Aclaradas las prioridades de la nueva temporada en la
entrada anterior, cabe confesar que la última escapada en el terreno de
disfrutar de la vida el máximo posible, ha sido a ver cine. Dado que la
situación política trata de rivalizar con el denominado séptimo arte, como
siempre, mejor el original. Cine, cine, cine.
Tenemos muy cerca uno de los grandes acontecimientos
europeos, el Festival de San Sebastián, y tengo la sensación de que no nos
acercamos todo lo que resulta posible. También, por seguir confesando, la
primera película vista, viernes tarde, ha sido un documental titulado Varados, que sitúa su narración en el
atasco sufrido en Grecia por personas que huían de Siria, Irak, Afganistán…el
título es absolutamente certero. Sigue habiendo miles de personas en Grecia en
esa situación, varados, sin saber si van a moverse ni en qué dirección. El
jueves habíamos visto en Santander un documental, Shadow World, que trata de la otra cara de esa misma moneda: El
comercio de armas y su poder contaminante sobre ética y moral de millones de
ciudadanos en todo el mundo.
Otra de las películas vistas con enorme gusto, Blackbird, con un protagonismo más que
notable de una de mis actrices favoritas, Susan
Sarandon, pone en la diana de Hollywood uno de los temas sociales más
controvertidos de la actualidad en numerosos países: El derecho a una muerte
digna. Al margen del valor y cualidades de la película, insisto, lo
verdaderamente importante de cara al futuro próximo es que el cine mayor, el
cine que se distribuye al por mayor en los grandes circuitos, con actrices
cotizadas como Susan o Kate Winslet,
o el protagonista de Parque Jurásico, Sam
Neill, rostros conocidos por millones de personas en todo el planeta, plantean
durante hora y media, diferentes
aspectos de la vida y de la posibilidad de terminarla sin sufrimientos
añadidos.
La última a la que pudimos asistir, ayer mismo, es una
película mejicana que, en conjunto, creo que es la que más me ha gustado de las
seis vistas. Workforce también habla de
la vida, nada buena, de un puñado de familias mejicanas que cotidianamente
sufren bastante en silencio, que tienen un sueño y despiertan desahuciados y
que escapa del tratamiento maniqueo de que los pobres deban ser buenos por
naturaleza. Algunos pobres, muy hartos del trato recibido, dejan de ser
honrados. Al margen están los cuentos de hadas.
Eva Green, en su papel de astronauta francesa
en Próxima, creo que ha sido mi mayor
sorpresa. Ella y la película que interpreta. Creo que es bastante más de lo que
pocos discuten ya: Cómo la mujer tiene que poner en diferentes asadores, mucha
más carne que los hombres, para alcanzar el mismo nivel profesional. Una
película española, La virgen de agosto,
tiene alguna frescura y se deja ver. Sin más, en mi opinión. El mes pasado, en
un programa de radio, recibí una impresión más favorable.
La decepción, entre mi media docena de películas vista en 48
horas –no estoy seguro de que eso sea bueno- ha sido Das vorspiel. Probablemente no he entendido lo que la directora nos
quiere transmitir con su obra. No será su culpa. Puede que en la mañana del
domingo hubiera mejores cosas que hacer que meterse en el Kursaal aunque, de
hecho, había amanecido lloviendo en San Sebastián. O que ya estuviera empachado
de cine. Las tensiones, la búsqueda del éxito, el hecho de que adultos que
parece que han alcanzado sólidas posiciones profesionales crean que son
infalibles en todo tiempo y lugar… No me interesa demasiado. Rechazo quedarme
con un cliché antigermánico de tres generaciones, al menos, de la misma
familia, con graves problemas psíquicos…
Y sales del cine, enfilas la A8 hacia el oeste, y te enteras
de que como éramos pocos, parió la abuela. Que conste que Errejón es un tipo que me cae bien. Y que este mismo mes, en este
mismo blog me preguntaba: Hay necesidad de otra formación política
entre el PSOE y Podemos? Carmena, Errejón , y
tantos otros/as van a jugar en política estatal? Ahora que el gran timonel de la coleta
empieza a admitir, a su estilo, que poner a Echenique de negociador supremo no ha sido una buena decisión,
prepararemos una campaña electoral en positivo? Me suena un bolero, o algo
parecido. Lo dudo.
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