Entrada publicada hoy en Aquí Diario Cantabria
El pasado lunes, en el café de media mañana, menudo susto: Nacho Diego al lado de un guardia civil en una foto de prensa. Menos mal que al ver al alcalde de San Vicente me acordé que la víspera había sido la Folía. Uno de mis abuelos era de San Vicente y seguramente todavía no lo he contado. El faldón debajo de la foto es de enmarcar. Lo grueso está claro. La mayoría absoluta de Iñigo de la Serna en Santander va a ser escandalosa y se confirma sin matices que el gobierno se ha pasado la legislatura acosando al alcalde.
Eso si, hay tirones de oreja con la deuda, el fiasco del 2016 y, fundamentalmente, el hecho de que estos cuatro años son “más de proyectos que de realizaciones”… ¿prensa amiga? El Santander del alcalde es un Santander virtual, de maqueta e infografía. Quien quiera realidades mejor dirija su voto a otro lado.
El martes, dos actos religiosos a unas decenas de metros el uno del otro. El Racing, homenajeando al mayor deportista de la tierra y derrotando al Atlético de Madrid. Lágrimas incontenibles y salvado un año más. Rumbo al centenario de 2013 en primera división. Con la etapa más brillante de esos cien años. Desde junio de 1993 y contando con la temporada próxima- espero que los aspectos financieros no quemen los deportivos- serán dieciocho años, de esos diecinueve, en primera división.
Previamente el mitin central de campaña de los socialistas cántabros enfrente de los Campos de Sport. Más recuerdos para Ballesteros y un aspecto del discurso del presidente del gobierno en ese mitin que ha quedado curiosamente olvidado. Es una afirmación que nadie ha desmentido tras pasar más de 72 horas y explica muchas cosas.
El Plan E ha sido la mayor inversión en municipalismo de la Historia de España. Los pagos han sido a cargo de la caja del gobierno central y han ayudado a que el desempleo oficial no sea más escandaloso y a generar en parte el déficit actual, y los proyectos realizados los han decidido los ayuntamientos.
A la luz de esa afirmación, el discurso de algunos alcaldes, lamentablemente el de la capital entre ellos, se quedan huecos. No es extraño que la cabeza de lista socialista al Ayuntamiento de Santander, Eugenia Gómez de Diego, haya definido al alcalde actual como la cruz de la ciudad, siendo la cara los proyectos, ya realizados o en marcha, de los gobiernos central y regional – Parque tecnológico; Ronda de la Bahía y Distribuidor de la Marga; Frente Marítimo y nueva terminal y pista de rodadura del aeropuerto… además del Plan E ya citado.
Parece que los ciudadanos no nos fijamos en eso y los resultados electorales que cantan las encuestas darán algo muy parecido a lo que tenemos en la actualidad, tanto en el Parlamento como en los principales ayuntamientos.
Lo que el candidato regionalista y actual presidente regional ha denominado tsunami del PP, al menos en Cantabria, parece que no se va a producir. Otra cosa es que el antídoto sea, como él proclama, votar al PRC. Hay poca cultura de pacto político en España y Revilla, curiosamente, es de los que más saben de ese asunto en la práctica. No parece lejos de batir una marca notable, veinte años de presidente o vicepresidente de un gobierno de coalición. Ocho con el PP, otros ocho con el PSC y los próximos cuatro con el uno o con el otro. En algún momento debería alejarse de las televisiones y escribir sus experiencias y consejos en el ámbito del pacto político. Divulgar y compartir.
En el conjunto del país el citado tsunami puede quedarse en una alternancia de gobierno en Baleares, como ya se ha producido hace cuatro años, y hace ocho, y hace doce. No parece mucho para que el actual candidato popular dirija el asalto de su partido a La Moncloa. Incluso si La Mancha cambiase de mayoría, seguiría siendo poco bagaje para traducir lo que desde hace cuatro años el PP viene calificando de desastre universal. Tengo en la memoria los mapas electorales de las dos últimas regionales francesas. El año pasado, la mayoría gubernamental de Sarkozy sólo pudo conservar Alsacia y dos de los cuatro departamentos de ultramar. En 2004, Chirac sufrió una derrota muy similar. Nada parecido ocurrirá en España la semana próxima.
¿Se podría pactar un descanso en la campaña electoral, como en el Tour, y que no sean tragedias como la de Lorca las que la impongan? En caso de tragedia como la de Murcia ¿es inevitable el intento de uso electoral? La última pregunta es para Rajoy al que esa tragedia impidió visitarnos, pero el líder popular parece que, por una vez, no perdió el tiempo. No voy a calificar ese tipo de actitudes. No creo que tengan calificación.
Como la esperanza es lo ultimo que se pierde, vamos a descartar esa nefasta alternancia que las encuestas se empeñan en darnos una y otra vez.
ResponderEliminarQue Dios nos pille (a las Baleares) confesados.
Ni me lo quiero imaginar...
;-)