domingo, 10 de diciembre de 2023

Éramos pocos…

 

Y parió Podemos. Pero eso es poco más que una anécdota. Toca escribir en una fecha de aniversario importante: Hoy hace 75 años que se firmó la declaración universal de los derechos humanos: Desolador el panorama. Sin conexión con la CIA ni con el CNI, ya se advertía la semana pasada en este blog que a la hora del veto, con e, en el Consejo de Seguridad de la ONU, los EE:UU no iban a defraudar. Y ahí seguimos. Contemplando lo que ocurre en Palestina sin encontrar calificativos que describan el horror. Se han terminado. La idea de los asesinos y de sus cómplices, está clara: Muerto el perro… Primero se termina con los calificativos y después con los habitantes de tan desgraciadas tierras. De soluciones finales sabe mucho ese pueblo elegido. Demasiados pueblos elegidos para un solo planeta. Hoy no se podría firmar lo que fue posible en 1948.

Treinta años más tarde de ese acontecimiento, en España quedó aprobada mediante amplio sufragio ciudadano, la vigente Constitución. Tampoco hoy, 45 años más tarde,  sería posible someter semejante prodigio a consulta popular. Y esta semana semifestiva, de mucho movimiento –es curioso que mientras España no para de romperse, muchos españoles no paran de celebrarlo- ha tenido su afán cada día. El  lunes, yo hice un recordatorio de mi abuela, fallecida en ese día de Santa Bárbara de hace 53 años, pero al comisario europeo Reynders se le ocurrió decir que lo urgente en este nuestro país es renovar el Consejo General del Poder Judicial. Lo que se dice el tiro por la culata le ha salido al PP con tanto irse de gira europea. Deberían haberlo adivinado. Las realidades paralelas no tienen finales felices. Sin acabar la jornada de la Santa de los mineros, supimos que Mayor Oreja había tenido un bolo en un colegio concertado madrileño, católico, para decir varios disparates en uno. La sonrisa de las monjitas directivas también lo dice casi todo. Lunes de realidades paralelas mientras millones de compatriotas hacían las maletas.

El martes, anticipando el éxito personal y colectivo de Nadia Calviño, que de bolchevique solo tiene el nombre de pila, al ser elegida presidenta del BEI, Banco Europeo de Inversiones, hubo quien trató de ocupar primeras planas con un BIM, Belarra, Iglesias, Montero: Ni color. (*) Tampoco ha sido buena noticia para el PP. No deben recordar lo que dijeron cuando Guindos ascendió a segundo de Lagarde. Y era segundo. Hay patriotismos muy difíciles de entender. Aunque quizás el sueldo de segundo del Banco Central es mejor que el de primera en el BEI. Eso de la pasta sí que lo entienden bien determinados patriotas.

En el aniversario de esa Constitución que hoy sería imposible, encontré un artículo de alguien que estuvo muy cerca de su elaboración. Como compañera de uno de los padres de la misma, Jordí Solé, Teresa Eulalia Calzada, es memoria viva de los entresijos de aquella época. Merece la pena.

Visto ya en muy pocos días cuál va a ser el tono de la oposición que nos va a acompañar los próximos meses/años, y a pesar de no ser partidario, creo que el: “y tú más”, ocupará una parte notable de lo que veamos/escuchemos. Una agencia de noticias pública, fundada en el final de la guerra civil, que toma el nombre de la inicial del dictador, ha tenido presidentes-directores muy variados. Un saludo a un conspirador nato como Ansón, que también pasó por ese despacho. Memoria, Cuca, memoria. El escándalo por el último nombramiento en la agencia EFE está a la altura de alguna escena imborrable de “Casablanca”: Aquí se juega. Lo que ocurre es que hay días en los que es difícil saber a qué. A qué jugamos. Por ejemplo, cuando lo del padre Peyton, yo era muy pequeño. Ver ahora citas para rezar el santo rosario en Ferraz… Como la operación salga como lo de la conversión de Rusia, vamos apañados.

(*) El prefacio de Engels, de 1895, a la edición de ese año de “Las luchas de clases en Francia”, de Marx sigue siendo un texto referente. Seguro que Iglesias lo conoce: “(…) La época de los ataques por sorpresa, de las revoluciones hechas por pequeñas minorías conscientes a la cabeza de las masas inconscientes, ha pasado. Allí donde se trate de una transformación completa de la organización social tienen que intervenir directamente las masas, tienen que haber comprendido ya por sí mismas de qué se trata, (…) Y para que las masas comprendan lo que hay que hacer, hace falta una labor larga y perseverante (…)” Diez años no es nada, ni en los tangos. Podemos ha conseguido en ese tiempo... Nacer y ¿morir?

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