Torrente Tellado, Torpe de segundo apellido en versión nacionalista vasca. Hay que ser, sí, torpe, para tratar de ligar con el PNV con las maneras del portavoz popular. La triple T es una versión nueva de la triple A: Abascal, Albiol, Alvise. Hasta el Papa les llama la atención y lo recoge el ABC. No pueden seguir tratando de parecer fuerzas políticas de orden, emparentadas con la vieja tradición democristiana. Son la reacción pura y dura, sin paliativos y todos muy parecidos. Allá el PP si cree que eso le resulta más rentable. La ciudadanía cabal queda a diario al borde del colapso. No les importa nada cambiar de discurso en horas si creen que así se oponen con más nitidez al gobierno. El efecto boomerang no puede tardar. Tampoco el gobierno se distingue en este capítulo por una coherencia firme.
Hay varias alusiones en nuestra
lengua al contraste entre ciegos y tuertos. Tuerto en el país de ciegos, etc.
En algún caso se valora la maldad en esos términos: Capaz de quedarse tuerto si
el contrario se queda ciego. Lo del PP le da la vuelta también al idioma. Ellos
son capaces de quedarse ciegos si los de enfrente resultan tuertos. Ceden reina
por alfil, más o menos.
Un hermano de mi abuela materna y la
mitad de los hermanos de mi padre –cinco de diez- abandonaron el pueblo en el
que nacieron, en la costa de nuestra región y se buscaron la vida en América.
Allí sigue su descendencia: California, Costa Rica, Cuba y Panamá. Con
algunos/as de esa descendencia mantenemos contacto. Ha pasado más de un siglo
desde que se fueron… ¿Podríamos suscribir alguna de las burradas que se oyen a
diario sobre los procesos migratorios? No pongo la mano en el fuego por nadie
pero a mí no me encuentran por ahí.
Con la hoja de septiembre a la vista
en el calendario, queda mucho más a mano la cita electoral de los EE.UU. y
mucho más cerca el debate entre Harris
y Trump. Lo que resulta muy difícil
allí, se está produciendo. Altos cargos republicanos de las últimas
presidencias de ese color se están pronunciando abiertamente a favor de Kamala. Adam Kinzinger, ex congresista
republicano, acudió a Chicago a la convención demócrata. “Nunca pensé que
estaría aquí” fue su saludo. Pero a raíz del asalto al Capitolio había roto con
Trump y el siguiente paso ha sido oponerse abiertamente a la posibilidad de que
el delincuente consiga otro mandato. Le conoce bien. Le ha retratado: “Es un
hombre débil que pretende ser fuerte; pequeño que pretende ser grande; un
victimario que no deja de hacerse la víctima...” Tal cual.
Con muy pocas posibilidades de que
me lea pero si Maruja Torres se ha
hartado de Madrid, después de huir de su Barcelona natal, que se piense lo de
mudarse a Oviedo. Aquí va a estar igual de a gusto y con vistas a la mar
salada. Menos salada que la de Beirut. Menos salada que la de Barcelona y,
afortunadamente, algo más fresca. ¡Ven, Maruja!
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