miércoles, 14 de noviembre de 2012

El sectarismo en los tiempos del photoshop




No sé si incumplo algún pacto al escribir hoy, jornada de protestas diversas en el sur de Europa y en Berlín - empezamos a ir por el buen camino -, pero lo que está claro es que he hecho la comida ayer para no trabajar hoy, que no voy a comprar ni pan, que me desplazaré andando o en bici… Estoy en, y con la huelga.

Y ya he escuchado lo que dicen algunos medios de comunicación, de alguna manera diferente habrá que empezar a denominarlos, sobre lo de hoy, una huelga contra España y tal. Se sigue editando y con su público, un diario que está históricamente demostrado que participó en el golpe de estado de 1936, que dio lugar a la guerra civil, a los cientos de miles de víctimas, a la dictadura más feroz de nuestra Historia… y a un retraso, en términos objetivos y cuantificables, de al menos 20 años. Numerosos indicadores de 1935 no se vuelven a alcanzar hasta 1955. Bien, si el ABC dice que es una huelga contra España yo estoy en mi derecho de afirmar que es una huelga a favor de la mayoría de españoles. Empate a uno.

¿Cómo debemos comportarnos en pleno siglo XXI en torno a la opinión de los demás? ¿Siempre prejuzgando? El triunfo de Obama se llevó por delante una entrada que quería haber hecho ya la semana pasada. Cualquiera que me siga conoce mi escasa afinidad con el conservadurismo en general y con el PP en particular. Habérselo notificado tal cual hace como quince años al actual presidente del parlamento regional, me libró de ser nombrado, contra mi voluntad, como director de mi instituto.

Al actual presidente regional lo conocí, y el no se acordará, lógicamente, cuando el era un jovencísimo concejal en El Astillero y yo jefe de estudios del instituto de esa población, que se iba a abrir y que todavía tenía el edificio en obras. El Ayuntamiento nos prestó un despacho municipal  durante el verano y el único concejal que se interesó por la precariedad del trabajo del equipo directivo, en el proceso de matricula y puesta en marcha, fue él. Es cierto que éramos colegas, pero también lo es que el estaba entonces en la oposición.

No comparto casi nada de lo que dice o hace pero su postura frente al fracking es esperanzadora y habrá que vigilar que la cumpla y no marear perdices diversas. Con su opinión expresada en la radio el lunes 5, sobre varios aspectos relacionados con el Racing, sólo puedo estar de acuerdo, en especial sobre los sueldos de algunas personas que es cierto que han llegado a donde han llegado por haber merodeado por los aledaños del poder popular. 

Reconocer eso en un día de huelga general me ha parecido conveniente. Del alcalde de Santander hoy no hablo. Ya me han acusado de tener síndrome de Estocolmo con su figura por haber participado como voluntario en el intento fallido del Santander 2016. Si me quieren, pienso intentarlo de nuevo con el Mundial de Vela de 2014.  Quienes tengan compromisos partidarios deberían ir sacudiéndose determinados yugos. La reciente destitución de la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Santander es un tremendo ejemplo de autoritarismo muy antiguo aunque se domine el  photoshop.  Quienes no tenemos esos compromisos nos podemos permitir denunciarlo.

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