Berlin c’est fini, en alguna rima. Berlin beendet posiblemente es correcto, beendet für mich. Se ha acabado, al menos de momento, para mi. Estoy escribiendo a no se cuántos miles de pies de altura, sobre algún lugar del sudeste de Francia. Me he dormido al poco tiempo de despegar de Tegel y la última referencia del comandante es que se veían los Alpes y un poco al oeste Ginebra… Pero ha habido nubes por encima y por debajo, fundamentalmente por debajo, de nuestras posibilidades de visión.
No he estado cinco semanas de vacaciones al uso, al uso de no hacer nada, que es lo que entendemos por vacaciones. Las clases de alemán, cuatro horas diarias, casi 100 horas en total, equivalen, más o menos a un curso completo de lengua alemana. Eso y escuchar la radio mañanera y la vida diaria en el transporte, en el supermercado, en los bares y restaurantes, sin duda ha servido para mejorar mi nivel de alemán que era muy pobre. Paupérrimo, que es una palabra que ya no usamos, que no queda bien aunque la situación de los últimos años da para usarla a diario, como un saludo o una plegaria, con reiteración.
Esta entrada del blog dedicada a Berlín no puede ser la última, en casa, tendré que repasar los flecos que se han quedado. Tenía anotado que el museo de la DDR (RDA para nosotros) merece en si mismo una entrada y después he visitado los refugios de la zona norte de Berlín, entrando por la estación del metro de Gesundbrunnen, refugios y fortalezas antiaéreas … que no se pueden escapar al comentario.
Y también que esa visita demorada la he realizado el jueves. El jueves, hace 48 horas, en Alemania era un día festivo, y pese a la formalidad que el gobierno alemán quiere imponer a sus socios meridionales, supuestamente vagos e impuntuales, ayer viernes fue para muchos alemanes un Brückentag, literal, lo emplean como nosotros, un día de puente, un laborable entre dos festivos, que se arregla, en el convenio, en el calendario escolar o de alguna otra manera para montar un largo fin de semana.
Cuando la escuela de alemán para extranjeros en la que he sido alumno las últimas semanas nos repartió un panfletillo, a finales de abril, advirtiendo del carácter singular del mes de mayo en cuanto a festivos, no daba crédito. Ellos parecía que se disculpaban. Tres días sin clase que no se van a recuperar ni a devolver el dinero. Cuando contraté ya sabía que el 1 de mayo era festivo en medio mundo. Otro festivo en buena parte de Europa, que incluye a mi ciudad natal es el lunes 25, Pentecostés. Pero yo ya no iba a estar allí en esa fecha. Desconocía que la Ascensión fuera fiesta en Alemania. No recuerdo los años que hace que dejó de serlo en España.
Y después está el nombre de la fiesta. No es fácil tomarlo en serio y quiero que se entienda que no es ninguna falta de respeto. Christi Himmel fährt. Jesucristo viaja al cielo, o el viaje de Cristo al cielo. Sin ninguna precisión de que ese viaje signifique un ascenso. En alemán no se sabe en que cota está el cielo. En Francia, donde a pesar de su radical laicismo ese jueves también es festivo, se señala igual que en castellano, que lo que se celebra es una ascensión. Curiosidades de las lenguas que no dejan de ser curiosidades de las culturas que se expresan en esas lenguas.
Volviendo al tema del puente, como en Madrid ese viernes era festivo, el Santo patrón ha llevado a Berlín a muchos ciudadanos de la capital. Se escuchaba al mediodía en las inmediaciones de Alexanderplatz ese acento característico que hace rascar alguna consonante, ejke… egque, no se si hay una manera oficial de transcribir el acento capitalino.
Las últimas compras, algún recuerdo, todo lo que se deja para última hora… y el cartel pegado a una columna. Se sigue buscando a Hodei. Y hace más de un año y medio que desapareció. En Amberes. En octubre de 2013. Hay una entrada en este blog dedicada a esa desaparición. Y alguna referencia en alguna otra. Conocí a sus padres en Parayas. Hace algo más de un año. Y es una historia estremecedora… Claramente esto tiene que continuar.
Tu búsqueda de la belleza te ha hecho viajar a esa tierra donde sus habitantes hablan esa lengua áspera de carraspeo o garraspera. Te damos la bienvenida a la tuya, que no es menos rasposa
ResponderEliminarHe llegado a tiempo de escuchar mensajes que no entiendo, tipo "sabemos gobernar" "ahora se puede" ...
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