viernes, 25 de octubre de 2019

Y todo lo demás


Las protestas desatadas en Catalunya como respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes soberanistas lo han ocupado casi todo en los últimos diez días, pero hay más. Todo lo demás. La situación en Chile, o en Líbano y asuntos mucho más cercanos que se escapan como el humo de los contenedores incendiados en Barcelona, a más de mil euros cada uno.

Una organización como Cáritas, que no está ligada a ningún Comité Central de ningún partido bolchevique, acaba de publicar un informe demoledor sobre nuestra actual  situación social. Pobreza, exclusión, acceso a la vivienda o a la posibilidad de calentarla en invierno muy difícil, con tendencia a lo imposible, para amplias capas de la población… Divorcio, como nunca en el último medio siglo, de la cualidad de trabajador  con la realidad de pobre de solemnidad…

Pobres, más que pobres, quienes han tenido que abandonar sus países por distintas causas, muchas ligadas a la pobreza y el hambre, y en otros casos a la guerra. Nuestra ciudad, aparentemente tan tranquila, tiene la posibilidad de encontrar de todo en cuanto se rasca un poco. Siempre ha sido una ciudad con enorme contraste entre el escaparate y la trastienda. Pues a escasos metros de una de las cumbres del escaparate, la sede del banco local y global, en los Jardines de Pereda, no es difícil trabar conversación con excluidos de todo. Mi experiencia avala que son gente tranquila, pacífica y preparada.

En el templete, donde alguna vez actuaba la Banda Municipal de Música, se refugian jóvenes albaneses que tratan de alcanzar el Reino Unido. Nuestra ciudad es frontera exterior y lo va a ser más después del Brexit. Nuestra ciudad está muy cerca de la guerra. En catorce meses, desde marzo del año pasado a mayo del presente, ocho buques saudíes han cargado armas y explosivos que se emplean en la guerra de Yemen. No somos ajenos a nada aunque a veces nos quieran convencer de que muchas de esas cosas no tienen relación con nosotros.

A la vez, con horas de diferencia respecto al informe de Cáritas, el Credit Suisse nos informa de que nuestros ricos son más y más ricos. Tenemos casi un millón de millonarios. Más de cincuenta son milmillonarios en euros. Somos una potencia mundial en millonarios. La décima potencia. Dos caras de lo mismo. En el número 15 del ranking nacional de millonarios figura Ana,la presidenta del banco local y global, y en el 30, el tío Jaime, juntos escalarían hasta el #8. Probablemente, algún día del año, no saben qué hacer con tanto dinero. Otras dos caras: Concentración de pensionistas en Madrid. Parece que el aporte de Bilbao es unas veinte veces mayor que el de Barcelona. No hay ninguna correlación con el volumen de población de cada uno de esos lugares. Otra dimensión del procès.

Y el traidor, lo hemos dicho poco, hay que repetirlo, hay que llamar por su nombre al dictador, el general traidor, ha sido finalmente desalojado de un lugar que no le correspondía, un lugar que compartía con miles de sus víctimas ¿Tarde? Mucho. Pero siempre hemos dicho que mejor tarde que nunca. Tras la aprobación de la Constitución, hace casi 41 años, no tenía ningún sentido que el traidor, sus restos, reposaran allí. Hemos tardado demasiado y el jueves 24 de octubre ha visto algo parecido a un aquelarre fascista. Muy minoritario, pero aquelarre. Menos mal que no ha habido ningún accidente. El mayor de ellos, que una familia que debería vivir en el exilio y de sus trabajos, se ha colado de nuevo en nuestras vidas. Una prueba aritmética de todo lo que nos falta para  la normalización. Sí, ochenta años después.

Y todo el espectáculo en precampaña electoral ¿A favor de quién? La factura por la responsabilidad mayor de la nueva cita electoral no vamos a conocerla hasta el 10 de noviembre. Paciencia.



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