domingo, 19 de diciembre de 2021

Crueldad innecesaria

 



Era el título del editorial de El País del pasado viernes. La Autoridad Portuaria de Santander queda retratada con esa crueldad innecesaria. El titular es más que una foto o una radiografía. Es un escáner. El asunto ha salido de la pugna con un grupo de ciudadanos poco numeroso y supuestamente apegado al buenismo venga de donde venga -Pasaje Seguro Cantabria-. O con algún medio de comunicación local que presta oído a las causas perdidas, pero que va metiendo esas causas en la agenda cotidiana -El Faradio- La emisora local de la SER ya se había ocupado en muchas ocasiones de los desmanes de la APS lo cual le había dado eco en algún programa de alcance nacional en esa cadena. Y ahora un editorial demoledor, con ese ajustadísimo titular y todos retratados.

Del presidente Revilla y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez a Gema Igual, alcaldesa de Santander y la delegada del gobierno, Ainoa Quiñones, pasando por el consejero López Marcano y el concejal Fuentes Pila. No libra el PSOE ni el PP pero el PRC se ha metido en una profundidad de fango como nunca antes.  Todos al servicio de una empresa, de una familia. Siglo XXI. Cantabria, que suena a Calabria, pero no.

Dos noticias de última hora, cuando empezaba el fin de semana, dejaron al Partido Popular otra vez en claro fuera de juego. La desconvocatoria de la huelga de los empresarios del transporte por carretera, con tanta sonoridad anunciada en las últimas semanas y jaleada desde la oposición –no puedo evitar recordar hoy a un Chile que vota para acabar con el pasado. Una huelga del transporte por carretera dejó al gobierno de Allende a los pies de los caballos y preparó el camino a Pinochet- y la ley de la nueva Formación Profesional, con el acuerdo de la CEOE y las centrales sindicales y la abstención de VOX, ha tenido el voto en contra del PP cuando había anunciado previamente su acuerdo. Es una oposición de adolescentes de cliché. O de los Beatles: Si tu dices sí, yo digo no.

Más que la oposición de esa oposición, quien le puede crear problemas muy serios al gobierno, a este y a cualquiera que no se tome en serio el asunto, es la problemática del mundo rural, de la España semivacía que es donde se producen los alimentos que consumimos en todas partes. En Cantabria se vive una movilización casi permanente contra el injusto precio que reciben los productores de leche. Me voy a asegurar de que esta entrada la lee un familiar que se dedica a eso. Podría ser tan efectivo como sacar los tractores a las calles de las ciudades, distribuir adhesivos con el precio mínimo que deberían tener los pack de leche en las estanterías de los supermercados. Invitando a no comprar las marcas que estuvieran por debajo de ese precio.

Y mientras la nueva ola de la pandemia, no quiero numerarla, no me fío, se vuelve a apoderar de nuestros sueños de una vida normal tanto o más que los precios de la electricidad, me siento en la obligación de reivindicarme a mí mismo. En la entrada anterior se decía que “La que anunció una cumbre comunista en el Vaticano probablemente no fue a catequesis el día que hablaron del camello, el rico –que pueden ser dos individuos distintos- y el ojo de la aguja”. No es la primera vez que este blog, necesariamente humilde - Aunque esta semana hemos alcanzado el bonito capicúa que se acompaña-, se adelanta a los acontecimientos. La vicepresidenta le citó días más tarde a Teo, para los amigos, el versículo exacto del asunto del rico y el ojo de la aguja: Mateo 19:23.30. Yolanda Díaz seguramente no lee este blog. Es que era bastante normal rebatir la exageración, una más, en la que el PP se ha asentado. Pero la ministra fue preparada al Congreso. Se veía venir.

 

 

1 comentario:

  1. El ojo de la aguja se refiere a esa pequeña puerta, suficiente para una persona no muy alta, que se encuentra en las enormes puertas de murallas y aún hoy en las de iglesias o catedrales.

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