Adelanto esta publicación unas horas. Mañana tiene que ser día de paz pero
tengo un nivel de enfado que necesito soltar. Y para no dispersarme, me olvido
un rato del genocidio en Gaza o de la aplaudida nueva política migratoria
europea que huele a tan criminal como la anterior. Europa está así y en mayo puede
empeorar. Pero vamos por casa. Núñez F
ha resultado ser marxista, fracción grouchista: tiene principios de sobra para
relevar los que se le vayan caducando. La misma semana que afirma que Bildu es
“un partido que asesina”, en pocas horas, reconoce, al fin, que no ha tenido
mayoría parlamentaria para formar gobierno, -la votación fue en septiembre,
lento sí que parece- y acaba el trimestre solicitando un mediador internacional
para cumplir la Constitución que su partido lleva cinco años ninguneando.
Podría considerarse un chantaje. Sin más. Eso es lo que hay y el presidente del
gobierno le ha dado la perra gorda.
Después de años de mucha
contemplación, se está levantando una veda. Algo que nunca se había dicho en
voz alta: Una parte de Bildu puede considerarse heredera de una organización
terrorista. No todo lo que hoy es Bildu viene de esa herencia. Es más, hay en
Bildu antietarras históricos y además el terrorismo acabó hace doce años. ¿Alguna
parte del PP es heredera del franquismo? ¿Qué parte de Vox no es heredera del
mismo? ¿Hay en el PP o en VOX antifranquistas acreditados? ¿Cuántos ministros
de Franco obtuvieron acta de
diputados el 15 de junio de 1977? ¿Cuántos de ellos votaron a favor de la
Constitución al año siguiente? ¿Votó a favor el joven Aznar? Un solo asesinato es suficiente para que el autor sea
considerado asesino. La mochila de ETA carga con casi novecientos pero cuantitativamente
no resiste la comparación con lo que se le puede achacar al franquismo. Tanto
menear a ETA y a que-te-vote-Txapote, ha conseguido que esto ahora se empiece a
decir. Pues sí, es que ya está bien.
Y pasa lo mismo con otros capítulos,
seguramente menos graves. La Justicia está politizada. Personalmente no tengo
demasiadas dudas. Pero la carga parece que solo viene de un lado. Hay que
agradecerle a un tal Monago, senador
extremeño, que se haya decidido a empatar, en sede parlamentaria, con el
agravio que hacía correr ríos de indignación y tinta contra una diputada
independentista catalana… Para mí, lo mejor es haber podido hacer memoria. Me
sonaba ese apellido: Treinta y dos viajes a Tenerife –a ver a una novia- en año
y medio, con cargo al Senado, no ha sido suficiente para que ese señor abandone
la actividad política. Parece que una vez que se descubre lo fácil que es
cobrar dietas a cargo del presupuesto público, todo lo demás resulta de un frío
siberiano… Y sí, también un senador popular opina que la Justicia está
politizada. Gracias, Monago. Puedes tener la cara blindada pero alguna
sinceridad se te escapa. Y además has pedido disculpas. No como a los que les
gusta la fruta. Me voy hartando. Ya está bien de tirar piedras y esconder
manos.
El espíritu navideño, que a mí todavía no me ha afectado, como se puede ver, tampoco le había alcanzado a Tellado, el nuevo portavoz del PP. Uno que hizo que un dirigente nacionalista gallego, que le conoce de cerca, hiciera la broma fácil de “hemos pasado de Gamarra a macarra” para saludar su nombramiento. Pues el portavoz, que debía desconocer que el patrón empezaba a bajarse del burro, esta misma semana le ha afeado al PSOE su batasunización: ETA, sin ti no soy nada. Y a Juan Bravo, que de comunero solo tiene el nombre y que parece que es el experto en economía del principal partido de la oposición, la opción de controlar una empresa estratégica como Telefónica, después de un cuarto de siglo privatizada al 100%, le parece un signo de populismo. En su momento nos contaron que era una imposición europea, la libre competencia… y bla, bla, bla. Después resultó que todos los países cercanos, Francia, Italia, Alemania, Portugal…mantenían control público de sus empresas estratégicas. Y lo que es más: El peligro a Telefónica no le estaba llegando de ninguna compañía privada. El control, que si lo ejerce el estado español resulta populista, es estupendo si lo ejerce un estado como el saudí. Ya está más que bien. Corto aquí que no me va a dar tiempo a ponerme en modo espíritu navideño. Un ruego para acercarnos a ese espíritu: Señores representantes, los representados mantenemos, en general, un discurso más cercano a lo que antes se entendía por buena educación: Acompaño una prueba del tono del alcalde de Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario