viernes, 11 de septiembre de 2015

Tres en uno




Me van a perdonar un inicio un poco farragoso pero precisiones históricas me obligan. Esta entrada se la voy a hacer llegar a una famosa periodista de la radio. Pepa Bueno ha entrevistado hoy a un dirigente de ERC. Joan Puigcercós cree que hasta hace muy poco las celebraciones del 11 de septiembre no han sido masivas. Ha llegado a hablar, no es estrictamente textual pero muy aproximado, como quien dice de cuatro gatos, supongo que hasta que la celebración ha cobrado un sentido mayoritariamente independentista.

He vivido quince años en Barcelona y eso incluye algunos 11 de septiembre. En esa fecha de 1970 todavía tenía un examen pendiente en Santander y ayudaba a unos amigos en el rodaje de una película vanguardista. Hacía una semana que en Chile había ganado las elecciones Salvador Allende aunque la votación final, parlamentaria, que le llevó a la presidencia de aquel país  fue en octubre.

En esa fecha de 1971 si estaba en Barcelona, me movía bastante, después de salir de trabajar, por los alrededores de las Ramblas y no recuerdo absolutamente nada que pudiera recordar una reivindicación política y eso que en esa fecha dice la Wiki que falleció Kruschev. Faltaban unas semanas para la presentación de la Assemblea de Catalunya, organismo unitario de la oposición que condujo casi todo el proceso de lucha por las libertades en aquel territorio. En esa fecha de 1972 el servicio militar obligatorio de mantenía entre Burgos y Santander.

Recuerdo muy bien el 11.09.1973. Yo empezaba una nueva vida tras la mili y recuerdo algún altercado en Canaletas, pero creo sinceramente que las primeras noticias del golpe en Chile alimentaron esos incidentes más que una reivindicación nacionalista y yo, activista de  la oposición, ignoraba entonces el significado histórico de la fecha. Tengo en blanco los dos años siguientes. Quizá había retrasado mis vacaciones. Me gustaba hacerlo cuando podía.

Y ya aparece el 11 de septiembre de 1976. El señor Puigcercós no había cumplido diez años en esa fecha. Seguramente no se acuerda, pero a la vez, también estoy seguro que le suena que fue la primera gran manifestación tras la muerte de Franco. Se acuñó una cifra de unos 70.000 participantes, el gobernador civil desterró el encuentro a Sant Boi, era un día laborable, había estado prohibido el acto hasta horas antes … No éramos cuatro gatos. Y al año siguiente, con las elecciones de junio que habían dado una gran mayoría a la izquierda en Catalunya muy frescas, con el grito a favor de la autonomía que se unía al que en el resto de España reclamaba libertad y amnistía… en jornada laborable, en el Paseo de Gracia se dijo entonces que habíamos estado entre un millón y millón y medio. Muchos gatos.

Me gustaría evitar juicios de valor pero si un ciudadano nacido en 1966 recuerda los actos del 11 de septiembre como muy minoritarios tiene que ser por no haber asistido a los que se convocaban con carácter unitario en torno al cruce de la Gran Vía y el Paseo de Gracia. En 1978 empezaron  incidentes de alguna violencia en el Fossar de les Moreres al término de la gran manifestación unitaria. Yo nunca asistí a esos actos pero me consta que mientras viví en Barcelona si eran muy minoritarios. Las declaraciones de hoy del señor Puigcercós avalan una tesis. El soberanismo ha reconvertido esa fiesta.

Me gustaría que el gobierno español hubiera reaccionado de forma distinta ante el conflicto que se ha ido agigantando en una tierra en la que conservo algún pariente y la mitad de mis mejores amigos. Una tierra cuya lengua e historia conozco con cierto detalle. Pero a la vez no dormiría hoy tranquilo si no recordara el asesinato de Allende y de la democracia en Chile y el atentado terrorista que en la misma fecha de 2001 se cobró miles de víctimas inocentes en Nueva York. El conflicto catalán  ha eclipsado hoy las otras dos efemérides. No me gusta. Puedo decirlo y lo digo y pienso estar en Catalunya dentro de dos semanas. Quiero ver el final de la campaña en directo.

4 comentarios:

  1. Ya me cuesta entrar aquí. Acaso Wordpress sea un agujero negro... Pero a lo que vamos.

    Ojo con esa memoria prodigiosa, pues chocará sin remedio con el gaznápiro que no la posee (no estaba donde dice) o la falsea deliberadamente (estaba bien alineado con los hijoputas). De estos asuntos versa la magnífica novela "El impostor" (J. Cercas), ambientada vayapordios en Barcelona.

    Aquí nadie lloró delante del cadáver de Franco, en cambio había 7 millones de comunistas combatientes en la clandestinidad, alguno tan habilidoso para la clandestinidad que su padre era gobernador civil.

    Quiere decirse que las manifas no dicen gran cosa. Claro que va gente sincera y meditadamente convencida (quién sabe si la mayoría), pero también van niños convenientemente disfrazados, van gregarios que lo mismo dicen una cosa y la contraria, y van esos peculiares oportunistas que en un Berlín portaron antorchas y banderas. En el momento de la verdad, es decir cuando los años vayan desdibujando las caretas, todos estuvieron allí o ninguno estuvo, quémediceusted o deningunamanera.

    Respecto de la burda manipulación del número 1715, mejor lo dejo para otro día, que prefiero seguir tomando solo una pastilla diaria.

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  2. Cierto. Hay una indolente amnesia que recorre el pensamiento independentista. Están pedaleando si darse cuenta de que se les salió la cadena hace unas cuantas décadas. Esforzados de la estulticia

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  3. Nace en Weimar Carl Philipp Emanuel Bach, quinto de los siete hijos del Bach más famoso, que también alcanzará renombre como compositor.

    En el palacio inglés de Kensington, muere Ana I de Estuardo, que llevaba 12 años siendo reina de Inglaterra, Escocia e Irlanda.

    De todo esto no fui testigo directo y tengo un recuerdo más bien vago. De hecho, aunque no estoy seguro, creo que dichos acontecimientos han influido relativamente poco en mi vida. En su día seguramente fueron la bomba, con corresponsales, espías y embajadores a tutiplén -las cancillerías obsesivamente al loro-, pero ha transcurrido el tiempo y nada es más dañino para la memoria.

    Aquellos hechos tuvieron lugar en 1714. Naturalmente, he tenido que recurrir a un catálogo de efemérides para desvelarlos. A fin de cuentas, eso es un libro de Historia: un catálogo que se hilvana con ciertos pensamientos añadidos y que vaya usted a saber.

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