domingo, 30 de abril de 2023

Error

 

Confiaba yo demasiado en el respeto que merecen las instituciones europeas y afirmaba la semana pasada que eso sería un freno para la desbandá a la que el PP se ha entregado a propósito de los regadíos ilegales en el entorno de Doñana. Error mío. Han sido capaces de liarla también allí. Y si de verdad, como se afirma, la operación tiene como finalidad ganar las municipales en unos pocos ayuntamientos onubenses para hacerse con el control de la Diputación Provincial…Parece una alforja demasiado pesada para ese viaje. Lo peor, que se va viendo que las posiciones moderadas en el seno del conservadurismo europeo van cediendo ante los “sincomplejos” partidarios de pactar con la extrema derecha donde la aritmética permita engancharse al poder.

Como ya se ha hecho por aquí aunque ahora se quiera esconder. Como está a punto de pasar en Finlandia… Casi un tercio de estados miembros de la Unión pueden estar con esas combinaciones de gobierno en las próximas elecciones al Parlamento. Suponiendo que no se hagan con el gobierno de España a finales de este año. La ultraderecha gobernando en Italia, Polonia, Suecia… Solo hace un siglo del asalto al poder por parte de Mussolini, y 90 años de la maniobra de Hitler y el incendio del Reichstag y parece que se va perdiendo esa memoria.


En la escala local se termina otra legislatura municipal sin abordar definitivamente la reforma del callejero de la capital. La alcaldesa, Gema Igual, conservadora fracción dicharachera, es partidaria de cumplir la norma, las leyes de Memoria democrática, pero “poco a poco”. Literal. Y aunque tiene un apellido susceptible de la broma, es tan atrevida que amenaza con comerse la piña –Piña es el apellido del candidato regionalista- sin tener en cuenta que el fenómeno raquero es transversal en esta ciudad y que propios y extraños le pueden ofrecer otras cosas para comer.

Ha habido un momento, en los últimos meses de esta legislatura, en que pudo parecer que una mayoría alternativa podría aprobar en el Pleno municipal el cambio de nombre de algunas calles, al menos las más significativas en cuanto a ensalzar figuras del bando vencedor en la guerra y de la Dictadura franquista. Pero no ha sido así. Parece que solo la Justicia podrá, en su caso, hacer que se cumplan las leyes. Algunas administraciones han dimitido de esa responsabilidad.

Y si un comisario europeo se ha puesto la camiseta roja de Pedro Sánchez –lo ha dicho el dirigente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber- Obama, Spielberg y Springsteen también se han podido poner la camiseta, roja o lila, en  ningún caso azul, en su estancia barcelonesa. Lo curioso, y quizá tiene explicación, es que al mismo tiempo que esa estancia deslumbrante, que le dará más puntos a la capital catalana para incrementar su potencial como parque temático, en la Casa Blanca se celebraba una verbena que ha podido tener su repercusión mediática, con Biden bromeando sobre su fecha de nacimiento, pero sin duda en Washington habrán cenado peor. Ah! Weber tiene traducción: Tejedor. A un tejedor en alemán se le denomina Weber. Lo mismo que aquel cielo enladrillado que requería un desenladrillador, la Unión empieza a estar entretejida y a ver quién la desentreteje.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario