lunes, 29 de abril de 2019

El día después


Estas pocas horas quizá no sean suficientes para enmarcar lo sucedido ayer. La expresión, una vez más, de la voluntad popular -14 elecciones legislativas después de la muerte del dictador sus partidarios entran por la puerta grande, aunque más estrecha de lo previsto, en el Congreso de los Diputados. Esa estrechez se traduce en un triunfo de la izquierda también magro. La explicación inmediata, en la campaña electoral. Y en el centro de la misma unos debates televisados más bien penosos. El candidato que parece haber resultado mejor, incluso para el New York Times, a mí no me resulta creíble. En su partido se han producido purgas en el mejor estilo Beria/Stalin. A mí me purgaron hace exactamente cuarenta años. No necesito más. Los otros candidatos, en la versión televisiva, podían haber sido sacados de teletienda, ninguno me gustó tampoco, pero he votado.

La primera vez que voté tenía 27 años. No pude hacerlo antes.  Ahora han votado muchos que no suelen hacerlo. Bienvenidos. Las orejas del lobo asomaban con más claridad que otras veces… No me he abstenido nunca. El franquismo me robó nueve  años de derechos civiles. Conservo muy bien la memoria de cómo era aquello. Y el nacionalcatolicismo, y el sexo como pecado, no solo en la iglesia, también en el código civil. Ahora que tenemos reconquistadores en el Congreso, puedo rememorar no solo a mi madre, también a mis hermanas, saliendo de casa con velo el domingo por la mañana, camino de la misa obligatoria.

Además de aquellos cuatro candidatos televisivos y el neofascista, prohibido por la Junta Electoral, y que tiene ahora un grupo parlamentario de 24 diputados, en esta circunscripción se podía elegir a un candidato regionalista. El PRC protagonista del último cuarto de siglo en la vida política regional, se ha presentado pocas veces a las legislativas. Uno de los actos  más llamativos de  la campaña electoral regionalista sucedió en el puerto. Y además del presidente Revilla y el candidato Mazón, estaba presente, confirmando pertenencia, Jaime González, presidente de la Autoridad Portuaria.

Le conocí en diciembre en una reunión concertada para tratar sobre el tráfico de armas a un país en guerra, Arabia, desde este puerto. El Parlamento regional había censurado ese tráfico y organizaciones de la sociedad civil a las que pertenezco habíamos convocado movilizaciones sociales cada vez que un buque saudí atracaba en nuestros muelles para llevarse esas cargas. Es difícil asegurar que esos tráficos ya no se producen aunque se ha terminado la regularidad con la que lo hicieron el año pasado.

El candidato Mazón, ya diputado electo, era miembro del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria en su calidad de consejero del Gobierno regional. No consta su oposición a esos tráficos indignos. No conozco si la campaña regionalista ha tenido asesores profesionales. Hay apuntes hacia una cuestión militante y voluntaria,  pero el resultado es magnífico aunque la expectativa anunciada, a veces, era superior. El mayor miedo en el PRC, hoy, es lo que a veces se llamó en nuestro país el hecho sucesorio.

La cifra de 1.000 millones de euros en los que Revilla, de formación inicial economista, ha cifrado el coste del potencial apoyo regionalista a la formación del gobierno de España veremos en cuanto se rebaja. Con el PRC en el Congreso es cierto que entramos en otra liga, pero si cada voto del congreso costara lo mismo, el gobierno nos saldría por un tercio del PIB. Si eso pudiera ser real, Revilla o el PRC, hasta ahora era lo mismo ¿no habían hecho cuentas antes?

En cuatro semanas volvemos a las urnas. El PSC ha ganado ayer en Cantabria y en todos los municipios más poblados empezando por Santander. Vuelve a enviar tres senadores a Madrid y eso no ocurría desde hace un cuarto de siglo. Pero extrapolando los resultados de ayer no hay garantía de que se pueda repetir un gobierno regional PRC-PSC ni la brutal derrota del PP en la capital puede confirmar que finalmente en Santander se produzca la primera alternancia en el gobierno local desde…casi el principio de los tiempos.

El papel de los votos en Santander, en Cantabria y en el conjunto de España de las confluencias a la izquierda del partido socialista, puede dar para un extra que ya no será del día después. Quizá de 48 horas más tarde, o de 72…

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