domingo, 27 de marzo de 2022

Otro duelo


Pasan cosas en lo que algunos llaman real politik que parecen destinadas a descolocar. Conmigo lo han conseguido. Voy a tratar de escribir menos de cosas de las que parece que no entiendo, o que algunos piensan que no son para que las entienda cualquiera. Al día siguiente del estreno de la nueva política de España respecto a su territorio no descolonizado del Sahara occidental, se quemaron las Fallas. No sé si necesitaron mucha gasolina para arder. Parece que no para de llover donde casi nunca llueve, sin ser el sur de California. Ya hace cincuenta años de mis primeras y únicas Fallas. En 2009, llegué a Valencia el día 20. Tenía que dar una  clase en un centro de formación de profesores y aunque la clase se suspendió yo no pude llegar a tiempo. Justo ahora hace cincuenta años me tenía que incorporar al servicio militar, obligatorio, y tuve que dejar mi trabajo en Barcelona. En los días que me sobraban me di una vuelta por Valencia –la tarde del 19 no paró de llover y hubo mucha gasolina aquella noche acelerando el espectáculo- y Madrid.

Tampoco tenía mucha prisa en llegar a casa de mis padres. Algunos de mis mejores amigos, aquí, estaban en la cárcel. A principios de aquel mes, en el marco de un conflicto laboral, la policía de la dictadura había asesinado a dos trabajadores del sector naval en El Ferrol. Pese a las dificultades del momento, obvias, las consecuencias, como un efecto mariposa, llegaron a todos los rincones de la Península. Aquí, varios estudiantes de la Escuela Normal fueron acusados de propaganda ilegal y asociación ilícita. Lo común en aquellos tiempos. Doce años de reclusión y exilio forzado de cuatro de ellos para evitar la pena.

También hace cincuenta años de la primera parte de El Padrino. Aunque los premios que caen esta noche le llegaron al año siguiente. En España se estrenó en el otoño, y me pilló, nos pilló de uniforme. Conmigo y muchos más, un riojano que se acabaría haciendo bastante famoso por su dedicación al arbitraje del fútbol. Se llama Miguel,  y en honor de Brando, Coppola y Puzo y todos los demás, entre nosotros fue Maikel durante meses. Los Corleone nos influyeron.

Conozco la sensación. Estoy empezando un duelo. No tengo curriculum para reclamar protagonismo, no soy el novio en esta boda, ni, mucho más adecuado, el difunto en este entierro. Ni quiero ni puedo tener ese protagonismo, pero me siento en duelo por los saharauis. He colaborado con su causa, con las vacaciones en paz de sus niños, con su presencia pública en aniversarios simbólicos o en protestas contra la dictadura marroquí. He viajado por el territorio ocupado y he dejado allí libros en castellano, principalmente de Historia, para ayudar en la enseñanza en nuestra lengua. Y sé, porque he tenido duelos mucho más cercanos, que una de las primeras reacciones en el duelo es estar contra-el-mundo-en-general y ahí estoy ahora o ahí me siento.

Incluso con ganas de aislarme, de no saber qué se cuenta en las noticias. No quiero saber ni de
Sánchez ni de Hernández  que parece que también tiene aspiraciones a gobernarnos. ¡Cómo va el nivel!

Y sí, sé que esta parte no me hace ganar amigos pero me parece que un sector del gobierno, el que dice que sigue en los ministerios muy a disgusto, no solo es cómplice: Es coautor. Co-au-tor. Y eso me ha ayudado a terminar, espero que para siempre, con el “son unos bandidos, pero son nuestros bandidos”. Defender a “los nuestros” hagan lo que hagan, y yo habré participado como uno más, ha hecho mucho daño, empezando por todo lo que la corrupción política le ha costado a España y siguiendo por el descrédito que el sistema ha podido acumular por todo lo prometido y no cumplido. Si de la mano de Mohamed VI olvidamos el referéndum prometido, el ministro de Exteriores, tan al estilo Deusto, ¿podría aclarar el nuevo significado de la “R” en MINURSO (*)? En 1999, y desde entonces ha llovido mucho aquí y en Valencia y Murcia, un afiliado de su partido me tomó los datos para ir de observador a ese referéndum que al parecer siempre fue un sueño.  

(*) MINURSO, Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental, creada en 1991

 

 

 

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