domingo, 16 de julio de 2023

Las buenas compañías

 

Declaración de la primera línea. Esta es la entrada 666 a este blog. Si alguien cree en esas cosas, que no siga. Hace semanas que no publico en domingo. El verano altera las formas de vida ordenadas del resto del año. Y hoy es un domingo especial. La festividad de El Carmen ve reconocida, por ser domingo, su categoría. Es algo que me ocurre cada año. Para mí es una gran fiesta pero la mayor parte de las veces, incluso en este puerto de mar, es un día laborable. La jornada ha empezado, antes de desayunar, con una felicitación a todas las Cármenes de mi agenda telefónica. Y a una Carmela. Una docena larga. También es un día en el que recuerdo mucho a mi madre, que no se llamaba Carmen, y a mi suegra que sí era otra Carmen. Las dos eran muy devotas de esa advocación mariana y pese a que el mundo de las creencias no se hereda siempre al completo, algo queda.

Parece que ha habido un debate para quitarse el mal sabor del primero pero yo no lo he visto. Ese debate de los portavoces parlamentarios ha cosechado buenas críticas. Falta hace. No lo vi porque estuve en otro debate, en vivo y en directo, con la directora de una película fantástica. Siempre nos advirtieron sobre las malas compañías. Silvia Munt ha conseguido una obra muy redonda narrando una historia de las buenas. Una historia –de unas mujeres de Rentería/Errentería- dentro de otra- de unas mujeres de Basauri- condenadas por abortos antes de la ley de 1985- y dentro de la historia-marco común del proceso que condujo del tardofranquismo al sistema democrático.

La presencia de la directora catalana en la Filmoteca de Cantabria animó un debate de alrededor de una hora con numerosas anécdotas y un tono común de elogio de la película. Muchas de las intervenciones también se asombraban de la posibilidad, real, de retrocesos por venir en el terreno de las libertades y derechos que se han ido consiguiendo, con muchos sacrificios.

No intervine en el debate básicamente por no alargarlo. Una escena de la película enfrenta a activistas feministas en un microbús secuestrado y a los asistentes a una boda, en el verano del 77 o del 78. Tengo fotos propias. Me casé en julio de 1977. El día que abrieron las Cortes democráticas después de más de cuarenta y un años de sequía. Hay que destacar la buenísima ambientación con los extras de esa escena en las escaleras de la iglesia… Y el gran trabajo de postproducción que de manera digital devuelve el ambiente callejero al de hace más de cuarenta años.

Hay un presupuesto en toda obra cinematográfica y Silvia Munt reconoció que han hecho milagros con el suyo, escaso. Una escena de una protesta, típica de la época, en demanda de amnistía, se resuelve con una grabación y el sonido que parece que llega de la calle a través de la ventana abierta. Es verano. Pero es que Rentería/Errentería, fue escenario en el inicio del verano de 1978, de una acción policial que podía recordar más a escenas míticas de Apocalypse Now, incluyendo helicópteros que, en el film de Coppola –que se rodaba en aquellos momentos- tenían toda la justificación histórica. Días después, los Sanfermines se vistieron de luto con otra víctima de la violencia policial… Ese era el marco al que me refería antes, en el que la causa feminista no lo tenía fácil para ocupar un lugar prioritario.

La película, en sus títulos finales, hace un reconocimiento a aquellas mujeres que entre 1977 y 1985 –fecha de aprobación de la primera despenalización del aborto- combatieron contra viento y marea para evitar el doble castigo que sufrían con los abortos ilegales. Y ese es el lugar exacto en el que quiero introducir una vivencia personal. Aprobada ya aquella ley, en el curso 1985/86, una alumna de 3º de BUP del instituto en el que trabajaba yo, quedó embarazada. Tuvo más confianza con la tutora de su grupo que con cualquier otra persona. Y aquella profesora organizó una red de solidaridad en el centro y fuera de él y la chica, 17 años recién cumplidos, viajó a Perpignan/Perpinyà como viaja a Biarritz una de las actrices de Las buenas compañías… Ha habido otras leyes posteriores en relación con ese derecho de las mujeres y hay/ha habido recursos y propuestas para volver a aquella ley de 1985… Falta una semana para que esa amenaza se concrete de nuevo, ¡¡¡Ay!!!

Pamplona. Estela conmemorativa de los sanfermines de 1978 en el lugar en el que cayó Germán Rodriguez por disparos de la Policía (Wikipedia)

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