viernes, 29 de diciembre de 2017

Pórtate bien, 2018


Elegir entre los centenarios que se llevarán el Oscar del año no va a ser fácil. Mi apuesta se mueve entre la gripe, española, en muchos lugares menos en España, y el final de la Gran Guerra. La última con fecha precisa, San Martin, 11 de noviembre.
Muy difícil seleccionar la 
foto del mes. Al final son 24

Unas elecciones generales dieron la presidencia del Consejo de Ministros a Maura pero los grandes partidos dinásticos se desangraban ya en los estertores del sistema ideado por Cánovas del Castillo. Nada parecido a lo de ahora. O un poco. Y una de las primeras secuelas de la revolución bolchevique, la eliminación física de los Romanov.

El año me va a resultar mucho más familiar en los cincuentenarios. En 1968 ya pude examinarme para obtener el permiso de conducir. Era la única mayoría de edad que permitía el franquismo. Mi memoria sigue bastante bien, por lo que recuerdo que hacía cuando me enteré de los dos asesinatos mediáticos del año: Martin Luther King en abril y Bob Kennedy en junio. Ese mes vivió el final de lo que se etiqueta como el Mayo francés que acabó arruinando el prestigio de De Gaulle aunque no hubo un cambio de rumbo en la política francesa hasta la llegada a la presidencia de Mitterrand en 1981. Ese mayo me pilló en Madrid, que si bien no era París, tampoco se podía comparar a Santander.

En el verano me veo charlando en el pueblo, en casa de mis abuelos, con un primo residente en Barcelona que ya estaba en la Universidad. Eso era en agosto. En julio mi familia se había enterado de mis inclinaciones políticas y, digamos, no las apreciaron en su justa medida. Ambos, mi primo y yo, lamentamos todo lo que pudimos la intervención soviética que ahogó la primavera de Praga. Massiel y Eurovisión, la matanza de Tlatelolco en vísperas de los Juegos Olímpicos de Ciudad de México, los primeros crímenes de ETA y su primera baja, Txabi Etxebarrieta. Fraga en Santa Isabel, hoy Malabo, en la ceremonia de acceso a la independencia de Guinea Ecuatorial. Un Mao que ya había asombrado al mundo con su habilidad para la natación a una edad avanzada, todavía tuvo arrestos para reeducar a los estudiantes y mandarlos a trabajar al campo, lo que secretamente le envidiaron millones de padres en todo el mundo... Pero 1968 fue, ante todo, el año en que la guerra en Vietnam alcanzó cotas de horror poco imaginables.

La matanza de My Lai dejó al descubierto que los Estados Unidos, en su acción militar en el exterior, no tenían nada que aprender de la otra, demonizada, gran potencia. La contestación a esa guerra, fuera y dentro del país agresor, se hizo progresivamente más y más notable. La presidencia de Nixon, elegido ese noviembre, elevó las cotas de la intervención e hizo insoportable el número de víctimas... hasta acabar como la única gran derrota sufrida por los EE.UU. en toda su historia.

De todo eso se hablará, en mayor o menor medida, en las próximas semanas, pero hoy y los días próximos lo que toca, y debemos hacer que no sea, solo, un convencionalismo, es desearnos lo mejor. Si nos alcanza la generosidad, para todos. Así, a todos/as quienes leáis esto, os deseo lo mejor en ese año que ya está a la vista: 

Feliz Año Nuevo/ Feliç Any Nou/ Feliz Ani Novo/ Urte Berri On / Bonne Année 2018 Ein glückliches neu Jahr / Gott nytt ar/ Happy New Year/ Sana Saida

martes, 26 de diciembre de 2017

2017 al hoyo

Última entrada de este año que se acaba. La 372. La próxima será extra, con la felicitación, que los descreídos guardamos, atravesando como podemos los belenes y los tannenbaums, hasta el final del año. De los acontecimientos de la semana pasada que le trataba de explicar a mi nieta, el más favorable es un resultado futbolístico que no pasará a una historia digna de mayúscula. Pese a los negocios poco claros de Florentino aquí y en Guatemala, pese a que aquel enorme jugador que fue Xavi Hernández intente rivalizar en declaraciones insustanciales con otro clásico, Sergio Ramos. Y la lotería, que no ha tocado a ningún familiar o amigo cercano, no puede ser noticia. Eso es lo que ocurre cada año.

Y el tercero, el conflicto abierto y que el resultado electoral no cierra en Catalunya. Hay esfuerzos múltiples para explicar un resultado tremendamente similar al de hace dos años. No he visto la famosa prueba del marciano… Un extraterrestre que llega a este planeta y … con lo de Trump, con lo de Siria, con lo de Palestina, con lo de Honduras, con lo de Fujimori… con lo de las pensiones argentinas y locales ¿puede haber un extraterrestre que se interese por el conflicto catalán?

