Entrada publicada hoy en Aquí Diario Cantabria
Este domingo se celebra en toda Europa el final de la II Guerra Mundial. En Rusia lo harán mañana. Uno que, a pesar de ser bastante mayor, todavía no había nacido entonces, llegó al uso de razón casi 20años más tarde. Recuerdos de preadolescencia sitúan anomalías en la vida ciudadana como el relevo de guardia en la Prisión Provincial recién derribada, por parte de unidades del Regimiento de Infantería Valencia, que todavía no debía ser A.B.Q. y que bajaban desde su acuartelamiento en el Alta en formación. Había un importante conflicto en Asturias y la policía destinada en la ciudad debía estar desplazada a las cuencas mineras. Era el estado de excepción franquista. Y recuerdo unos cuantos más.
Hace unos meses el gobierno ha metido en cintura a un cuerpo de funcionarios especialmente poderoso a través de una medida de excepción prevista en nuestra Constitución.
Y luego están otras medidas que, aparentemente, pertenecían al mundo de la ficción literaria o cinematográfica. Las licencias para matar de agentes superespeciales. Las cloacas del estado que se sabe que existen pero que nunca se visitan. No hablo de las declaraciones de Mourinho.
El pasado lunes, festivo en medio país, nos desayunamos con noticias que venían de Pakistán, pero que parecían llegar de Hollywood o de ferias del libro mundialmente famosas. Eran noticias reales. La confusión entre Osama y Obama, más o menos interesada en la RAI de Berlusconi y en el discurso de la presidenta madrileña en su celebración del 2 de mayo, el día que más cerca me siento de Madrid, a través de Pedro Velarde y de Pérez Galdós, esa confusión, en mi caso, permanece una semana más tarde.
No voy a pedirle la más mínima explicación al presidente de los Estados Unidos, conozco mis limitaciones. Pero todavía no he salido de un cierto estado de estupefacción sin estupefacientes. Nuestro gobierno ha felicitado al presidente Obama por el éxito de la operación que ha incluido, el director de la C.I.A. lo ha admitido, la práctica de torturas. Algún detenido –seguramente extrajudicial- ha cantado y… Además de la incursión de unidades militares en un país extranjero y el asesinato de varios contrarios… sin ser especialista en Derecho parece que no hay por donde coger el asunto. Si nos hemos pasado años protestando por la utilización de atajos en la lucha antiterrorista interna, ¿a qué viene este contento actual?
Con tiempo para madurarlo, todavía el miércoles el presidente del gobierno le ha dicho a Llamazares que su postura, la del diputado de IU, era minoritaria. Notición. Llamazares está sólo unas veces y otras con una diputada por Barcelona, pero parece que tiene más claro que el presidente la estatura moral que alcanzan todos los implicados en este negocio. Los autores y los aplaudidores.
Demócratas trasnochados no es el nombre de ningún grupo de post-rock, que yo sepa. Somos todos los que no nos hemos alegrado de la manera en que se ha acabado con Bin Laden. Que nadie se equivoque. Ni una lágrima por el elemento. Todas por el procedimiento, que habíamos quedado que en democracia era fundamental.
Menos mal que el Tribunal Constitucional, parece que por la mínima, ha terminado la semana con la autorización de las listas de una coalición a la que previsiblemente le ha tocado el gordo con todo el espectáculo que se ha montado alrededor.
Desconozco si el PSOE tiene tiempo de deshacerse del abrazo de oso que le da el PP en el tema del final de ETA. También desconozco si la orientación ideológica general de ese partido, la socialdemocracia, tiene salidas propias a lo que hace menos de tres años se denominó la refundación del capitalismo. Pero hace 66 años, en el final de la II Guerra Mundial, los demócratas que hoy serían considerados trasnochados, habían alcanzado una gran victoria sobre el totalitarismo.
Tal vez, ha llegado el momento de marcar un punto de inflexión....
ResponderEliminarsaludos