Hacía casi diez años que no pisaba esa isla, una isla a la que he ido muchas veces. La isla a la que más veces he ido, con mucha diferencia. He encontrado una Mallorca diferente. Con un verano anticipado y la recuperación del turismo extranjero que hace concebir buenas expectativas a los nativos. En algún sentido, la isla es, lógicamente, la misma de siempre. Todo lo bueno que encuentro en esa isla se lo debo a una pareja de amigos con los que fui la primera vez. Se enamoraron tanto de la isla que pasaron de ser veraneantes, a residentes permanentes durante más de veinte años. Ya no están en la isla. Ella está en la Península y él no está en este mundo. Su recuerdo me ha acompañado las 72 horas que he pasado allí, de una manera bastante obsesiva. He hecho de guía para otros amigos, lo que él había hecho tantas veces para mí. Solo un detalle: Después de docenas de visitas, es la primera vez que me alojo en un hotel mallorquín.
La vuelta, endurecida por otra matanza de las que no parecen reales. Texas, ya lo debo haber escrito por aquí alguna vez, es la parte de Estados Unidos en la que más días he amanecido. Me duelen mucho las cosas que se tuercen en Texas. No solo hay matanzas de ese tipo en Texas, pero es que con pocas horas de diferencia se ha añadido allí otro hecho sangrante: la convención anual de la asociación que defiende que no cambien las cosas en relación con la posesión y venta de armas, se ha realizado este año en Houston. Y el anterior presidente, Trump, no ha tenido ningún problema a la hora de expresar otra de sus ideas abominables: Las matanzas en las escuelas deben combatirse armando a los profesores. Es lo del parto de la abuela cuando ya éramos muy numerosos.
De las numerosas diferencias que encontramos entre nuestras, por otro lado similares, sociedades, la más sorprendente para los europeos creo que es esta. En la mayoría de estados de los EE.UU. los jóvenes no pueden consumir alcohol en lugares públicos hasta después de cumplir los 21. Pero no hay mayores dificultades para comprar armas y munición el mismo día que cumplen los 18. Armas muy serias, no de caza o deportivas… Y algunos compran y usan esas armas. Con la conmoción de las horas siguientes puede parecer que algo vaya a cambiar pero…Son ya muchas matanzas en las cuatro esquinas del enorme país y nada cambia.
Los nombres del lugar, del protagonista, nos suenan cercanos. Uvalde está a poco más de una hora de la frontera mexicana. Alguna vez estuvo en el otro lado de la frontera. Tampoco está lejos de una de las grandes ciudades tejanas, San Antonio, que alberga en sus alrededores el sitio histórico de El Álamo, allí donde el general Santa Ana se despachó a gusto… Lo malo es que los tiroteos, allí shootings/balaseras, no son solo un recuerdo histórico y que hay poderosos intereses para que eso no cambie. Cuando las víctimas de cualquier conflicto son niños, la culpabilidad nos salpica a todos los adultos del planeta.
Claro que no es la mejor semana del año para defender algo así, al menos por aquí. Las crónicas sobre estos últimos días del mes de las flores recogerán en un futuro el paseo bastante esperpéntico del padre del rey y, cómo no, el futbol. No habrá mucho hueco para asuntos más serios. Si alguien cree que exagero, que examine los titulares que se lleva la guerra en Ucrania después de tres meses… Islas, somos islas. Ya hace treinta y cinco años de aquel exitazo de Mike Oldfield.