¿Qué se le puede contar al marciano? Empezar por el tricentenario de la Nova Planta? No, ese hilo histórico no creo que le interese, ni a mí. Sin ánimo de casi nada, en esa época los habitantes de Boston, o eran esclavos o indios o colonos blancos sometidos al rey de Inglaterra. Lo digo por lo de revisar situaciones de hace tres siglos, claro que ahí tenemos Gibraltar. Del mismo momento.

Y si al explicárselo al marciano lo vamos entendiendo todos? No, no es fácil. El resultado, como en el fútbol, es lo que importa. La sociedad catalana está empatada. Lleva así algunos años y no hay desempatador que la desempate. Puede haber aprovechados/as, ¿y dónde no? Los vendedores de crecepelo lo tienen mal con los descreídos, y nos da igual que el envase sea naranja o amarillo.

Los más radicales de los dos extremos son quienes más han perdido. No es la peor noticia. Haciendo abstracción del meridiano de la soberanía, los conservadores barren en el nuevo Parlament. Algo que la coalición electoral de 2015 ocultaba a medias. Y el batacazo de la izquierda, en conjunto, tiene la misma dimensión y sentido contrario. No puede ser de otra manera. ¿Soluciones? Al marciano no sé si se le va a ocurrir pero parece que ninguno de los que han llevado a los catalanes, y al resto, hasta donde estamos ahora, tiene capacidad para sacar/los/nos de ahí. Incluyendo a la alcaldesa Colau, que a fuerza de nadar y guardar la ropa se ha quedado medio ahogada y despullada, que es una forma de decir desnuda que ofende a mi corrector.

Después de expulsar a los socialistas del gobierno municipal, el PSC es la primera fuerza de izquierdas en la ciudad. 50.000 votos más que los Comunes. Ganan en los diez distritos a la formación de la alcaldesa. Probablemente ya habrán tomado nota. En Barcelona y en Madrid. A mi todo esto me coge ya con una edad irreparable. Empiezo a no creer en nada, absolutamente en nada, que no tenga en el codo a codo, en los familiares directos, en los amigos verdaderos. Activismo social que ha llenado una parte notable de mi tiempo libre, del activismo político casi no me acuerdo,  empieza a llenarme de dudas.

He participado en una mesa redonda que abordaba problemas, graves, de los refugiados sirios en Jordania, aquellos que además de su condición de refugiados arrastran algún tipo de discapacidad… creo que no sirve de mucho lo que hacemos. He escrito, como cada final de año, tres postales a otros tantos encarcelados en el mundo, dudando cada vez más de su efectividad. Consciente de que es un balance de fin de año poco optimista. Intentaré recuperarme en las pocas jornadas que quedan.


martes, 19 de diciembre de 2017

Semanita distinguida [Para Olivia (8)]


Tenemos el fin de año a la vista, previo paso por las fiestas navideñas, y la semana se presenta con demasiados acontecimientos de primera. Yo intento centrarme en tus sonrisas, en tus primeros pasos, en tus balbuceos. Quiero creer que uno de ellos es abu y que ya lo dices dirigiéndote a mí. Te encanta el fondo de pantalla de mi teléfono móvil, que es una foto tuya con el pijama del hospital, cuando tenías unas pocas horas. Ahora que tienes semanas para completar un año y cuarto, que sé que mides 77 centímetros y pesas casi once kilos. Porque te he acompañado al pediatra el viernes pasado y no lo has pasado bien con la revisión que te ha hecho. Has mostrado tu disgusto con firmeza y no sueles hacer eso.

Y hay demasiadas fuentes de noticias para distraerme de ti, de lo que debería ocuparme casi totalmente. Acabo de preparar una presentación para una intervención que tengo mañana en un foro que aborda un aspecto del drama sirio. Y la radio, mi alimento principal a la hora de informarme, tiene un especial detrás de otro: Se cierra la campaña electoral en Catalunya. Ya sabes que tu padre nació allí y que tu abuela me acompañó nueve años de los quince que yo viví allí. Mantenemos allí muchos amigos y algún familiar. Nada de lo que pasa allí nos resulta indiferente.

Pero es que allí llevan al menos cinco años ocupados en cosas que entendemos poco y mal en el resto del territorio. Y francamente confío poco en que después del jueves las cosas puedan mejorar de una manera sustancial. No sé en qué pensaban los programadores de acontecimientos notables. Ya tuvimos todos los españoles unas elecciones un día como mañana. 20 D era, hasta 2015, la abreviatura para referirnos a la Operación Ogro, el atentado de ETA que acabó con el vicepresidente Carrero y dejó al franquismo sin su mayor baza de futuro.

