El pasado sábado utilicé un viejo documento de Word para
crear uno nuevo. Lo hago algunas veces y busco en la carpeta adecuada, en la
que quiero archivar el nuevo. El nombre del antiguo era irresistible: Presidente Revilla, y acababa de escuchar
en la radio cómo el mencionado, con su voz inconfundible, cantaba una ranchera.
Sigue sin cortarse un pelo y canta en México, probablemente en presencia de un
profesional como Silvio Rodríguez…
¿Será Revilla el Elegido? “El que
mataba canallas con su cañón de futuro”? La letra de esa canción le va grande a
nuestro presidente, pero de momento ha sido el elegido del presidente electo de
México. No es poco. Aquí, a su vuelta,
se encuentra una encuesta que pone en duda todo.
¿De qué iba mi documento de Word titulado Presidente Revilla? Conviene advertir
que el documento es de noviembre de 2016 y en él, y a raíz de un caso de un
menor extranjero no acompañado, que no había sido tratado conforme a derecho
por la administración regional, como la Justicia señaló con posterioridad, un
grupo de trabajo ciudadano al que pertenezco, le solicitaba una entrevista.
Veinticinco meses después seguimos esperando. Hay agendas muy cargadas.
Otra de esas agendas ocupadísimas es la del presidente de la
Autoridad Portuaria. El mismo grupo de trabajo ciudadano lleva ocho meses
esperando para una entrevista con él. En este caso vamos a distribuir la
responsabilidad entre todos los consejeros. Si el próximo día 13, el Consejo de
Administración de la Autoridad Portuaria de Santander no se dirige a la
Abogacía del Estado solicitando informe sobre la legalidad de los tráficos de
armas y explosivos que la naviera estatal saudí Bahri mantiene desde este
puerto, todos, no solo el presidente, serán corresponsables de lo que venga a
continuación. ¿Alguno de ellos es tan fan de Silvio que está convencido de “que la guerra era la paz del futuro”?
El 8 de octubre me publicaron en El Faradio un artículo titulado el tiro de gracia en el Mediterráneo que
enlazaba con la proyección en Santander del documental Radio Malta. Los hechos en los que se basa el documental
ocurrieron en el verano de 2006. Ahora se han repetido en parte. El patrón del
pesquero alicantino Nuestra Madre Loreto
es hijo del patrón del Francisco y
Catalina. Como familia pueden estar orgullosos todos. Las dudas sobre qué
hacer con los náufragos o declaraciones que incluían Libia como puerto seguro…
¿mejor olvidarlas? Hace poco más de un mes la entrada a este blog
terminaba así: “Cuando crezca el voto de extrema derecha todos mirarán para
otro lado. Dos caras y muchas cruces.”
No es posible terminar hoy sin mirar hacia Andalucía. Los
análisis precipitados no servirán de gran cosa, pero algunos datos son
irrebatibles. Finalmente puede llegar la necesaria alternancia a la tierra de Susana Díaz. Hay un rasgo diferencial
del centro-derecha español: Los discursos de anoche no ponían reparos al pacto
con los neofascistas. Es urgente que Macron
y Merkel impartan por aquí un
seminario a sus colegas. Si queda algún reflejo de vida inteligente entre los
demócratas sin complejos, hay que valorar un dato positivo: Quedan seis meses
para las citas electorales de mayo. Y las legislativas no serán más tarde. Se
puede estudiar y aprender mucho. De lo ocurrido en Andalucía y de lo que lleva
ocurriendo en Catalunya mucho más tiempo.
(*) Canción de Silvio Rodríguez
Los 'elegidos' tenían, me parece, un halo místico que les hacía particularmente gratos a Dios/los dioses. Nada que ver con el cargo 'electo', que tal vez sea el menos membrillo de una lista de merluzos. Pero la democracia era esto, y con esto hay que apechugar, según parece. Ya nos abstenemos alrededor del 50%, y la otra mitad bascula a instancias de la 'indignación' o del 'está clarísimo que'. Pues bien, ambas instancias son absurdas y solo así cabe explicar que individuos como Revilla y Torra sigan desperdigando gracejo y muermo, respectivamente. Pues con su pan se lo coman, y en 4 años volvemos a charlar acerca de los 'electos', que con toda probabilidad no serán selectos, pero sí banales y veniales.
ResponderEliminar