martes, 30 de noviembre de 2010

Latitudes (Colombia 4)

Esta entrada ha sido publicada en Aqui Diario Cantabria el 28 de noviembre de 2010
Los avances tecnológicos permiten, incluso a los aficionados, realizar lo que hasta hace muy poco hubiera sido considerado imposible. Puedo escribir desde el pie de la Sierra Nevada de Santa Marta, Caribe colombiano, literalmente en la base, en un poblado cuyas casas puede que no tengan buen aspecto, pero tienen agua, electricidad y wi-fi, pronunciado medio bien y no como en España.
He podido ver el triunfo del Barça en Atenas acompañado de dos catalanes, uno de los cuales vive en Nueva York y el otro en Menorca. Sorpresa mayúscula. Son los segundos que en tres días me preguntan por el presidente de mi Comunidad autónoma. El anterior fue un piloto chileno en una playa cercana a Cartagena. Había visto a Revilla en televisión.
Esto es globalización en directo. Cuando se pueda leer esta columna en papel yo estaré descendiendo, si todo ha ido bien como es de esperar, de la ciudad escondida de los tayrona, en el Parque Nacional de la Sierra Nevada de Santa Marta y en Cantabria, afectada por una ola polar, ya habrá abierto la estación de Braña Vieja. Y algunos de nuestros políticos siguen actuando como si las noticias viajaran en la patita de las mensajeras.
Uno puede acercarse a la línea ecuatorial y seguir, casi al minuto, las dosis de perversión de cada cual son la única limitación, las ocurrencias del dirigente de la oposición, hay que llamarlo de alguna manera y algo debe dirigir.
Pero lo que debo reconocer que ha conseguido sobresaltarme y no lo esperaba, es la aventura, no equinoccial, del alcalde capitalino. Una tele a su servicio y encargada a un compañero de partido, al que quizá se le deba algo. Sé que mi originalidad es escasa y que ya he usado el truco en un momento desde junio pasado cuando esta publicación vio la luz. A pesar de que no viajo con mi ordenador de sobremesa recuerdo que voz del diccionario de la RAE añadí a una de mis columnas: Era demagogo, y seguramente dio la casualidad que iba dedicada a alguien del PP.
Ahora voy a copiar y pegar otra. Es alcaldada y en su primera acepción dice: Acción imprudente o inconsiderada que ejecuta un alcalde abusando de la autoridad que ejerce. Íñigo, con el episodio televisivo sigues la estela, nada menos, de Hormaechea. ¿Recuerdas cómo salió de la vida política o eras muy joven? Por cierto, nadie, catalán ni chileno me ha preguntado ni por Diego ni por ti en este viaje.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Bicentenarios (Colombia 3)


