Una entrada al blog peculiar. Empieza en un vuelo entre
Fuerteventura y Madrid. Eso ha ocurrido ya. Hay que buscar por noviembre de
2011. Sigue en Barajas y acaba cerca de Aguilar de Campóo. Esta mañana, me pasó lo mismo en 2011, en la isla árida y bella amanece lloviznando en mi último día de estancia, y acabando de recoger y haciendo maleta, me ha dado por conectar el
televisor, cosa que he hecho muy poco los últimos diez días y los últimos años.
Y se que mi estado civil, que ya está dicho por aquí varias veces, huérfano,
viudo, jubilado, va a incorporar uno nuevo. En un momento, no se si es la mejor
manera de hacerlo público, pero ahí va. En un momento en que mi estado civil
real vuelve a lo que la mayoría de heterosexuales civilizados y adultos
entiende por normalidad, compartir al menos parte de la vida con una pareja del
otro sexo, en ese mismo momento me siento divorciado. Un estado civil por el
que no había pasado hasta ahora.
¿De quien me he divorciado? De la mayoría de políticos. De la
mayoría de comunicadores. Voy a pasar mal las próximas semanas, en un momento
de optimismo generalizado dadas las nuevas coordenadas por las que se mueve mi
vida personal y a las que pronto habrá que añadir la condición de abuelo, que
si no es un estado civil se le parece mucho. En ese momento, aunque uno ande de
vacaciones al sol, se enterará que al presidente del gobierno todavía en
funciones le da pereza debatir. Le da pereza todo. Es un ejemplo de perezoso de
libro. Qué se cree que les pasa a los millones de ciudadanos que todavía tienen
que ponerse el despertador para no llegar tarde al trabajo. Pereza no era una
virtud si no recuerdo mal.
Es la misma mañana en que una comunicadora de postín anuncia
con cierto orgullo que va a entrevistar al señorito. Quién sabe, es posible que
incluso le haya puesto en aprietos. La semana pasada el señorito le quitó un
colaborador a la comunicadora. El colaborador había relacionado al señorito con
Panamá… un día de estos se ha celebrado la jornada mundial de la libertad de
prensa…
En el mismo telediario de una cadena que fue del señorito, comparecen dos dirigentes socialistas. Hernando, el Hernando socialista, del
otro ya se sabía casi todo, con un discurso de la guerra fría... Ahora, en
precampaña, se nos ponen a rivalizar los dos Hernandos. A su lado otro
dirigente del PSOE. Me parece que pasa por ser el número 2 ó 3 del histórico
partido. ¿Así creen que evitarán el sorpasso? Los nuevos también se las traen
pero no he llegado. He apagado el televisor. Quién me manda meterme en ese lío…
Me queda un detalle para ver si alguien, al margen del
PP, juega en serio. Las candidaturas al Senado. En la legislatura prácticamente
no-nata terminada uno de estos días, he escuchado decenas de veces que la
mayoría absoluta del PP en el Senado imposibilitaba reformas en las que
supuestamente estaban de acuerdo los demás partidos. Incluso el inicio de un
proceso constituyente. El Senado se elige por un sistema que deja fuera a la
tercera lista y otorga el 75% del premio a la primera. La base electoral
provincial de una cámara de representación territorial se convierte en una trampa legal al
servicio del bipartidismo.
Si no hay novedades en las listas, amplias alianzas,
volveremos a la casilla de salida. Ya se puede proclamar que después del 26 de
junio la mayoría absoluta del PP en el Senado bloquea las necesarias reformas bla
bla bla ¿Quién se merece ésto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario