lunes, 21 de septiembre de 2020

Etapa dura

 

Recuerdo una época en la que me gustaba el otoño. Hace años que su inicio me parece una etapa más dura que las del Tour- casi otoñal este año- cosas de la nueva normalidad. San Mateo fue durante mucho tiempo un día relacionado con la fiesta, con las vendimias y con Reinosa. En 1983 amanecí en Pamplona el día de San Mateo y fue el cierre de unos meses de grandes dolores familiares. Mi sobrina Irene nos dejó ese día de San Mateo. Una enfermedad tan  poco  piadosa como para arrebatar una vida de solo quince años.

Este último jueves una noticia de fútbol me revolvió. Otros años han sido sucesos parecidos. En 2008, el jueves que el Racing debutó en la copa de la UEFA yo cené un bocadillo en un bar de la calle Vargas y me fui a dormir al hospital. Empezaba una última etapa dura, muy dura, fuera de categoría.

Este último jueves,  17 de septiembre, escuchaba en la radio que el Granada debutaba en la UEFA y se me dispararon todas las alarmas. Doce años han pasado ya desde aquel recorrido del Racing. Mejor no recordar por dónde ha transitado la mayor parte de esos doce años, desde que alcanzó aquella gloria: Empatar con el PSG en el Parque de los Príncipes a finales de noviembre y derrotar en el Sardinero al Manchester City en vísperas de Navidad. En ese ínterin, desde el debut de aquel jueves de septiembre, mi estado civil había cambiado y a los dos partidos citados acudí ya como viudo…

Los duelos superados pueden encontrar espitas para derramarse… y a quién le puede importar. El cartero solo llama dos veces en la ficción. En la realidad los carteros pasan a diario salvo que pague Trump. De mis últimas lecturas rescato un denominador común. En El Jarama, Sánchez Ferlosio describe unos alrededores de Madrid que ya no existen. Es prodigioso el cambio. ¿Cómo imaginar merenderos entre Coslada y San Fernando de Henares? La estructura social del área urbana madrileña puede empezar a parecerse más a la de una megalópolis latinoamericana que a cualquiera de las europeas. Ese diferencial norte/sur, dolorosamente presente en tiempos de pandemia, revela un fracaso no solo urbanístico. Ningún interés en destacar todos los disparates de los últimos meses por parte de ese gobierno regional pero, me he permitido apagar la radio al mediodía de hoy para no escuchar más perogrulladas de su presidenta.

También Sergio del Molino, en La piel, hace referencia al urbanismo, en este caso de Santander y San Sebastián. A sus escaparates. A las trastiendas urbanas les supone mucho más esfuerzo ocupar páginas relevantes. “(…) Así nacieron las modernas Santander y San Sebastián. Y Biarritz, diseñada por el mismo maestro pastelero que trazó las calles de El Sardinero y de la Concha”(…) La noticia local del día se relaciona con el urbanismo colateralmente. El aseo urbano es tan importante como el de los ciudadanos. La alcaldesa de esta ciudad compite muy de igual a igual – no hago el gesto/chiste del apellido de la alcaldesa- con la presidenta madrileña cuando intenta explicar estas cosas que nos pasan a sus ciudadanos. Paciencia.

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