lunes, 13 de mayo de 2013

Una nueva pinza





Por estos días se cumplen 68 años del horror que se iba conociendo sobre los terribles descubrimientos que, en el final de la guerra, las tropas aliadas se habían encontrado en los campos nazis. Todos los paralelismos que se quieran buscar con situaciones y épocas distintas no pueden tener buen final. Pero no he sido yo el primero a quien se le ha ocurrido comparar con el nazismo algunas de las últimas cosas que van ocurriendo en nuestro país en esta guerra peculiar que ya llevamos tres años soportando.

Ayer domingo 12, en toda España se han vivido actos conmemorativos del inicio de la protesta ciudadana, que no ha hecho más que empezar, que hace dos años puso algunas de nuestras plazas, fundamentalmente la Puerta del Sol de Madrid y la Plaza de Catalunya de Barcelona, en todas las portadas de los informativos mundiales.

La coherencia, el combate por mantenerla a lo largo de la vida, es uno de los más difíciles de una vida humana. Del regocijo poco disimulado que algunos dirigentes del PP exhibieron en el principio de la protesta de lo que ya está homologado y con significado sociopolítico universal como 15M, al entender que en plena campaña electoral, municipales y autonómicas 2011, aquella protesta antigubernamental les favorecía, se ha pasado a lo que no es fácilmente reproducible en horario infantil. La señora Cospedal, número dos de los populares, rivaliza con Enzo Colloti y Angelo Tasca en los foros de entendidos en totalitarismos de ese género. Pero estoy seguro que también sabe más que nadie de bolchevismo. Es una lista, simulada y en diferido, pero una lista.

Pero en el otro campo, el del PSOE, no paran de saltar sorpresas. Una de sus dirigentes jóvenes, que no hace muchas semanas llenó los titulares por una crítica abierta a los modos actuales de la socialdemocracia, y censuró incluso el lugar en el que se reunían, un hotel de cinco estrellas en el marco de uno de los lujos más decadentes del continente, Estoril, hace pocos días también ha arremetido contra los nuevos movimientos populares de protesta. Lo que me deja mucho más confuso es que el propio Ramón Jáuregui, del que no hace muchas semanas ya tuve que señalar algo en el mismo sentido, confesando mi respeto personal por el socialista vasco, también se dedica ahora a hacer amigos en lo que convencionalmente hemos situado a la izquierda del PSOE.

No sé si alguien con más eco que el que alcanza este blog personal empezará a acuñar una nueva pinza, PP/PSOE, que radicaliza y sitúa en el averno todo lo que no comulgue con el apestoso bipartidismo instaurado hace 35 años.

No veo más que dos salidas. Primera,  los dos grandes partidos promueven un nuevo reparto, con una nueva constitución, que posibilite salir del fuera de juego a la mayoría de la población -la mayoría de los que tuvimos algo que decir en el parto del sistema actual estamos jubilados o a punto, y no somos, ni hemos sido nunca, radicales antisistema.

Segunda, las costuras saltan. La rebelión de los pecheros no es fácil adivinar como se encauzará o como se institucionalizará pero lo que no puede durar ya mucho es esta sobreexplotación. Los privilegiados se comportan como marquesonas del XVIII y eso indigna mucho. La parte del presupuesto destinada a pagar intereses de la deuda nos puede dejar en la más absoluta de las miserias durante una generación, por lo menos. Y si quienes han recetado y aplicado los recortes no ofrecen otro camino que perseverar en lo mismo…

Cualquier día de éstos se conoce la otra cara de las preferentes y se arma la marimorena. Una cosa es que te estafen y que no esté muy claro como se ha evaporado tu dinero. Y otra que se empiece a divulgar el número y los beneficiarios de las condonaciones de créditos de las mismas entidades. O sea, que se sepa quien tiene tu dinero. En ese momento yo estaré con mi hermana y con mis amigos estafados y con todos los demás. Y los distraídos, aquellos que tomaron los créditos y olvidaron devolverlos y nadie se lo exigió, si tienen tiempo, deberían hacer las maletas. Ese día los escraches dejaran de denominarse escraches.

En una ciudad archipacífica como ésta, el sábado pasado, la bicifestación a su paso por la sede central del Banco Santander coreó Botín recuerda, tenemos una cuerda y Mírala, ahí está, la cueva de Alí Babá Hay jugadas de farol pero también hay síntomas que se detectan tarde y mal y revoluciones que triunfan, que han triunfado a lo largo de la Historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario