Esta entrada ha sido publicada en Aquí Diario Cantabria el domingo 2 de enero de 2011
Mientras el vicepresidente Chaves pone una pierna en la RAE a golpe de gradualización, término que todavía no existe, y el ministro Sebastián prepara un cursillo para enseñarnos a esquivar la subida de la tarifa eléctrica, hasta los menos avisados hemos empezado a preguntarnos si el síndrome de Moncloa ha vuelto absolutamente tarumba al vecino mayor del complejo presidencial.
Algo tiene el palacete. Sólo uno del hasta la fecha quinteto de inquilinos, me atrevería a decir que prematuramente fallecido, ha sido discreto. El primero, el que decidió que los jefes de gobierno de este Reino debían tener una residencia acorde con su rango, y que no fuera el Pardo por motivos obvios, hace años que, víctima de una de las más crueles enfermedades, está fuera de cualquier polémica. Los otros dos, cada vez más parecidos entre sí, con la pela como objetivo. Uno, en mi opinión, hace tiempo que traspasó la barrera de la pura y simple traición a este país.
El otro, después de cambiar radicalmente de vida ¿y principios? ahora se integra, con fastuoso sueldo, en la dirección postinera de una de las primeras empresas energéticas españolas. Supongo que la subida de la tarifa eléctrica y los sueldos dignos de la reina de Saba de cientos de personajes y personajillos de esas empresas, no tienen nada que ver. Más, supongo que el ministro Sebastián ya hace tiempo que consiguió que aquellos que ganan en un año mucho más que el 99% de los asalariados de este país en toda su vida laboral, se bajen el sueldo un poquito, que seguramente les quedará para café.
Nos queda el vecino actual del palacio. Hasta hace ocho meses trató de remar contra la corriente y mantenía el discurso de que se podía salir de la crisis sin recortes sociales. ¿Qué ha pasado después? Alguien tendrá ya en marcha el guión de la adaptación de algún clásico de la transformación al ilustre vecino, por el momento, del palacio.
¿Alguien sabe si hubo algún acuerdo en la cumbre “progresista” celebrada en Nueva York hace un par de semanas? Con Tony Blair, Bill Clinton y Lipe González en el asunto, solo pudo ser una broma. Jesús Caldera y “la Chacón” –como le gusta llamarla a maricomplejines (lo uno por lo otro)- ¿tienen que mezclarse con esos otros elementos?
No entiendo las críticas a Ferran Mascarell que ni siquiera se ha pasado al PP. Si no hay alternativa, es mejor que cada palo aguante su vela. Que hagan las maletas en Moncloa, Sonsoles ya está en ello afortunadamente, y que no obliguen a los candidatos socialistas de las autonómicas y municipales a estrellarse contra el plebiscito que según E. G. Pons son las elecciones de mayo. Todavía confío en que en la categoría de ex, ZP no se parezca ni a Aznar ni a González.
Soy así. Y como penitencia de Año Nuevo ya he perdonado al equipo de gobierno municipal de Santander por felicitarme la Navidad – me llegó el 28 lo cual ya es un síntoma- usando el fichero de los voluntarios 2016, en una tarjeta de una ONGD católica, lo dice la propia tarjeta, a la que se le había adherido la foto del alcalde y sus 14 compañeros del grupo popular. Los otros 12 concejales no serán católicos. Ya saben, al que no crea que le den y al que crea, que le den dos veces por supersticioso. ¡Feliz 2011!
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