lunes, 31 de agosto de 2015

Soroll




Bruit. Noise. Lo que venía siendo ruido. Ese Mediterráneo de Algeciras a Estambul, de Serrat o de Espronceda, con tropecientos cañones por banda. Se acaban las vacaciones con más ruido que nunca, o a mí me lo parece. También hay ruido en otros lugares pero me tiene muy mal de mi mismo el ruido en el Mediterráneo que a fuerza de ser Nostrum también es un poco mío.

Un programa estrella de la radio ha empezado esta mañana la nueva temporada recordando a Neruda, al Winnipeg, - yo lo había hecho, en mi modestia, hace unas semanas- a los refugiados españoles que hace tres cuartos de siglo encontraron algo muy parecido a la paz, a la felicidad, en muchos países americanos. Se está hablando y es más que un titular periodístico, de la mayor crisis humanitaria desde la II Guerra Mundial.

Eso tenemos y también tenemos políticos de distinto signo que no afrontan con mucha seriedad un problema de ese calibre. No me resisto a citar lo que piensa el ministro del Interior de estos refugiados de ahora, goteras, o seguramente de aquellos españoles de 1939 aunque en ese campo el portavoz popular en el Congreso gana por goleada. Recordamos aquello de que algunos no se acordaban de sus padres hasta que llegaron subvenciones para excavar fosas comunes… más o menos. Creo que un problema de mayor calibre es no tener ni la más remota idea de donde buscar al padre y eso le puede pasar incluso a portavoces parlamentarios.

Hay ruido financiero. Mientras los dirigentes populares quieren encarar la campaña electoral con datos positivos, el Ibex se pega un batacazo en agosto que parece que no conocía en el último lustro. El de la crisis. Dicen que la culpa  viene de China y tiene que ver con la corrupción. Hay periodistas encarcelados allí por haber hecho algo, dicen, para que baje la bolsa y eso al Partido Comunista chino, hermanado o algo parecido con el PP, no le deja en buen lugar. Se necesitan culpables y, ojo, se aplica la pena de muerte en China con cierta ligereza.

La corrupció y me peleo con el corrector que cree que me falta una n. Y el registro en las sedes de Convergencia y la carta a los catalanes de Felipe González que no recuerdo bien si se parece a la de San Pablo a los corintios. Un tipo curioso FG que se pregunta en la carta, textual, he hecho copia y pega ¿Sabían que no había otra salida y engañaron a los ciudadanos? Eso sobre Tsipras y el referéndum griego de hace unas semanas. Eso es tener morrazo y no lo de Cangas, provincia de Pontevedra. FG hablando de lo que se pregunta en las consultas. De entrada y tal.

El ruido está garantizado en las próximas cuatro semanas. Después ya se verá, pero lo más probable es que siga o aumente. FG cita un par de veces en su carta a los catalanes al Gobierno de la nación. ¿De qué nación? No se ha enterado que un problema de algunos cientos de miles de catalanes es justo ese? Qué quería decir  la Constitución del 78 con lo de las nacionalidades? Deberíamos ponernos a tratar de traducirlo. Con el mejor rollito que tenga cada uno.

Y ya, por acabar unos minutos antes de que lo haga este caluroso y tormentoso mes, el presidente valenciano también ha tocado un punto muy sensible. No digo que no le falte razón, pero Ximo Puig se ha metido en un avispero- y desde el último viernes se lo que eso quiere decir de forma no metafórica-. Los conciertos económicos de las cuatro provincias forales y los cupos negociados con ellas, son la prueba más clara de que los españoles no somos iguales entre nosotros mismos. Hay otros temas fiscales, impuestos de sucesiones sin ir más lejos, que también marcan diferencias. Podría pasarnos como en la famosa canción? Que con tanto ruido no escuchemos el final?

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