Cómo olvidar que ha habido una función en el Congreso de los Diputados digna del teatro del absurdo, en la misma semana que termina con una nueva declaración del estado de alarma debido al progreso entre nosotros de la segunda ola de la pandemia. Parece que algunos tenían más prisa en otros asuntos que en protegernos de un mal explícito, lleno de derivadas en todos los ámbitos. No quiero resultar negativo, cualquier demócrata se alegra del resultado de la votación del jueves: Todos los demás, 298 – neofachas, 52. Rescato una duda que trataré de resolver en semanas próximas: Quién pagaba a Abascal cuando Cospedal firmó en Pekin un acuerdo de colaboración con el PC de China? Entonces no percibimos su antichinismo.
Abultada goleada. Sin abstenciones. No voy a desmenuzar nada. Quiero creer que el Partido Popular ha votado con convencimiento. Que nadie les ha obligado como contrapeso exigido para retratarse con altos dirigentes del Partido Popular Europeo… Pronto habrá una primera prueba que a estas horas de la mañana permanece en penumbra: Posicionamiento ante el estado de alarma. Versión Ayuso o versión Murcia, o qué tipo de intermedio.
Porque es sabido que las alegrías no duran mucho entre los pobres y durante el fin de semana ya han salido colmillos afilados que hacen dudar de la sinceridad de lo votado el jueves. Un dirigente que no dudó en empadronarse en un pueblo de Segovia días después de no obtener votos suficientes en Álava para alcanzar escaño en el Senado, Maroto, apellido ilustre de guerras civiles del siglo XIX, de guardia de finde en la calle Génova… bla, bla y más bla, pero parece que todavía no ha llegado la hora de remar todos juntos.
Otro muy poco presentable, ninguno de los dos tendría cargo público en Alemania con esos antecedentes, Magistrado de la Audiencia Nacional, Juez del Constitucional de donde tuvo que dimitir por conducir una moto de madrugada, sin casco y cuadriplicando la tasa de alcoholemia… Enrique López, premiado desde el año pasado con el cargo de Consejero de Interior y Justicia en la Comunidad de Madrid… también se ha explayado contra el estado de alarma… Al final, como la pandereta tiene mucho predicamento en nuestro país, el procés madrileny acabará sustituyendo al original que puede estar entrando en razón aunque hasta el próximo día de San Valentín no conoceremos el resultado.
Sigo sin saber con certeza qué quieren ser nuestros conservadores y no es broma. Es totalmente dramático. Del debate del jueves lo que menos he entendido es la flor que el vicepresidente Iglesias le mandó a Pablo Casado con Cánovas haciendo el papel de Interflora. No falta mucho para que se cumpla el 150 aniversario de la Restauración y el maestro Cánovas fue el primer espada. Su opinión sobre el sufragio universal no creo que se le escape al vicepresidente Iglesias. No comparo con situaciones más recientes. Cánovas ocupó la presidencia del Gobierno después de que el golpe de Martínez Campos se cepillase la Constitución de 1869 que sí tenía, en aquel momento, avances sustanciales en el sufragio y otros derechos civiles. El golpe que nos devolvió la dinastía en la persona de Alfonso XII…
Con Europa, con las instituciones europeas, mejor trabajemos en serio. Nos jugamos mucho y ya hemos visto cómo se las gasta la ultraderecha con el asunto. Ya intentamos vacilar hace años en Eurovisión y Chiquilicuatre, que nos pudo hacer más o menos gracia, no quedó muy bien clasificado. Bromas ahora, con miles de millones de euros en los aleros, con la pandemia golpeando fuerte a algunos- Países Bajos por ejemplo- de los que más costó convencer para que abrieran el puño… ni las justas. Mejor ninguna broma.
Creo que es el presidente de Campania, la región de Nápoles, el que se ha explayado contra la fiesta del próximo fin de semana, importada, dice él y lo dice de no muy buenas maneras, de los EE.UU. La tradición celta, más viva en el noroeste de Europa que junto al Vesubio, dice que la fiesta hizo el recorrido de ida con los inmigrantes irlandeses y después ha vuelto, pero aquí, las castañas y los dulces de mazapán estaban en las vísperas del 1 de noviembre antes de que Eisenhower visitara El Pardo. Y además, con estado de alarma, poca fiesta este año. A ver cómo va allí, en los EE.UU. la fiesta del primer martes después del primer lunes de noviembre. En año bisiesto. En este año bisiesto. Tanto miedo como al virus.