Es mayo y el cincuentenario de aquel mayo se lo lleva todo y
tú acabas de cumplir veinte meses. Alguna vez entenderás lo que significa la
escala, la del tiempo y la geográfica y la de los barcos… Tu padre era más
pequeño que tú ahora mismo cuando tres jóvenes salieron de Santander hacia la
provincia de Almería para una fiesta familiar de uno de ellos. No volvieron
nunca y no fue un accidente de tráfico. Una de las páginas más negras de la
etapa de la transición entre el franquismo y lo de ahora acaba de volver a la
primera página.
El jueves pasado el Parlamento regional de Cantabria acogió
a las familias de las víctimas en un acto de homenaje profundamente emotivo. Ha
empezado a denominarse a esas víctimas como lo que fueron: Víctimas del propio
Estado. El denominado Caso Almería, después de 37 años, empieza a utilizar el
lenguaje apropiado. Ya falta menos y espero verlo. Conozco a los promotores del
acto y su enorme trabajo voluntario. Mientras, muchos de los que cobran por hacer ese trabajo no lo hacen.
El sábado tu abuelo participó en una marcha solidaria. Una más
de las que tratan de obtener recursos a través de variadas iniciativas. Caminar
por Laredo tiene un atractivo mayor si consigues que familiares y amigos te den
una cantidad por cada kilómetro recorrido. Tu abuelo completó los 20 km de la marcha y entregará
a los organizadores, básicamente compañeros del Instituto en el que trabajé
unos años, el importe de casi la mitad de
lo que cuesta un pasaje desde Tindouf.
Muchas familias de las que acogen niños saharauis para pasar un verano más fresco en nuestra
tierra dentro del programa Vacaciones en Paz, no tienen dinero suficiente para,
además, pagar ese billete de avión. No dudes querida nieta que sin esas
participaciones de la sociedad civil, este mundo que no nos gusta demasiado nos
gustaría todavía menos y que quienes tenemos la suerte de haber nacido en
determinados lugares, llenos de injusticias, estamos obligados a mirar, y
ayudar, a los que han tenido mucha menos suerte.
Y no corren buenos tiempos para los que pensamos así. Hoy
mismo, en la ciudad en la que nació tu padre, van a elegir presidente de
aquella comunidad autónoma. En el último lustro, cinco años completos, allí se ha
caminado hacia el desastre y parece que ya hemos llegado. Tampoco los de aquí
estamos libres de culpa. El nuevo presidente cree que pertenece a una raza
distinta y mejor que la del resto de los habitantes de la Península. Distinta y
mejor que la de la mitad aproximada de los habitantes de aquella esquina
peninsular. El nuevo presidente es racista. Eso ya es bastante pero es que además
el nuevo presidente lo será gracias a la abstención de cuatro diputados que se
suponía que eran la quinta, o sexta, esencia del progresismo blablablá…
Qué te tocará ver, Olivia? Es una pregunta que seguramente
se hacen todos los abuelos así que quiero creer y hoy no es muy fácil, que lo
que te toque ver no sea peor que lo que
vemos ahora mismo. Vísperas del 70 aniversario del inicio de la tragedia
palestina que el presidente Trump
aviva con la inauguración de su embajada en Jerusalén. Aquel mayo de 1948,
cuando nació una de tus tías y una de las mejores amigas de tu abuelo y que con
los acontecimientos de Praga daba inicio oficial a la guerra fría. Muy cerca ya
el bloqueo de Berlín y el plan Marshall…
de todo hace 50 o 70 años y es mayo, y me dan ganas de escribir versos de Labordeta o de Imanol. Pero también de Moustaki.
Aquel griego, extranjero en todas partes, que nos legó el “todo es posible,
todo está permitido…”
Y una paletada personal para terminar. Este blog cumplirá
ocho años en septiembre y esta semana va a alcanzar las cien mil visitas. Todavía
me resulta difícil de creer. Gracias.
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