Todo el mundo reniega de los informativos de TVE, todo el
mundo excepto los más cercanos al partido que gobierna y que ha impulsado
ciertos cambios en el ente público. Hoy, el cierre del telediario primera
edición, me ha emocionado. Yo tengo cierta admiración por todo lo valenciano,
no me importa confesarlo. Los fans de la Comunitat/País hemos pasado
por una mala etapa los últimos 20 años aproximadamente… ¿Cómo se han despedido
hoy en esa edición? Con el pasodoble más conocido de todos los tiempos: Paquito
el chocolatero.
Pero lo que me ha emocionado no han sido las imágenes de
tanta fiesta, ni los recuerdos de tantos bailes con el chocolatero por medio.
No. El compositor, era otra época, le dedicó la pieza a su cuñado Paquito en
esta España nuestra que tanto cuñadismo sufre/disfruta. Completo información en
la Wiki y aprendo que Paquito era el hermano de la esposa del compositor,
Gustavo, y que la pieza es de 1937 y se estrenó en las fiestas de moros y
cristianos.
Primer mosqueo. 1937/Guerra civil. Moros y
cristianos/primavera. Son asociaciones que me salen de natural. Parece que en
Cocentaina (Alacant) hay dos ediciones de esa fiesta, una en abril y otra en
agosto. ¿Se estrenó con Gernika recién bombardeada o a punto de bombardeo? O
con el frente rompiéndose cerca de Reinosa?
Va a ser cierto que Valencia fue una isla durante la primera parte de la
guerra. Allí, además de comer con normalidad, todavía componían pasodobles y se
disfrazaban de moros y cristianos y bailaban…
Si eso es así, la Wiki y TVE lo confirman, ¿a quién le puede
sorprender que mantengamos tantas diferencias? Que algunos se tomen el asunto
de la nación como si fuera teología. Monoteísmo versus politeísmo ya ha dado
mucho que hablar y caudales notables de sangre. No me atrevo a calcular si más
o menos que lo de las nacionalidades/nacionalismos/soberanismos… Pero lo
mismo que los agnósticos están reconocidos en el frente religioso, ¿qué ocurre
con los que ni trempamos ni nos desmayamos con un nacionalismo?
Si he finalizado otro cálculo pendiente. Quienes me
conocen saben que nunca he sido de barba muy cerrada. Otro tema ha sido el
bigote. Nunca he lucido barba pero he llevado bigotazo más de veinte años,
hasta que se puso de un plateado ingobernable ¿Cuántas mañanas habrán pasado
las cuchillas por mis cachetes? Calculo que no menos de 17.000. Ni una sola de
esas mañanas, ni una, se me ha aparecido mi otro yo en el espejo para
preguntarme en que nación me incluyo. Eso puede tener más o menos mérito, pero
es que alrededor de un tercio de ese número de pasos de las cuchillas por mi
rostro, entre 5.000 y 6.000, la ubicación de la cuchilla y de mi cara era
Barcelona.
No tengo ninguna duda cuando se me reclama en un documento
mi nacionalidad. No me siento ni más ni menos orgulloso de mi ciudadanía que lo
pueda estar un francés o un alemán. Pero lo de la nación… se que hay algunos
millones de conciudadanos que lo llevan de otra manera. ¿No podemos todavía
organizar un baile entre todos y que cada uno se ponga su letra y su marca de
chocolate preferida? Entren en youtube y vean. Hasta Blanquita la cabra legionaria se pierde
con Paquito.
Esa gran chocolatada/xocolatada, sin arcabuces ni cimitarras
que nos conocemos, ¿no se puede organizar a la vez en la Plaça Sant Jaume y en
la Puerta del Sol? Aunque sea después del 9 de noviembre, que nos pierden los aniversarios. Este es un país, o varios, eso es un tema mayormente geográfico. Y es un estado, de momento uno, pero en el que hay varias
naciones porque así lo quieren millones de ciudadanos y a mi, reconocerlo, no
me evita ni un afeitado ¿es grave lo mío, doctor?
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