Estas pocas horas quizá no sean suficientes para enmarcar lo
sucedido ayer. La expresión, una vez más, de la voluntad popular -14 elecciones
legislativas después de la muerte del dictador sus partidarios entran por la
puerta grande, aunque más estrecha de lo previsto, en el Congreso de los Diputados.
Esa estrechez se traduce en un triunfo de la izquierda también magro. La
explicación inmediata, en la campaña electoral. Y en el centro de la misma unos
debates televisados más bien penosos. El candidato que parece haber resultado
mejor, incluso para el New York Times, a mí no me resulta creíble. En su
partido se han producido purgas en el mejor estilo Beria/Stalin. A mí me purgaron hace exactamente cuarenta años. No
necesito más. Los otros candidatos, en la versión televisiva, podían haber sido
sacados de teletienda, ninguno me gustó tampoco, pero he votado.
La primera vez que voté tenía 27 años. No pude hacerlo
antes. Ahora han votado muchos que no
suelen hacerlo. Bienvenidos. Las orejas del lobo asomaban con más claridad que
otras veces… No me he abstenido nunca. El franquismo me robó nueve años de derechos civiles. Conservo muy bien la
memoria de cómo era aquello. Y el nacionalcatolicismo,
y el sexo como pecado, no solo en la iglesia, también en el código civil. Ahora
que tenemos reconquistadores en el Congreso, puedo rememorar no solo a mi
madre, también a mis hermanas, saliendo de casa con velo el domingo por la
mañana, camino de la misa obligatoria.
Además de aquellos cuatro candidatos televisivos y el
neofascista, prohibido por la Junta Electoral, y que tiene ahora un grupo
parlamentario de 24 diputados, en esta circunscripción se podía elegir a un
candidato regionalista. El PRC protagonista del último cuarto de siglo en la
vida política regional, se ha presentado pocas veces a las legislativas. Uno de
los actos más llamativos de la campaña electoral regionalista sucedió en
el puerto. Y además del presidente Revilla
y el candidato Mazón, estaba
presente, confirmando pertenencia, Jaime
González, presidente de la Autoridad Portuaria.
Le conocí en diciembre en una reunión concertada para tratar
sobre el tráfico de armas a un país en guerra, Arabia, desde este puerto. El
Parlamento regional había censurado ese tráfico y organizaciones de la sociedad
civil a las que pertenezco habíamos convocado movilizaciones sociales cada vez
que un buque saudí atracaba en nuestros muelles para llevarse esas cargas. Es
difícil asegurar que esos tráficos ya no se producen aunque se ha terminado la
regularidad con la que lo hicieron el año pasado.
El candidato Mazón, ya diputado electo, era miembro del
Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria en su calidad de consejero
del Gobierno regional. No consta su oposición a esos tráficos indignos. No conozco
si la campaña regionalista ha tenido asesores profesionales. Hay apuntes hacia
una cuestión militante y voluntaria, pero el resultado es magnífico aunque la
expectativa anunciada, a veces, era superior. El mayor miedo en el PRC, hoy, es
lo que a veces se llamó en nuestro país el hecho sucesorio.
La cifra de 1.000 millones de euros en los que Revilla, de
formación inicial economista, ha cifrado el coste del potencial apoyo
regionalista a la formación del gobierno de España veremos en cuanto se rebaja.
Con el PRC en el Congreso es cierto que entramos en otra liga, pero si cada
voto del congreso costara lo mismo, el gobierno nos saldría por un tercio del
PIB. Si eso pudiera ser real, Revilla o el PRC, hasta ahora era lo mismo ¿no
habían hecho cuentas antes?
En cuatro semanas volvemos a las urnas. El PSC ha ganado
ayer en Cantabria y en todos los municipios más poblados empezando por
Santander. Vuelve a enviar tres senadores a Madrid y eso no ocurría desde hace
un cuarto de siglo. Pero extrapolando los resultados de ayer no hay garantía de
que se pueda repetir un gobierno regional PRC-PSC ni la brutal derrota del PP
en la capital puede confirmar que finalmente en Santander se produzca la
primera alternancia en el gobierno local desde…casi el principio de los
tiempos.
El papel de los votos en Santander, en Cantabria y en el
conjunto de España de las confluencias a la izquierda del partido socialista,
puede dar para un extra que ya no será del día después. Quizá de 48 horas más
tarde, o de 72…