jueves, 4 de enero de 2024

El despolarizador

 

Se podría anunciar como el chatarrero, el colchonero, el frutero o el pescadero cuando llegan a pueblos con pocos habitantes. Buena noticia de Año Nuevo sería que alguien se anuncie como el despolarizador. Está el patio para pocas bromas. El 27 de diciembre, por primera vez que yo recuerde, unas docenas de ciudadanos han recordado a las víctimas del bombardeo que en esa fecha de 1936, la aviación nazi al servicio de Franco, provocó en esta ciudad. Es verdad que en esa misma jornada hubo más víctimas en Santander y que se produjeron por una escandalosa represalia, impresentable incluso en tiempos de guerra. Pero tampoco en muy presentable pretender que, recordar a los que nunca tuvieron su oportunidad de recuerdo, suponga  olvidar a los otros, a quienes tuvieron homenajes desde el mismo momento del final de la guerra en la ciudad. Parece simple. No se trata de darle la vuelta a ninguna tortilla.

87 años después de los hechos, las víctimas del buque-prisión siguen teniendo calle a su nombre y funerales y actos diversos en cada uno de los años transcurridos. 87 años después la mayoría del pleno municipal no ha considerado conveniente la colocación de una lápida que recuerde a las víctimas del bombardeo ¿Todavía no es momento de reconocer y respetar a todas, todas, las víctimas? Insisto, 87 años después.

Tengo una especie de vacío de cinco días, rematados hoy con un vuelo de vuelta a casa que ha sufrido un retraso notable, y todos mis recuerdos son anteriores al día de los Inocentes. Después ya hice la mochila y me marché. No ha sido posible obviar que sigue estando la región del Oriente más próximo para muy pocas bromas, menos aún que el patio casero. Pero debo un recuerdo, por un tiempo en el que fui europeísta militante –no sé si equivocadamente- a Jacques Delors, fallecido muy pocas horas después de ese acto en recuerdo de las víctimas del bombardeo citado. Fue tremendo escuchar sirenas y grabaciones del sonido de las bombas, sabiendo que eso ocurre en varios lugares y no es ninguna representación de recuerdo.  

Íñigo Fernández es un diputado regional y senador del PP que aprovechó un día de pocas noticias para colocar una perla con respecto al tren a Bilbao. Después de que el ex presidente Revilla cometiera el mayor error de su larga carrera política con aquella perogrullada de que Cantabria iba a tener dos líneas de alta velocidad… Qué hizo el partido de Fernández cuando llegó al gobierno, incluso con ministros del ramo tan partidarios de lo nuestro como el ex alcalde de Santander, otro Íñigo… No voy a reclamar ahora que los políticos no se enzarcen en la demagogia, solo que sean un poco más hábiles a la hora de ponerla en el escenario. ¿Qué haría cualquiera de los dos Íñigos –en relación a nuestra precaria infraestructura ferroviaria- al día siguiente de que su partido vuelva a pisar Moncloa? Nada, sin duda. Nada. Lo mismo que cuando el mapa se iba llenando de líneas de colores, con gobiernos de PSOE o de PP, y ninguna pasaba por aquí.

También es de esos días de finales del año, de comidas y cenas copiosas, de beber de más, de soportar amigos o familiares plastas, cuando un buen escritor –a mi juicio de los mejores entre los que escriben ahora mismo- nos ha dado un disgusto tremendo. O lo ha pretendido: Javier Cercas, ¡ay! votará en blanco. No sé cómo he podido dormir desde que me enteré. Una pena que haya escogido la vía Vargas Llosa de votar bien. Ha sido más elegante al decirlo, mucho más que el Nobel, pero le ha faltado un puntito de acercamiento a la realidad ¿Prefería a Abascal de vicepresidente?  Porque es lo que había y es lo que hay. Se puede armar una buena novela, incluso avanzando en el tiempo sin que parezca ciencia-ficción, y la opinión del escritor, sigue sin valer más que las de sus lectores, -a menos que ya se quiera sacrificar el sufragio universal- Literatura y opinión, dos campos en los que no necesariamente se brilla con la misma intensidad. Espero, muy de verdad, que Cercas no esté ya en el punto de los señoritos de “Los restos del día” que consideraban la democracia como algo antiguo y se burlaban del mayordomo interpretado en el cine por Anthony Hopkins

Acabo. Tampoco he procesado hasta estos días de fin de 2023 la muerte, ocurrida en octubre, del Chandler de Friends. No fui un fan de la serie en sus primeras temporadas. Recuerdo algún conflicto con mi hijo por su enganche a la misma desde el principio… Acabé viendo casi todo. Y Chandler era mi favorito.

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