lunes, 4 de enero de 2021

Adeu, Joan

 

No sé si ha sido un caso de conciencia ciudadana, de autodisciplina o alguna mezcla de ambas pero no he pasado el fin de año en ninguna rave, similar a la del Vallés ni en ningún puerto de montaña ayudando a colapsar la circulación. Agoté las últimas horas del año maldito en solitario y las primeras del nuevo en el mismo estado de soledad. Creo que ha sido la primera vez en mi vida y no me ha pasado nada. Aquí sigo. Alguna lagrimilla fugaz. Por recuerdos varios. Mi ADN marinero me ha hecho pensar mucho en toda la gente de la mar. He visto muchos barcos que vienen y van en estas fechas y con estos temporales. Incluso barquitos pesqueros.

Luego dicen que el pescado es caro. Mi ADN tiene también su punto de cobardía. Resistí menos de un mes en una escuela de Náutica. Lo intenté y no me asustó tanto la trigonometría esférica como la visión de una vida como la de mi abuelo. Lo decidí con cierta rapidez. Creo que antes de mitad de noviembre estaba de vuelta en casa. Era el año 1968 y del hogar paterno ya habían volado todos mis hermanos. Tardé un año entero en reorientarme y volver a estudiar. Me gané la vida, mis gastos de bolsillo, vendiendo libros… En 1968 la población compraba libros en sus casas, sin necesidad de Internet.

En alguna de aquellas enciclopedias que yo vendía se situaría la intervención militar española en el norte de África con el lenguaje de la época. Al fin y al cabo había sido el sector africanista del Ejército el promotor del golpe de 1936 y el ganador de la guerra civil. Todavía no se había alcanzado el cincuentenario del desastre y ahora  vamos a por el centenario de Annual. Me preocupa. Lo confieso.

En España cada vez que se piden responsabilidades, cuando hay posibilidades en la  aritmética parlamentaria para que se aclaren, se lía bastante gruesa. Ocurrió dos años después de lo de Annual con el golpe de Primo de Rivera, que tampoco era muy querido entre los africanistas. Volvió a ocurrir con los excesos de la represión de octubre de 1934. Y nos costó cientos de miles de vidas y años de retraso y… mucho más. Tenemos ahora mismo un rey padre y un partido como el PP hasta el cuello… Quiero pensar que no va a haber más salidas que las que marque la Justicia. La que tenemos.

Supongo que hay un destilado de pesimismo hasta aquí. En el primer párrafo había alguna lagrimilla fugaz. Las lágrimas más fuertes esperaron al día 3, ayer. Ayer nos dejó para siempre mi amigo Joan. Joan y Teresa, en Barcelona y en Mallorca, han sido muy importantes en mi vida y en la de una parte de mi entorno. Y hoy Teresa, una de mis hermanas postizas, está sola en Mallorca y yo no puedo ir, y abrazarla, que es lo único que se puede hacer en estos casos y que es lo que ellos hicieron cuando me tocó a mí. Es muy difícil hoy ir a Mallorca sin, por ejemplo, una PCR reciente, no como esos daneses o italianos que no han tenido mucho problema para llegar a las cercanías de Barcelona… Ya sé que una de las primeras fases de un duelo es la rebelión. Solo espero un poco de comprensión de mis hipotéticos lectores. No he empezado bien el año.

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