 Esta entrada ha sido publicada en Aquí Diario Cantabria el 22 de noviembre de 2010
Por la mañana del día que Portugal nos castigó severamente escuché una canción que me ha hecho reflexionar sobre las esencias. El estribillo decía algo relacionado con el orgullo de ser un buen colombiano. Yo estaba subiendo en el funicular de Montserrate en mi segunda mañana en Bogotá y me dio por recordar al recién fallecido Berlanga y mi película favorita, entre las suyas, “Bienvenido Mr. Marshall” y la coplilla aquella de os recibimos con alegría y la pronunciación castiza de, Michigán, con acento en la a. Aquella España, tan bien retratada por Berlanga y Bardem en muchas otras películas que también tuvieron cierto éxito pese a la masiva presencia de la “españolada”, tiene una imagen popular.
Pero algo hemos hecho muy mal colectivamente durante mucho tiempo, al pie de 200 años, para que las celebraciones que se avecinan, que ya han empezado en Cádiz para conmemorar la reunión de las Cortes que elaboraron la Constitución de 1812, no tengan nada que ver en sentido cívico con las que se desarrollan al otro lado del Atlántico.
En este lado, desde el que tengo la suerte de escribir, lo ocurrido hace 200 años se vive con auténtico fervor. ¿Qué pasó con el nuestro? ¿Dónde está el culto a nuestros liberales? Dónde está la calle Espartero, la de O’Donnell, la de Madoz, la de Mendizábal, y tantos otros? Cómo es posible que en ciudades como la nuestra quede una calle de la Falange Española o del general Mola y nos falten los otros? Cómo se va a interiorizar la revolución liberal, por escasa y mediatizada que fuera, sin los símbolos?
¿Quién va presidir el carnaval de 2012? ¿Teófila, Rajoy, o Esperanza Aguirre? Por cierto, la presidenta madrileña tiene una doble en Bogotá. He sucumbido al realismo mágico que aquí es realismo a secas. Es más baja, va en silla de ruedas y tiene montado un karaoke en plena calle, en la carrera 7, a unos pasos de la Plaza de Bolívar, el Libertador. Pero en lo demás, incluyendo el tono de voz, podía ser ella.
Las secuelas de la crisis no van a dejar organizar nada medianamente serio en el corto plazo que resta. Penoso. Dejar pasar de largo el bicentenario de nuestra primera constitución, en 1812 sólo los EE.UU., Francia y Haití, si Haití, habían pasado por un proceso semejante, es otra pérdida semejante a la del Plan Marshall caricaturizado por Berlanga. Seguiremos.

martes, 23 de noviembre de 2010

El Tajamar (Colombia 2)

El viaje a Barranquilla, desde Cartagena, ha durado una hora y media. Una furgoneta de once plazas, bien aprovechada. Pocos turistas extranjeros. Este tipo de transporte debe componer un circuito para iniciados. Me ha recordado los "taxi pirata" de hace cuarenta años en España pero con vehículos  muy aceptables. Lo mismo que el precio, ya que es un puerta a puerta, de hotel a hotel, con lo cual se ahorra el importe de los dos transportes, taxi normalmente, en origen y en destino. Mañana por el mismo medio a Santa Marta. 25.000 pesos cada uno de los trayectos, unos 10 euros cada uno.
¿Qué he venido a hacer a Barranquilla? Pocas guías deben recomendar una parada aquí. Yo quería ver la desembocadura del río Magdalena. Misión cumplida. Y de qué manera. Es de esas veces en que las cosas deciden salir bien o que las energías positivas de la Negrarosalindapuntocom o el dios de Nelson de Playablanca se han puesto al curro.
He llegado al hotel pasadas las dos de la tarde. Ya había preguntado en recepción por un restaurante cercano para un almuerzo de nativos. Ayer en Bocagrande me quedé sorprendido de lo bien que se puede comer por menos de cuatro euros a condición de no andarse con muchos remilgos a la hora de establecer la blancura del mantel.
También le he comentado a Marcos, del Puerta del Sol, mi deseo de ver la boca del Magdalena. Antes de las tres ya estaba en el taxi de Tomás camino de las Flores el suburbio de Barranquilla donde desemboca el río.
En coche se llega hasta cierto lugar, pero quedan más de ocho kilómetros hasta la punta del tajamar. ¿Tajamar? Escollera, rompeolas, dique, que estrecha la boca del Magdalena para hacer que el caudal circulando más rápido (Asististeis a la clase de Física el día que explicaron lo de los caudales y las secciones de los tubos?) limpie de forma natural la entrada, la barra peligrosa, tan peligrosa que hoy mismo un carguero ha embestido el tajamar -ver foto del destrozo- y otro está varado en la orilla derecha.

