Entrada publicada hoy en Aquí Diario Cantabria
Hoy es un gran día en nuestra sociedad y quiero, en primer lugar, dar mi enhorabuena a todos los ciudadanos, incluyendo, faltaría más, a la mayoría de nuestros representantes políticos. Sólo exceptúo de ese deseo general a aquellos políticos procesados por corrupción. Son como el funcionario antipático, que luego contaminan a todo el colectivo.
Pero en España hay más de 8.000 municipios cuyos ayuntamientos se están renovando ahora mismo y 41 diputaciones provinciales – en mi opinión un lujo perfectamente prescindible- diez cabildos o consejos insulares… ¿De cuántos miles de puestos estamos hablando? ¿A cuántos afecta la corrupción?
En Cantabria hay 102 municipios. Sólo un alcalde tiene problemas serios con la justicia. No creo que esa proporción, 1%, sea la general. ¿No hay un 1% de corruptos en otras profesiones, periodistas, médicos, arquitectos, ingenieros, abogados…? Y no se salvan como casi todos sabemos, albañiles, carpinteros, taxistas, fontaneros, electricistas, pequeños comerciantes (de los grandes para qué hablar)… Es este un país corrupto, en general, ¿en un 1%, en más o en menos?
La inmensa mayoría de los políticos como la inmensa mayoría de los ciudadanos es honrada y apacible y hoy es una fiesta de todos. Las necesidades técnicas me obligan a mandar esta columna mucho tiempo antes de publicarla … Mi deseo de que nadie trate de amargar la fiesta de esta noche está en el aire cuando escribo. Los que crecimos envidiando las noticias del extranjero relativas a las elecciones, cuando aquí no sabíamos exactamente que era eso, no vamos a dejar de votar.
En mi caso no me importa confesar que casi siempre he votado con un entusiasmo muy escaso. Con el entusiasmo escaso del menú del día, cuando nos gustaría, seguramente, votar a la carta. Pero prefiero el menú del día a quedarme sin comer. Hay ahora mismo un movimiento muy prometedor en las plazas de España, espero que finalmente no sea un movimiento contra el menú del día.
Un profesional ya hubiese aclarado el subtítulo a estas alturas de la columna. Pero yo soy un amateur encantado de serlo y agradecido por poder serlo. La candidata socialista a la alcaldía de Santander en el mitin central de su campaña, con Lola Gorostiaga y el presidente del gobierno pronunció el mítico “no pasarán” en relación con un tema concreto y el candidato popular, Nacho Diego, al parecer más amante de las hojas que del rábano, también en presencia de su alto mando, se cargó la referencia histórica y contraatacó con el asunto del miedo.
No es eso. Pero claro, una cosa es que casi todos sean honrados y otra que todos sean igual de espabilados, y eso no es así ni aunque el buenismo nos invada en jornada electoral. El “no pasarán” parece que tiene segunda parte. Se la regalo a Diego por si le hace falta esta noche o en los próximos días: “No pasarán, y si pasan, ni caso”
No quiero acabar sin pagarme una deuda. No he querido hacerlo en campaña, mi intención no era inmiscuirme en asuntos internos de un partido, pero puede que como ciudadano de la capital el asunto me afecte cuatro años. Tampoco puedo tardar más en decirlo, el momento es hoy. Me parece un error, además de una enorme injusticia, que el PRC no haya llevado de cabeza de lista en Santander a su portavoz durante cuatro años, Francisco Sierra, a quien conozco muy poco. Me parece que ha sido el concejal de la oposición, PSC y PRC, que mejor se ha enfrentado a la mayoría absoluta del PP en el conjunto de la legislatura.
Hoy acabo con internacional. La detención de DS-K en el Sofitel de Nueva York el pasado domingo afecta no sólo a él y su familia y a la empleada del hotel y la suya, ni sólo a los socialistas franceses. Afecta a toda la gente de bien. Pero es especialmente dolorosa para quienes creemos que hay formas de hacer, de vivir, distintas cuando uno representa determinados valores. Nunca he sido un obrerista. No confundo izquierda con pobreza ni mucho menos con reparto de la pobreza.
No tardaremos en verificar si es culpable de lo que se le acusa, la policía y la justicia en Estados Unidos tienen una velocidad envidiable, pero Dominique Strauss-Kahn aspiraba a presidir la República francesa con los valores de la izquierda, y se alojaba en un hotel de 3.000$ la noche… al cambio algo más de 2.100 € Eso y muchos otros detalles le hacen aparecer como uno de los “dueños del universo” de la “hoguera de las vanidades” de Wolfe. Pero aquellos no engañaban a nadie con su ideología.
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