No
sé si incumplo algún pacto al escribir hoy, jornada de protestas diversas en el
sur de Europa y en Berlín - empezamos a ir por el buen camino -, pero lo que
está claro es que he hecho la comida ayer para no trabajar hoy, que no voy a
comprar ni pan, que me desplazaré andando o en bici… Estoy en, y con la huelga.
Y
ya he escuchado lo que dicen algunos medios de comunicación, de alguna manera
diferente habrá que empezar a denominarlos, sobre lo de hoy, una huelga contra
España y tal. Se sigue editando y con su público, un diario que está
históricamente demostrado que participó en el golpe de estado de 1936, que dio
lugar a la guerra civil, a los cientos de miles de víctimas, a la dictadura más
feroz de nuestra Historia… y a un retraso, en términos objetivos y
cuantificables, de al menos 20 años. Numerosos indicadores de 1935 no se
vuelven a alcanzar hasta 1955. Bien, si el ABC dice que es una huelga contra
España yo estoy en mi derecho de afirmar que es una huelga a favor de la
mayoría de españoles. Empate a uno.
¿Cómo
debemos comportarnos en pleno siglo XXI en torno a la opinión de los demás? ¿Siempre
prejuzgando? El triunfo de Obama se llevó por delante una entrada que quería
haber hecho ya la semana pasada. Cualquiera que me siga conoce mi escasa
afinidad con el conservadurismo en general y con el PP en particular. Habérselo
notificado tal cual hace como quince años al actual presidente del parlamento
regional, me libró de ser nombrado, contra mi voluntad, como director de mi
instituto.
Al
actual presidente regional lo conocí, y el no se acordará, lógicamente, cuando
el era un jovencísimo concejal en El Astillero y yo jefe de estudios del
instituto de esa población, que se iba a abrir y que todavía tenía el edificio
en obras. El Ayuntamiento nos prestó un despacho municipal durante el verano y el único concejal que se
interesó por la precariedad del trabajo del equipo directivo, en el proceso de
matricula y puesta en marcha, fue él. Es cierto que éramos colegas, pero
también lo es que el estaba entonces en la oposición.
No
comparto casi nada de lo que dice o hace pero su postura frente al fracking es
esperanzadora y habrá que vigilar que la cumpla y no marear perdices diversas.
Con su opinión expresada en la radio el lunes 5, sobre varios aspectos
relacionados con el Racing, sólo puedo estar de acuerdo, en especial sobre los
sueldos de algunas personas que es cierto que han llegado a donde han llegado
por haber merodeado por los aledaños del poder popular.
Reconocer
eso en un día de huelga general me ha parecido conveniente. Del alcalde de
Santander hoy no hablo. Ya me han acusado de tener síndrome de Estocolmo con su
figura por haber participado como voluntario en el intento fallido del
Santander 2016. Si me quieren, pienso intentarlo de nuevo con el Mundial de
Vela de 2014. Quienes tengan compromisos
partidarios deberían ir sacudiéndose determinados yugos. La reciente
destitución de la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Santander es un
tremendo ejemplo de autoritarismo muy antiguo aunque se domine el photoshop. Quienes no tenemos esos compromisos nos podemos
permitir denunciarlo.
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