Hay dos maneras de llegar a la punta -Bocas de Ceniza. En unas plataformas ferroviarias, que circulan por los carriles que se utilizaron para transportar las rocas calizas con las que se construyyó el tajamar, con un cierto horario y lentas y cayendo la tarde ... o en moto. Y ahí ha aparecido Chiqui Buitrago Plautt, os lo adjunto en su moto del Afrika Korps y si tengo tiempo en otro momento hablaré más de su vida y milagros. Marino, parapsicólogo, trabajador social, casi mercenario en Sudán, exiliado de su departamento por no aprobar a los paramilitares ... He pasado de turista a viajero en un ratito. Lo peor es que viajando por Colombia y hablando con su gente se le pierde respeto a García Márquez. Aquí las novelas están en la calle. Sólo hay que escuchar.

lunes, 22 de noviembre de 2010

once grados norte (Colombia 1)

Escribir desde Cartagena, Bolívar, Caribe colombiano, es ya un privilegio cuando habitualmente uno vive en el grado 43  del mismo hemisferio. Ahora veo que no tomé una fotografía de la casa que García Marquez tiene en esta ciudad, en un muy bonito lugar de esta ciudad. Pero la que se muestra está muy cerca. Hoy me acercaré a Macondo, camino de Barranquilla. Decidí pasar una noche en esa ciudad, camino de Santa Marta y del Parque Tayrona, objetivo último de mi visita a Colombia, básicamente por tratar de ver la desembocadura del río Magdalena.
De mi primer curso en Barcelona, hace 40 años, recuerdo una canción que cantaban mucho unos jugadores de rugby con los que simpaticé, aunque lo mío no era ese deporte. Si recuerdo bien la letra decía algo así: Tengo que subir, subir las aguas del Magdalena y llegar a Bogotá, para besar a mi morena. Ya sabía que el Magdalena propiamente dicho no pasa por Bogotá, pero el Bogotá, tributario del Magdalena, se ha puesto muy bravo la semana pasada. Lo que aquí llaman invierno parece que está siendo rudo. Ayer caminé media hora, por la orilla del Caribe, desde Bocagrande hasta el recinto amurallado, media hora, un par de kilómetros, a las nueve de la mañana, y llegué absolutamente desguazado. El museo naval del Caribe, sus maquetas, sus paneles informativos, su baño, consigueron reanimarme.
Esta primera entrada al blog escrita en tierras cálidas no puede terminar sin una referencia religiosa.
Ya me sorprendió en Bogotá el martes de la semana pasada. A las ocho de la mañana todas las iglesias que empecé a visitar estaban rebosantes de fieles.
El sábado por la noche, buscando un teatro en las Bóvedas donde iban a representar una obra de Darío Fo sobre Ulrike Meinhof, cancelada por enfermedad de la actriz, pasé por la iglesia de Santo Toribio, también llena. Como no quería molestar y el santo también tiene tirón para los cántabros aunque no seamos religiosos, volví ayer por la mañana. De haber tenido más tiempo me hubiese quedado a la misa de las diez que empezó con 8 minutos de retraso pero con un ambiente desconocido en el continente del que provengo.
Finalmente, cenando en Bocagrande, pese al televisor que emitía el partido entre el San Lorenzo y el River, el aire acondicionado, la algarabía tropical ... Me parecía que de fondo se oía el rumor de algo parecido a una misa. A la salida comprobé que mi oído sigue estando bastante fino. Una misa en plena calle estaba finalizando. Entre dos hoteles de lujo, el Hilton y el Caribe, en el sector turístico "pijo" de Bocagrande, los domingos a las 8 p.m. hay una misa para los rezagados.
También el viernes en Playa Blanca, Nelson, el mulato que consiguió que le comprara dos collares, prometió pedirle a "su" dios (Yo no le pregunté cuál era) que me proteja. Le dije que me hacía falta. También la negra Rosalindapuntocom, así se presentó mientras empezaba a masajearme la espalda sin permiso previo, ha quedado en enviarme energías positivas a cambio de unas ropas sucias.
Salgo para Barranquilla con menos peso en la maleta y todavía sin hablar de Adrián, el mulato del aeropuerto de Bogotá que nunca había volado; de Edison el camarero de la Puerta Falsa de Bogotá que asoció Santander a Racing en el minuto cero de la conversación; de Wilmer y su tío Gustavo que me estafaron 10.000 pesos (cuatro euros) en el fantástico viaje a las islas del Rosario y San Bernardo; de Rafael, que me explicó durante un paseo de dos horas las notas básicas de la historia local, seguramente pensando que le compraría una esmeralda, pero cuando volví a pasar por su tienda, para despedirme, no estaba. Tampoco he comentado nada de Renato, un piloto chileno, ni de Gerardo, un matemático de la misma nacionalidad, compañeros ellos y sus mujeres de excursiones divertidas. ¿Habrá tiempo? Supongo que si. Se va el caimán...

