domingo, 29 de mayo de 2011

Marea equinoccial


Entrada publicada hoy en Aquí Diario Cantabria

No es que no estemos advertidos, lo del cambio climático va muy en serio pese a las bromas que Rajoy se gasta con su primo. Tan en serio que cuando ya han pasado dos meses del inicio de la primavera, la marea del domingo pasado tuvo un coeficiente tremendo. Me niego a denominarlo tsunami, y no es por llevar la contraria al presidente en funciones. Pero un tsunami contiene en su definición el rasgo de imprevisto. Es decir que no se puede ir anunciando un tsunami durante más de un mes como ha hecho él. Una marea, en cambio, está prevista. Otra cosa es que nos confunda el coeficiente.
Todavía no sé quién se sorprendió más la noche del 22. El que ganó o el que perdió. Ignacio Diego ha sido ninguneado por propios y extraños, me incluyo, y ahora es el presidente electo. Su imagen sólo puede mejorar. Miguel Ángel Revilla, más valorado fuera que dentro de la región, es una pena que no se haya retirado a tiempo, sin la muesca de la derrota electoral. Ahora vendrá el asunto sucesorio en el regionalismo, tema no menor que el presidente trató de alargar hasta que la cuerda se ha roto.
El pase a la reserva política se abre para varios pesos pesados del socialismo regional: Gorostiaga, Duque, Gómez Morante… La primera gran victoria del PP, antes del recuento, ha consistido en haber impuesto la idea de que las elecciones locales no eran más que la primera vuelta de las legislativas de marzo próximo, si se hacen en marzo.
Castro Urdiales sigue siendo un municipio atípico en el conjunto regional. Menos mal. Si fuera la norma, la locura política se denominaría Cantabria. La escala local, de la capital, deja varias paradojas. El candidato regionalista ha hundido las expectativas de su partido de, por primera vez, superar esa reválida. El regionalismo ha vuelto a fracasar en Santander. El alcalde, enorme ganador, mayoría absoluta histórica de dos tercios de los concejales… y sin embargo, su proyección  personal pasaba por el fracaso de Diego en las autonómicas. Ahora, sin la coartada del acoso del gobierno regional, la falta de actuaciones puede ser letal de cara a la cita de 2015.
Fundamentalmente si vuelve a enfrentarse con la misma candidata socialista. Eugenia Gómez de Diego ha afirmado por activa y pasiva, antes y después de la cita electoral, que ella se queda los cuatro años a dirigir la oposición municipal. Eso puede significar, creo que por primera vez en el ayuntamiento de Santander, que a diario habrá alternativas a las decisiones de la mayoría, o apoyo, si los socialistas juzgan que toca. El Mundial de Vela de 2014 va a ser un escaparate que exigirá mucha finura y quien mejor lo aproveche tendrá premio al año siguiente.
Ignacio Diego, presidente electo, en pocas horas ha hablado de los recortes que se avecinan, del necesario consenso y diálogo frente a la pura aritmética y ya ha puesto de los nervios al sector empresarial más dinámico al amagar con cepillarse el plan energético regional. Nunca pensé en un Diego tan soviético. Ojo también a un tema cargado de veneno ¿Se desentenderá el nuevo gobierno del aspecto financiero que puede condenar al descenso a un Racing a punto de celebrar el centenario? La austeridad que predicaba el PP en la oposición se puede revolver como una daga contra el gobierno.
Un victorioso alcalde popular, recién elegido en Sevilla, ya ha anunciado en que se va a gastar el primer medio millón de euros en cuanto lo tenga: Cambiará el mobiliario urbano del centro histórico ya que no le gusta, personalmente, el que ha puesto el alcalde socialista. Un estilo.
Y como no todo es miel en la victoria, el Financial Times ha pedido a Rajoy que apoye las reformas del Gobierno en vez de pedir elecciones anticipadas. Además, en un editorial, le recuerda que con estos resultados no tendría mayoría absoluta en las Cortes. También el Guardian se ha ocupado de nosotros, y casi todos los diarios del planeta.
Los habitantes de la costa lo tenemos tan incorporado a nuestras vidas que difícilmente nos resulta noticiable. Las pleamares son compensadas con las bajamares. Muchos en el partido socialista, dentro y fuera de la región, han aprovechado y todavía aprovecharán en las horas que faltan hasta que lean esto, y probablemente después, para, ya que hay focos, actuar.
Quiero pensar que son los de más edad, los que no se han enterado del divorcio, una vez más en nuestra historia, entre la España oficial y la España real. La novedad es que en 1808, o en 1931, en 1976 o en 2004, y salvando todas las diferencias intrínsecas a momentos históricos en si tan diferentes, ahora el gobierno está en manos, supuestamente, de la opción de progreso. No quiere eso decir que el PP represente mejor a los acampados real o virtualmente por las plazas de España. La derrota para el socialismo es que se le perciba en estado de igualdad. Mientras escribo hay algo parecido a un conflicto entre esas dos españas en la plaza de Catalunya en Barcelona….

No hay comentarios:

Publicar un comentario