de la derecha, en claro fuera de banda, llegan al Parlamento andaluz doce diputados con planes de Reconquista. Otra gracia de los guiños históricos. Esta Reconquista, como la de Queipo de Llano y Franco, marcha de sur a norte.

Aunque Vargas Llosa y yo compartimos fecha de nacimiento, ojo, él anda por los ochentas y yo no he agotado los sesentas, pero hace unos años, un 28 de marzo, varios escritores peruanos jugaron a contestar la gran pregunta ¿cuándo se jodió el Perú? Me gustó mucho uno que situaba la fecha de la jodienda en la  época colonial ilustrada, hacia mitad del siglo XVIII.

Ahora que el almirantazgo ruso ha tenido unas palabras contra Kant, y que el aeropuerto de su ciudad natal –Königsberg/Kaliningrado- no va a llevar el nombre del filósofo, creo que es el momento de preguntar/nos: ¿Cuándo se jodió la filosofía? Y la respuesta tiene que ser: Hace mucho. No sé si la poesía se jodió después de Neruda pero la posibilidad de que el aeropuerto de Santiago de Chile lleve el nombre del poeta también ha levantado ampollas. Después de Kant, en la historia del pensamiento, se colocaba Hegel y este, como muchos monarcas, repartió herencias. Alguna de ellas puede estar iluminando a Vox. Así, la filosofía se jodió después de Kant.

lunes, 3 de diciembre de 2018

El Elegido (*)


El pasado sábado utilicé un viejo documento de Word para crear uno nuevo. Lo hago algunas veces y busco en la carpeta adecuada, en la que quiero archivar el nuevo. El nombre del antiguo era irresistible: Presidente Revilla, y acababa de escuchar en la radio cómo el mencionado, con su voz inconfundible, cantaba una ranchera. Sigue sin cortarse un pelo y canta en México, probablemente en presencia de un profesional como Silvio Rodríguez… ¿Será Revilla el Elegido? “El que mataba canallas con su cañón de futuro”? La letra de esa canción le va grande a nuestro presidente, pero de momento ha sido el elegido del presidente electo de México. No es poco. Aquí,  a su vuelta, se encuentra una encuesta que pone en duda todo.

¿De qué iba mi documento de Word titulado Presidente Revilla? Conviene advertir que el documento es de noviembre de 2016 y en él, y a raíz de un caso de un menor extranjero no acompañado, que no había sido tratado conforme a derecho por la administración regional, como la Justicia señaló con posterioridad, un grupo de trabajo ciudadano al que pertenezco, le solicitaba una entrevista. Veinticinco meses después seguimos esperando. Hay agendas muy cargadas.

Otra de esas agendas ocupadísimas es la del presidente de la Autoridad Portuaria. El mismo grupo de trabajo ciudadano lleva ocho meses esperando para una entrevista con él. En este caso vamos a distribuir la responsabilidad entre todos los consejeros. Si el próximo día 13, el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Santander no se dirige a la Abogacía del Estado solicitando informe sobre la legalidad de los tráficos de armas y explosivos que la naviera estatal saudí Bahri mantiene desde este puerto, todos, no solo el presidente, serán corresponsables de lo que venga a continuación. ¿Alguno de ellos es tan fan de Silvio que está convencido de “que la guerra era la paz del futuro”?

El 8 de octubre me publicaron en El Faradio un artículo titulado el tiro de gracia en el Mediterráneo que enlazaba con la proyección en Santander del documental Radio Malta.  Los hechos en los que se basa el documental ocurrieron en el verano de 2006. Ahora se han repetido en parte. El patrón del pesquero alicantino Nuestra Madre Loreto es hijo del patrón del Francisco y Catalina. Como familia pueden estar orgullosos todos. Las dudas sobre qué hacer con los náufragos o declaraciones que incluían Libia como puerto seguro… ¿mejor olvidarlas?  Hace poco más de un mes la entrada a este blog terminaba así: “Cuando crezca el voto de extrema derecha todos mirarán para otro lado. Dos caras y muchas cruces.”

No es posible terminar hoy sin mirar hacia Andalucía. Los análisis precipitados no servirán de gran cosa, pero algunos datos son irrebatibles. Finalmente puede llegar la necesaria alternancia a la tierra de Susana Díaz. Hay un rasgo diferencial del centro-derecha español: Los discursos de anoche no ponían reparos al pacto con los neofascistas. Es urgente que Macron y Merkel impartan por aquí un seminario a sus colegas. Si queda algún reflejo de vida inteligente entre los demócratas sin complejos, hay que valorar un dato positivo: Quedan seis meses para las citas electorales de mayo. Y las legislativas no serán más tarde. Se puede estudiar y aprender mucho. De lo ocurrido en Andalucía y de lo que lleva ocurriendo en Catalunya mucho más tiempo.

 (*) Canción de Silvio Rodríguez