domingo, 14 de noviembre de 2010

La prudencia y la traición



Esta entrada ha sido publicada en Aquí Diario Cantabria el domingo 14 de noviembre de 2010 
 
Me tocó vivir el periodo de la Transición en Cataluña. No estoy descontento de mi actuación personal en esa etapa histórica. Aprendí mucho allí en aquellos momentos. Mis amigos saben que me hice adulto allí en todos los sentidos. Uno de los recuerdos imborrables de aquellos momentos tiene que ver con el título. Era el 11 de septiembre de 1976 y el gobernador civil autorizó un acto  de afirmación democrática a condición de sacarlo de Barcelona hacia una localidad del cinturón, Sant Boi de Llobregat. La sangre de otro 11 de septiembre, el chileno, estaba todavía fresca.
Uno de los oradores, Jordi Carbonell, al referirse a los mínimos aceptables para la nueva situación democrática que ya casi se tocaba, hizo esa referencia: Había que ser prudentes, en una determinada cuantía pero sin llegar a la traición a los principios básicos. Y así hemos llegado hasta aquí. Uno de los tenientes de alcalde de Santander ha defendido esta semana, en la radio, el urbanismo franquista en Castilla-Hermida y no se le habrá movido un pelo.
Llevo toda la semana dando vueltas al título. Las declaraciones del Papa, el presidente venezolano que no acaba de callarse, su embajador en Madrid montando numeritos, y desde el mismo lunes me retumba Agdaym Izyk. Cinco días más tarde todavía no sabemos el alcance exacto de la masacre. Y a la hora de enviar esta columna, tres periodistas españoles no lo están pasando muy bien entre la kommandantur marroquí y el aeropuerto de El Aaiun.
He escrito un post en mi muro de Facebook en el que nuestro Jefe de Estado probablemente no quedaba brillante. Cuando uno tiene un primo asesino, parece que los reyes de estos dos países vecinos son primos, ellos así lo dicen, quizá es bueno decírselo y repudiarlo, y no lametearse a la menor ocasión.
A mi la prudencia no me va a hacer traidor. Los tres mayores conflictos diplomáticos que mantiene España, casi los únicos, son con países autoritarios. Qué risa que sea Chávez el más demócrata de los tres ¿no? Esa trinidad puede ser excesiva para la nueva ministra, pero se sabe que tiene recursos. Le cayó encima una gripe mundial en las primeras semanas de su cargo en Sanidad y la toreó con garbo. Además, los asuntos con el Vaticano, curiosa curiosidad, no dependen sólo de Exteriores. Se puede y debe centrar en el primo del rey.
No se trata de sacar músculo de opereta como en Perejil. Pero si no somos capaces de articular una respuesta mundial que haga entrar en razón a Mohamed VI, quizá nos sobra todo el aparato diplomático. ¡Qué gran causa para los dos expresidentes que muestran a diario su incontinencia verbal! ¡Vaya  par de fantasmas! (No es el título de una comedia)

martes, 9 de noviembre de 2010

Los posos del té

Esta entrada ha sido publicada en Aquí Diario Cantabria el domingo 7 de noviembre de 2010



