martes, 26 de diciembre de 2017

2017 al hoyo

Última entrada de este año que se acaba. La 372. La próxima será extra, con la felicitación, que los descreídos guardamos, atravesando como podemos los belenes y los tannenbaums, hasta el final del año. De los acontecimientos de la semana pasada que le trataba de explicar a mi nieta, el más favorable es un resultado futbolístico que no pasará a una historia digna de mayúscula. Pese a los negocios poco claros de Florentino aquí y en Guatemala, pese a que aquel enorme jugador que fue Xavi Hernández intente rivalizar en declaraciones insustanciales con otro clásico, Sergio Ramos. Y la lotería, que no ha tocado a ningún familiar o amigo cercano, no puede ser noticia. Eso es lo que ocurre cada año.

Y el tercero, el conflicto abierto y que el resultado electoral no cierra en Catalunya. Hay esfuerzos múltiples para explicar un resultado tremendamente similar al de hace dos años. No he visto la famosa prueba del marciano… Un extraterrestre que llega a este planeta y … con lo de Trump, con lo de Siria, con lo de Palestina, con lo de Honduras, con lo de Fujimori… con lo de las pensiones argentinas y locales ¿puede haber un extraterrestre que se interese por el conflicto catalán?

¿Qué se le puede contar al marciano? Empezar por el tricentenario de la Nova Planta? No, ese hilo histórico no creo que le interese, ni a mí. Sin ánimo de casi nada, en esa época los habitantes de Boston, o eran esclavos o indios o colonos blancos sometidos al rey de Inglaterra. Lo digo por lo de revisar situaciones de hace tres siglos, claro que ahí tenemos Gibraltar. Del mismo momento.

Y si al explicárselo al marciano lo vamos entendiendo todos? No, no es fácil. El resultado, como en el fútbol, es lo que importa. La sociedad catalana está empatada. Lleva así algunos años y no hay desempatador que la desempate. Puede haber aprovechados/as, ¿y dónde no? Los vendedores de crecepelo lo tienen mal con los descreídos, y nos da igual que el envase sea naranja o amarillo.

Los más radicales de los dos extremos son quienes más han perdido. No es la peor noticia. Haciendo abstracción del meridiano de la soberanía, los conservadores barren en el nuevo Parlament. Algo que la coalición electoral de 2015 ocultaba a medias. Y el batacazo de la izquierda, en conjunto, tiene la misma dimensión y sentido contrario. No puede ser de otra manera. ¿Soluciones? Al marciano no sé si se le va a ocurrir pero parece que ninguno de los que han llevado a los catalanes, y al resto, hasta donde estamos ahora, tiene capacidad para sacar/los/nos de ahí. Incluyendo a la alcaldesa Colau, que a fuerza de nadar y guardar la ropa se ha quedado medio ahogada y despullada, que es una forma de decir desnuda que ofende a mi corrector.

Después de expulsar a los socialistas del gobierno municipal, el PSC es la primera fuerza de izquierdas en la ciudad. 50.000 votos más que los Comunes. Ganan en los diez distritos a la formación de la alcaldesa. Probablemente ya habrán tomado nota. En Barcelona y en Madrid. A mi todo esto me coge ya con una edad irreparable. Empiezo a no creer en nada, absolutamente en nada, que no tenga en el codo a codo, en los familiares directos, en los amigos verdaderos. Activismo social que ha llenado una parte notable de mi tiempo libre, del activismo político casi no me acuerdo,  empieza a llenarme de dudas.

He participado en una mesa redonda que abordaba problemas, graves, de los refugiados sirios en Jordania, aquellos que además de su condición de refugiados arrastran algún tipo de discapacidad… creo que no sirve de mucho lo que hacemos. He escrito, como cada final de año, tres postales a otros tantos encarcelados en el mundo, dudando cada vez más de su efectividad. Consciente de que es un balance de fin de año poco optimista. Intentaré recuperarme en las pocas jornadas que quedan.


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