miércoles, 18 de septiembre de 2019

Repetir


Como todo cabreo, como toda tristeza, como todo duelo, necesitamos un tiempo de digestión. Ojala el 10 de noviembre no tenga significado electoral. Así terminaba la entrada anterior. La expresión árabe de deseo -si Dios quisiera…- se ha marchado por el desagüe y…ya! Cuando hagamos esa digestión, mi propuesta es que todos y cada uno de los ciudadanos repitamos nuestra opción de abril pasado. Que no aumente ni disminuya la abstención, que no haya un solo voto trasvasado de una opción a otra. Que con el mismo resultado traducido a los mismos  escaños los mismos dirigentes nos vuelvan a contar sus milonguitas. Yo, tragándome mi cabreo que tiene cierto volumen, lo voy a hacer.

Como al resto del personal –excluyendo a esos 350 que han cobrado varios meses por no hacer su trabajo- lo cual no le ocurre a casi nadie más, le preocupan cosas reales, voy con lo mío. Las personas que no somos esferas puras, la mayoría, todas de hecho, aunque muchas no lo saben, tenemos varias caras y sus aristas correspondientes y los intereses que toca defender, y sus prioridades. En inicio de temporada, ahora que estoy fuera de la vida activa me doy más cuenta de todo lo que marca el calendario escolar, y las ligas deportivas y… O sea, que el 1 de septiembre es más año nuevo que el 1 de enero.

Mis prioridades de la nueva temporada, sujetas al núcleo familiar, pasan por ocuparme más de mis nietos. No puede ser más agradable el encargo. Ellos van creciendo y hay que trabajarse la memoria. Ya saben, esa idea de inmortalidad que no pasa por vivir eternamente sino porque te recuerden, a ser posible con cariño. Si esa fuera una creencia universal, quizá la parte del universo en la que vivimos funcionaría mejor.

Prioridad dos, pero muy en paralelo con la uno: Avivar a diario el fuego doméstico. Hace casi 42 meses que la vida me dio una segunda oportunidad. Estoy seguro de no haberlo hecho bien todos y cada uno de esos más de mil doscientos cincuenta días, pero la intención, como los propósitos de año nuevo, es hacerlo mejor.  Pedirle a la vida terceras oportunidades se lo dejo a actores de Hollywood o a políticos españoles con mando en plaza.

Y tres, lo demás. #Restodelmundo. Practicar más la charla con amigos, el activismo social y darnos la mejor vida que podamos. Podría haber opciones más monacales pero esa no ha sido mi elección. Acabo de volver de pasar una semana en una ciudad que me apetecía mucho conocer, que es muy recomendable conocer, sobre la que pienso escribir sin mezclar mucho, espero, el tema de la actualidad de aquí. Esa ciudad es Estambul y a las pocas horas de llegar ya mantenía una reunión sobre un asunto en el que he trabajado personalmente bastante, la exportación de armas desde nuestro puerto a Arabia, que las usa en su guerra en Yemen.

En lo que he trabajado es en aumentar la presión ciudadana para que esa actividad cese en el puerto de Santander. No tenemos muy buenas noticias de nuestra denuncia judicial… Y por otra parte, la presión ciudadana en los puertos, primero en Bilbao y después aquí, ha hecho que se haya iniciado otro proceso. En los primeros días de este mes pasó por nuestros aires uno de los mayores colosos de la aviación. Un Antonov. Hace unos años utilizaron nuestro aeropuerto, creo recordar que con motivo de una huelga de transportistas. Ahora han cargado armas o/y explosivos en la antigua terminal de Sondika, del aeropuerto de Bilbao.

Yemen. Esta tarde otra reunión sobre el tema y mañana la presentación de la cuarta edición de la carrera #Santandercorrepor, este año, Yemen. Eso. Activismo social, buscando mejorar algo el funcionamiento de este universo que tiene muchas posibilidades si las administramos mejor.




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