Otra semana con esa infusión que para mi es sinónimo de medicamento. No pensaba insistir, pero el jueves Gustavo de Arístegui, uno de los dirigentes populares más capacitados, espero que sea el próximo ministro de Exteriores si  alguna providencia no impide que Mariano llegue a la presidencia del gobierno, Arístegui ha venido a darme la razón, al decir que Esperanza Aguirre no puede tener mucha información sobre el Tea Party, el movimiento ultra que empieza a tener al Partido Republicano literalmente agarrado por los mismísimos.
Reconozco una precocidad en elecciones americanas difícil de igualar. Niño de pantalón corto, ya me interesé por la pugna entre Nixon y Kennedy de hace 50 años. Puras razones familiares que alguna vez ya he publicado. Uno de los hermanos mayores de mi padre, huyendo de las guerras de África y después de pasar por Cuba recaló en el área de Los Ángeles, donde se casó con una vasca de Lapurdi. Los tíos Ángel y Grace pasaron aquí el verano del año 60 y nos pusieron al tanto de muchas cosas. Entre otras, que había lugares donde elegían a los gobernantes y que un matrimonio podía discrepar en sus favoritos a la presidencia de su país. Mi tío era ferviente demócrata y ella más republicana, que en aquella época aquí no sonaba nada bien, pese al morreo que se habían dado el año anterior Franco y Eisenhower.
Después todo ha sido seguir los procesos electorales, nada sencillos de los EE.UU. He estado allí en varios años de presidenciales, 1988, 1996, 2000 y me sigue pareciendo un acontecimiento planetario, pese a la mala prensa que tiene la expresión después de haber pasado por la dicción de Leyre Pajín.
Quiero destacar un par de notas positivas entre lo ocurrido el martes en EE.UU. El repaso al presidente Obama es prácticamente habitual en elecciones de medio mandato y así lo ha reconocido el interesado. La memoria, frágil, nos impide recordar que el tercio de senadores elegido en 2006, el medio mandato del segundo periodo de Bush hijo, arrojó un 21 a 10 a favor de los demócratas –hubo dos independientes- y 20 a 13 en 2008, en el paroxismo de la victoria de Barack. Mientras que los que se renovaban ahora, los elegidos en 2004, eran 18 republicanos y 16 demócratas.
Bueno pues ahora, en Nevada y Delaware, dos representantes de la intransigencia, han sido batidas por los demócratas. Aviso a los republicanos moderados. Christine O’Donnell, 41 años, ahora que no ha sido elegida podrá profundizar en la idea ya expresada de que la masturbación es una infidelidad, (¿¿vicio??) y Sharron Angle, de 61, que confunde a los hispanos con asiáticos, y que cree que las ciudades americanas se rigen por la ley islámica, podrán seguir en sus casitas con jardín cocinando pavo para finales de mes. Alabado sea el Señor y buen viaje de vuelta  a su representante en la Tierra de visita en nuestro país.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Cocido party