El 20 D de hace dos años pudo dar un vuelco a la situación anterior pero las dos fuerzas principales de la izquierda no supieron, o no quisieron, interpretarlo y ahí tenemos al mismo presidente del gobierno que teníamos antes de esas elecciones. El presidente de un partido que no pasaría casi ninguna prueba de homologación en nuestro entorno europeo. Uno de los culpables, probablemente el máximo, de que la situación en Catalunya haya llegado a donde ha llegado. Y corremos mucho peligro de que ahora, el 21 D signifique otra vez lo mismo para Catalunya. Ningún cambio, con lo que todo seguirá empeorando. No sé, no puedo adivinar, lo que vas a llegar a ver en este terreno. Ya no descarto que en el futuro estudies que el lugar en el que nació tu padre es el extranjero.

Todo eso el jueves. Y el viernes habrá unos cuantos millonarios más. La lotería de Navidad estratégicamente situada entre unas elecciones autonómicas y un Barça-Real Madrid bastante especial. El equipo catalán este año muy por delante en la tabla y los madrileños que vienen de ganar un trofeo importantísimo cuando lo ganan ellos y poco más que el trofeo de la galleta si lo ganan los adversarios. Se van a amontonar las noticias, querida nieta. Algún besugo, o pularda o lo que sea, van a tener más horneado del necesario.

Ya me relamo pensando en esa cena del 24, en la que por primera vez, el año pasado eras demasiado pequeña, nos vas a acompañar a la mesa. Tengo un claro favorito para el resultado del fútbol, y algún número para el sorteo de la lotería. Pero una gran indecisión sobre lo que votaría el jueves de haber continuado residiendo allí. Sé muy bien lo que no votaría. Cinco de siete no podrían contar conmigo en ningún caso. Dadas las fechas y la escasez de comentarios en este blog, queda abierto el juego de adivinanzas. Prometo reconocer a los ganadores.


martes, 12 de diciembre de 2017

Amine Sidhoum


No publico en lunes. Es un tanto anómalo. Ayer lunes Amnistía Internacional ha celebrado en Santander el 69 aniversario de la Declaración de París de 1948 y eso me ha procurado un trabajo extra. Los derechos humanos tienen un estado crítico en cuanto a su respeto con carácter universal. Puede que no sea muy exagerado decir que están en el estado más lamentable de estos 69 años.

Reconforta ver cómo mucha gente asiste a estos actos muy alejada del compromiso formal. En realidad es un acto militante. Asistir a la lectura de los 30 artículos, del preámbulo, incluso de una breve semblanza de Eleanor Roosevelt… es un acto, hoy y aquí, de disconformidad con lo que hay, con lo que tenemos. Una reivindicación de que otro mundo es posible y a la vez, y ya estaba en la declaración de 1948, de que ese mundo distinto y mejor no va a llegar si no lo hacemos entre todos.

Antes de la lectura de la declaración de 1948, el público asistente pudo ver un documental de 24 minutos sobre el trabajo de cinco defensores de los derechos humanos en diferentes partes del mundo. Un abogado en Nigeria que ha conseguido que una comunidad de Lagos frene aspiraciones del gobierno que pasaban por hacer desaparecer sus humildes viviendas sin ofrecer nada a cambio. Dos trabajadoras sociales en Manila y la República Dominicana, enfrentándose a diario a los enormes problemas derivados de la miseria y la incultura que desembocan de manera fatal en enfermedades con pocas posibilidades de cura por falta de medios. Trabajos todos ellos muy poco gratos a los respectivos gobiernos que hostigan cuanto pueden.

Dos casos más. No he acabado de entender si es más peligroso defender los derechos de los homosexuales en Letonia o los de disconformes con el régimen en Argelia. El abogado argelino que pide explicaciones sobre torturas y desaparecidos se ha convertido en mi héroe de ayer. Voy a tratar de seguir más de cerca el trabajo de Amine Sidhoum. Reconozco que no tenía situada Argelia como un lugar con tal  cantidad de desaparecidos. Mi primera investigación sobre Amine, esta misma mañana, ya me deja mal sabor. Una condena de seis meses, hace casi diez años, por algo parecido a desacreditar una sentencia judicial. Un síntoma de la calidad democrática de ese cercano país del norte de África.

