Entrada publicada hoy en Aquí Diario Cantabria (*)
Antes que cualquier otra cosa me distraiga quiero advertir a mis lectores que si están leyendo esta columna en papel, el día en que aparece, o sea el domingo día 13, es el cumpleaños de mi hermano. Como era el mayor, se puso el mundo por montera y le dio por nacer dos días antes de que un incendio destruyera la ciudad, incluso la casa de la calle Puerta de la Sierra, en la que había nacido. Pero no sólo eso.
Al acabar en uno su año de nacimiento, era el primer aniversario redondo de la proclamación de la II República. Y aún más. Ni se le ocurrió pensar que iba a tener que compartir aniversarios redondos, a partir de 1981, con la locura de unos elementos que intentaron salvarnos a todos de una vez.
Si hubiera alguna filtración y alguien lo leyera antes, pongamos el sábado 12, en versión digital semiclandestina, también coincidiría con el cumpleaños, menos redondo, de una de mis hermanas. Y si alguien lo lee unos días más tarde, el miércoles 16, en versión digital, que sepa que tal día era el cumpleaños de mi madre. De seis personas en casa, tres cumplían años en cuatro días. Así estaba de mal repartido todo y eso que cuando nació mi madre los bolcheviques ya gobernaban en parte de Rusia.
Y ahora me podría dedicar a la remodelación protagonizada por un sector de la izquierda que se autodenomina patriótica vasca, no me da la gana otorgarles la franquicia. Hay sectores de esa izquierda que rompieron con el terrorismo hace mucho. A algunos les ha costado la vida. Esa parte que rompe y no rompe con la banda y que ahora se llama de otra manera, nos dará trabajo en las próximas semanas. A algunos sectores del PP ya les está dando sudores.
Pero mi figura semanal es un exministro de Aznar. Catalán de nacimiento, izquierdista de joven, que comparte apellido con un jugador del Barça y de la selección que parece que está aprendiendo a bailar la cumbia y se irá con el caimán para Barranquilla en cuanto tenga un rato. El otro Piqué, Josep, que llevaba un tiempo en la discreción, presidiendo una compañía aérea de nombre extraído del “from lost to the river” del que se hablaba aquí la semana pasada. Ese Piqué, que seguramente cobra más de mil euros al mes, conjuga el verbo prever como si no hubiera adquirido el graduado en Secundaria.
Por dos veces y en dos tiempos distintos, 2x2=4, mete el gambón. Preveyó por previó y preveyera (supongo que será con y) por previera – mi corrector se indigna por forzarle a poner palabros- y eso que Antonio San José intenta reconducir la gramática a su cauce. Buenos son ellos. El video todavía es visible en la red. Es lo que tiene Internet. El programa era el de Susana Griso en Antena 3 y yo lo escuché originalmente en alguna radio. Ya no soy fiel a la de siempre.
http://www.ondacero.es/OndaCero/noticia.do?titular=&id=11021014&hit=1&automatic=true
El mantra, ahora que Rodrigo Rato ha sido pillado sin carrito, ya no es que el gobierno no se enteró de una crisis que venía. No. Eso ahora casi se disculpa. Pero la negaron. La próxima vez que vaya a venir una crisis que haga el favor, quien quiera que sea el presidente del gobierno de este Reino, de reconocerla y admitirla antes de que sea intuida. Y si Acebes ya ha desaparecido, que lean sus memorias. Es aquello de no meterla por si se sale.
(*) Esta entrada requiere un anexo. Hay semanas en que el mundo se acelera
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