 Sin pretender ninguna originalidad seguro que ya me habrá tocado escribir en alguna ocasión aquello de tener sobrepasada la capacidad de asombro. Pero siempre hay grados. Del mismo modo que es difícil creerse la maldad intrínseca de José Luis Rodríguez Zapatero cuando los que le describen como hijo predilecto de Belcebú son los mismos que primero habían hecho de él un felino sin garras, Bambi a secas. Del mismo modo es difícil sacudirse la imagen de tontita del haba de la presidenta madrileña, que alguien le puso alguna vez.
Pero ella hace lo que puede por mantenerse en el podio. Es muy partidaria de estar en el candelero, que hablen de ella aunque sea bien. Desde que fue concejala de Madrid y ministra de ¿Cultura? de ¿Educación? No voy a abrir mi buscador preferido para consultar los cargos de Doña Esperanza Aguirre. Mi propia memoria me recuerda el asunto aquel de la referencia de la susodicha a Sara Mago (sic) y varios más.
Parece que no hace mucho se ha declarado empedernida partidaria del tea party, el movimiento ultraconservador que recorre los Estados Unidos y que espera el próximo martes haber envenenado suficientemente a buena parte de la población de su país para sacar conveniente beneficio electoral.
Y ahí es donde vuelvo a creerme la posibilidad de que alguna vez hablase de Sara Mago. Si piensa que en ese movimiento que ella admira tanto podría encontrar un miligramo de comprensión, en forma de disculpa a la pederastia, con el manto de la libertad de expresión como pararrayos universal, va de cráneo y no tiene lo que se dice ni puñetera idea de los amigos que quiere tener al otro lado del charco. Aquellos que no admiten determinados comportamientos sexuales entre adultos, probablemente sólo contemplan la silla eléctrica para quienes abusan de menores.
Soy suficientemente contrario a la pena de muerte como para no defenderla ni contra pederastas babosos como un supuesto escritor que presenta programas en la tele pública en la que Esperanza manda como en su casa.
Veo que se me ha calentado el lenguaje. Me acerco a otro elemento de cuidado que ha llegado a la Academia de la Lengua, a mi nadie debe preguntarme la razón, nunca lo he entendido, y que acaba de hacer caja insultando al ex-ministro de Exteriores a quien no llega a los tobillos. Pero claro, Espe, comparar a Sánchez Dragó con Henry Miller está sólo al alcance de cerebros como el tuyo. Cerrando me llega la onda de que un tal P J Ramírez, famoso entre otras cuestiones por algún peculiar disfraz, también defiende la pederastia si el delincuente es de la panda. Pues vale, todavía no sé al detalle el papel que juega en todo esto un tal Boadella.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Al otro lado del Atlántico

Hoy todavía es lunes 1 de noviembre. Quizá cuando acabe esta entrada a mi blog ya sea martes 2. Ya se sabe que el primer martes después del primer lunes, en noviembre, y en los Estados Unidos, a veces pasan cosas sorprendentes.
Hace cincuenta años les dio por elegir a un católico y al poco tiempo se lo cargaron. Hace dos años, sin ir más lejos, un tipo no muy blanco llegó a la Casa Blanca. Llegó para suceder a un blanco torpe y mentiroso que había hundido la economía y el crédito moral de su gran país. No es la primera vez que ocurre. Los humanos tenemos memoria limitada. No nos la medimos por Ks, ni megas ni gigas. Muchas veces se nos olvida el origen del problema que tratamos de solucionar. Así, mañana, la panda más integrista de aquel gran país puede pasarle factura al primer presidente no estrictamente blanco, fundamentalmente por no haber despejado del todo el horizonte de crisis que heredó del blanco torpe y su camarilla. Y por muchas otras cosas. Por no ser blanco, por ejemplo.
Esta entrada, urgente, es un llamamiento a mis amigos, que no van a leerlo,  y que de hacerlo, no lo entenderían, pero yo lo intento. Es para Cherry y Michael y Ana Laura y Chris, a los que conocí en Fort Worth , Texas, hace ahora once años. Y para Renata y Greg y su hijo Marc, a los que conocí en Princeton hace 22 años y para los host brothers, sisters  and mother de mi hijo a los que conocí en el norte de Masachussetts, hace quince años -todavía vivía Jack- pero que ya deben vivir todos entre Boston y Manhattan. Y a unos parientes de Tampa y Miami y a mi primo  Frank, hijo del tío Ángel, de Oregon, aunque éste es republicano confeso y alguno de los otros quién sabe. 
Veo cerca del tea party a magnífica gente que conocí en Florida en 1993. Dave y Judy y los padres de Ann. Y no tengo ni idea de que habrá sido de los hijos de Mary Ann, activista demócrata de la edad de mi madre, nacidas en 1919. Ojalá mañana todos se lo piensen un rato.
Una victoria integrista muy amplia puede llegarnos a Europa a modo de tsunami. Yo trato de conjurar el peligro de esta manera. No se me ha ocurrido otra. Perdonadme. Forgive me.