Quienes tengan alegrías partidistas lo estarán disfrutando
mucho, los demás no salimos de ese asombro que parecía que ya no tenía hueco en
nuestras mentes. Hace unos días Mariano
Rajoy se fue de boda a Gasteiz. Solo pensar como puede pronunciar Mariano
el nombre de la capital vasca ya mueve a la sonrisa. Lo que ocurre es que acudió a una boda de las que hasta hace poco no le gustaban nada. El
anterior alcalde de Vitoria se casaba con otro hombre. Algo que a la mayoría de
la población deja bastante indiferente, a la plana mayor del PP le indujo a
presentar un recurso de inconstitucionalidad…para acabar asistiendo a esa
ceremonia, con un personaje que a mi me molesta más por sus opiniones xenófobas
que por sus inclinaciones sexuales. Eso es cosa suya y de su marido. Si se mete
Rajoy ya es un trío y no se si se contempla en la ley esa posibilidad
Y es bueno que el PP salga del armario. Y que un xenófobo
sea homosexual. Cuanto más crucemos las variables, más aumenta el bendito
mestizaje. Una vacuna para casi todas las purezas. O para todas. Otro xenófobo
del mismo partido, ascendido a candidato a presidir la Generalitat de Catalunya
después de haber sido alcalde de Badalona, reconoce que no fue buena idea pedir
firmas contra el nuevo estatuto de autonomía catalán, también impugnado ante el
Constitucional, recortado por esa institución y fuente en buena medida del
monumental follón que se encamina a una meta el domingo próximo.
Dos grandes errores sin duda. Pero hoy mismo uno de los jóvenes
valores incorporados como portavoz del partido en el gobierno reconoce que quizá
el contrato a Bárcenas fue un error,
ahora que la Seguridad Social ya ha puesto su mira en el tema. También hoy en
un programa de radio el presidente del gobierno se vuelve a liar en un asunto
crucial de la polémica de los últimos días. ¿Van a dejar de ser españoles los
catalanes? No parece una pregunta fácil
Pero desde que ha empezado la campaña y las encuestas
demuestran que las filas están muy, muy prietas, las amenazas de siete males
proliferan. Bancos, sectores empresariales…el ministro de Exteriores, el
presidente de Telefónica… Si de verdad era todo tan grave, ¿cómo es posible que
durante años el presidente, la vicepresidenta, el conjunto del gabinete y el
estado mayor de su partido no han hecho nada y solo han dicho vaguedades sobre
la aplicación de la ley? Alguna de las dos cosas no puede ser acertada. Como no
fue acertado impugnar la ley que permite casarse a todo el que quiera con quien
quiera o no es acertado asistir a una de esas bodas. Las dos cosas a la vez no.
Me da alguna pereza buscar en este mismo blog, que se acerca
a su quinto aniversario, pero algún dirigente nacional me copia y no me cita. Si,
tiene casi dos años una entrada titulada
Y si Rivera o
cualquier otro aspirante a enormes cotas de… llega ahora a la misma conclusión…tranquilos.
No voy a pedir ninguna compensación, pero voy a seguir insistiendo. Cinco años
amasando ese pan son muchos años. La hogaza se parece cada vez más a una hostia
con mucha levadura. Mucha, mucha. Me da casi igual que sea un 48% de electores
catalanes quienes quieren la independencia o que sea el 51%. Nunca antes, creo,
desde 1975, hemos tenido un conflicto semejante. Y no se va a resolver desde
Madrid o desde Barcelona. Si todavía tiene arreglo será actuando a la par.
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