lunes, 22 de julio de 2024

47

 

Algunas fechas se cargan de significado. Y a veces de significado doble. Uno, interno, de uso personal o familiar, pero la misma fecha puede pasar a los libros de Historia. Ayer hizo 18 años que mi madre abandonó esta orilla y se fue a la otra. Mis hermanos y yo nos reunimos, llevamos flores al cementerio… No era fácil imaginar que el 21 de julio, 18 años más tarde, un presidente de los EE.UU. abandonase la carrera de la reelección. Un gesto generoso que podía haber sido infinitamente más generoso de haber tomado esa decisión hace semanas, o meses y, además, no nos hubiera usurpado la fecha a la descendencia de mi madre.

Esta misma semana había recortado de una red social lo que una amiga, más que amiga, –fue “madre” de mi hijo durante un curso escolar- había aplaudido de otra amiga suya a quien no conozco. Audrey y Mildred no se lo ponían fácil a Biden y  Trump. Es posible que ahora lo tengan más fácil. El cartelito viene a decir –no todos mis lectores lo entienden a la primera- “No pierdas amistades hoy a causa de dos hombres que ni siquiera conocen nuestros nombres. Es normal tener visiones políticas distintas y seguir teniendo amor y respeto hacia los demás

Eso es de aplicación en las dos orillas del Atlántico y en el resto del planeta. Y con lo de las fechas ya debería estar acostumbrado. Hoy hace 47 años, ahí está ese titular enigmático, cambió mi estado civil. Era un día luminoso y cálido como el de hoy, como se supone que le toca a un 22 de julio a la orilla de la mar en el hemisferio norte. Pues aquel mismo día ya nos robaron la importancia histórica. La foto de Dolores Ibárruri y Rafael Alberti, en el Congreso de los Diputados, formando parte de la mesa de edad de unas Cortes recién elegidas después de un paréntesis de más de cuarenta años, dejó las nuestras en alguna cuneta. Como si no hubiera sido suficiente con el plantón que nos dio el fotógrafo, que llegó tarde y en no muy buenas condiciones, a la hora de la cena…

En una semana “normal” podría haber comentado algo sobre el aparente cabreo de  Meloni, que puede estar lamentando haber llegado a donde ha llegado abrazada a una ideología que no pasa la prueba del algodón en Bruselas. Se está complicando establecer límites hacia la extrema derecha del espectro político. Ya no se trata de  ser o no ser, (facha) ahora hay grados. Tres grupos parlamentarios reclamándose, o no, de ese sector. Otra puya semanal se la habría llevado Tellado Torrente o Torrente Tellado, pero recuerdo el cartel de mi amiga americana y paso de él. O los jugadores de la selección que después de hacernos disfrutar por la proeza en los campos de fútbol de Alemania se han comportado –algunos- en Madrid, con un grado de cuñadismo  que puede dar problemas con la FIFA, con Gran Bretaña, con Marruecos… no era eso, chicos. Tampoco se hubieran librado los extremistas de signo soberanista que, lejos de aplaudir las presencias de muchos jugadores de algún equipo más bien modesto, censuran su participación en una selección española… Otra vez hay que recurrir al DNI para tapar alguna boca. Las selecciones británicas son la excepción y no la norma, y aunque no suelo llevar esas cuentas, me parece que ni Escocia, ni Gales, ni Irlanda del Norte se han comido rosco alguno en las competiciones internacionales de selecciones nacionales. La mismísima Inglaterra solo cuenta con el Mundial que organizó cuando yo todavía no había hecho la mili. Casi medio siglo sin catar… Quizás habría que llamar selecciones estatales a las selecciones nacionales…por evitar líos.

En fin, que como estoy en plan zen o simplemente veraniego, recomiendo leer o releer, a ser posible –es mi caso- con seres queridos –mis nietos- la obra de Michael Ende. Empezando por Momo y prestando especial atención a la caja de ahorros del tiempo. ¿Lo recordamos? ¿En qué gastamos el tiempo? Si cada segundo fuese una moneda de valor, ¿estaríamos satisfechos del gasto? Por evitar cálculos, una jornada de 24 horas, en segundos, se nos va a los 86.400. ¿Cuántos perdemos sin demasiada razón? El verano, las vacaciones, puede ser el momento de considerar las inversiones en tiempo de la próxima temporada. Lo de algún juez que ya ha pasado la edad de jubilación puede ser como lo de Biden. Mejor no hacer mucho caso. 

  

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