Es la tercera semana consecutiva que abordo asuntos relacionados con la defensa de los derechos humanos. Hoy empezamos el camino, un año entero, que nos conduce a esos aniversarios redondos que a veces dan para salir con fuerza en las ventanas principales de los medios de comunicación. Vale, sí, en 363 días estaremos ante el 70º aniversario de la declaración de Paris de 1948. No hay un minuto que perder. Vamos a intentar, entre todos, que la situación del año próximo no sea peor que la del presente. Creo que empiezo mi contribución, destacando en negrita en una entrada parca en nombres propios, a ese abogado argelino. Hay muchos más defensores. No todos abogados. Hagamos lo posible para su protección. En muchos lugares es realmente peligroso lo que hacen.







lunes, 4 de diciembre de 2017

Polaciones-Nueva York

Después del caso colombiano, tratado la semana pasada, tuve también ocasión de escuchar el testimonio directo de dos guatemaltecos que las Brigadas Internacionales de Paz acogen estos días en España. Derechos de los indígenas pisoteados por las multinacionales con la complicidad activa de los gobiernos nacionales de turno. Algunas de esas multinacionales son españolas. Unos pocos valientes que alzan la voz y ponen en peligro sus vidas y la tranquilidad de sus familias. Nada nuevo. Y aquí,  rodeados de imposturas diversas que impiden apreciar esas realidades tan duras y cercanas, pese al Atlántico que parece separarnos.

Uno de los activistas guatemaltecos pudo parecer en algún momento descortés por su atención a alguna red social desde su teléfono móvil. Al final se aclaró. Seguía las  noticias que llegaban de Honduras que apreciaba como positivas tras el recuento electoral. ¿Hemos seguido lo ocurrido en ese otro país centroamericano? No ha terminado la incertidumbre, pero hay cientos de detenidos, disturbios variados, toque de queda de doce horas diarias y algún muerto…

El mundo está muy malito. A pocas jornadas del aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, no parece que hayamos aprovechado muy bien esos 69 años transcurridos. Aquella reunión de Paris, de una Asamblea General de la ONU de 56 miembros, no recogió votos en contra y solo tres se abstuvieron: Unión Soviética, Arabia y Sudáfrica. Muy probablemente esa declaración sería hoy imposible.

No hay que cruzar ningún océano, en casa, en la más grande o en la pequeñita, regional, tenemos ejemplos a diario para provocar vergüenza, ajena y propia. No frecuento demasiado la política regional. Hay algo en ella muy parecido al agua estancada. Puede haber ángulos desde los que solo se aprecien plantas de algún valor decorativo pero el olor de fondo es muy insano. Ha regresado una plaga que causó mucho daño al inicio del régimen democrático postfranquista. Están de nuevo aquí los tránsfugas. En otras épocas más castizas se les llamaba chaqueteros y creo que me gusta más esa denominación.

Al mal intrínseco de la perversión del voto popular, base de cualquier régimen democrático, se añade la práctica transversal. Citando poetas malditos, aquí no se salva ni Dios. Los que acusan en el Ayuntamiento de la capital son acusados en el Parlamento autonómico. Todos iguales. Las voces discrepantes internas al congelador… Conclusión nefasta para alguna posible regeneración. Nunca he criticado seriamente al presidente Revilla. Muy controvertido. Mucha cal y mucha arena o todo lo contrario...He dicho que no me gusta, especialmente su vertiente showman, pero que la alternativa era peor... todavía no me había llenado el gorro.

Puede dar los sermones que quiera en las cadenas de televisión que le hacen la ola. Es impresentable su cinismo. Tenía una prueba personal sobre su comportamiento de fondo, totalmente pasivo, en torno al caso de un inmigrante africano menor de edad y el trato recibido en esta comunidad autónoma. La vicepresidenta Díaz Tezanos, a quien algún día pude incluso admirar, ya se retrató con ese mismo caso… El comportamiento de ambos en el tema del apoyo recibido del diputado Carrancio para conseguir que los presupuestos regionales no naufraguen el primer día, es intolerable.

En el lado de la vicepresidenta solo se le puede aplicar, y a quienes se aprovechan de la situación de su partido, lo del convento y lo que les queda de estar dentro. La otra cara de la moneda está en ver la decisión de quienes han obtenido respaldo mayoritario de la militancia. Si quieren mantener alguna credibilidad tienen que cortar cualquier amarra con ese sindicato de intereses en que han convertido a su partido los que lo han dirigido hasta hace unos meses. El caso de Salvador Blanco en Sodercan y ahora en Sidenor no admite dilación ni bálsamo para bebés.

Y un más difícil todavía: Revilla se va a Barcelona. Madrid ya está en el bote. ¿La próxima escala en la calle 42?  Empiezo a ver a Revilla con el balón de Chaplin en aquella famosa película... Iceta, candidato socialista a la Generalitat de Catalunya, no gana nada con una foto con Revilla. La transversalidad de su propuesta, que quiere ser catalanista y de izquierdas, debe tener algún límite.