domingo, 4 de mayo de 2025

Seis por seis

 

Del apagón, ni palabra que pueda reflejar que yo entiendo de amperios, ohmios  y/o vatios. De interconexiones, mix energético, y el resto de bla, bla, bla, nada, como el 99,999999% de todos los que manifiestan lo contrario. Solo que estoy muy en contra del “y-tú-más” y me revuelvo contra quienes no respetan las magnitudes, de intensidad, resistencia y/o de potencia. En los ámbitos medianamente normales, que espero que sigan existiendo por alguna esquina del planeta, un tal Mazón provocaría carcajadas pidiendo explicaciones en el minuto seis cuando seis meses más tarde sigue ocultando bastante bien lo que hizo y no hizo aquel día trágico en Valencia. O que un descamisado Abascal, con buscado aspecto legionario, disimule que se le olvidó cumplir el servicio militar obligatorio y brame, insulte e invite a insultar al presidente del Gobierno de España. Sí, guerrero del antifaz de vía estrecha, de España, esta España tuya y mía, nuestra. Del socio, hoy, tampoco. Ni palabra. Tres años sin hacer una propuesta, sin aclarar cómo mejoraría todo lo que el gobierno hace fatal. El día que deje de querer no estar en la Moncloa, tendré que coger una patera. Y nadie debería entender que me parece bien todo lo que hace este gobierno, ni mucho menos. Me parece que el presidente Sánchez se quedó muy corto cuando aconsejó informarse solo por medios no informales. Algunas cadenas de radio y tv, algunas cabeceras de periódicos centenarios también son de preocupar… Nada que envidiar a chiringuitos digitales.

Hay un vademecum completo de crisis gestionadas por el PP, desde noviembre de 2002, Prestige -por no abrumar-, hasta la dana del pasado octubre, con el que esos dirigentes populares deberían, si tuvieran un mínimo de respeto por la clientela, fija o potencial, callar un poco y no pedir explicaciones en seis horas de las que no han sido capaces de dar en seis meses. Su emperador desnudo, Aznar, también ha olvidado el tiempo que lleva buscando armas de destrucción masiva o autores intelectuales de atentados en cercanas montañas…

La diversidad territorial también se ha notado en la excepción ibérica del lunes. En algunas zonas la incidencia ha durado poco más de tres horas y en otras casi 24. Me encuentro entre los afortunados: poco tiempo sin luz aunque el mismo tiempo sin agua -riesgos de una planta 10ª en una cota alta- y que la reflexión da para mucho. En un día brillante, a mediodía, con gas y radio a pilas… es peor quedarse sin agua que sin electricidad. Y enorme beneficio en lectura: más del doble que un día normal.

El jueves era día 1. No creo que el presidente Roosevelt asistiera nunca a una manifestación en tal día. Acusaciones de bolchevique tuvo en su propio país. Aunque no es fácil, es posible que a Unai Sordo le caiga la misma acusación. Confundir programas es una especialidad muy novedosa aunque pudiera estar pasada de moda. Y sí, de acuerdo totalmente con Sordo: mantener hoy las conquistas, aspirar a un nuevo reparto, es revolucionario. Las cosas naturales son como son y al día 1 le sucede el 2 y hace años que se convirtió en fiesta en nuestro particular distrito federal.

No recuerdo a quién se le ocurrió que ese era el día de la Comunidad de Madrid. Había otro ambiente entonces y Móstoles llegó a firmar la paz con Francia hace exactamente cuarenta años ¡Habían estado 177 años en guerra! Ese hubiera sido un gran motivo para el discurso institucional de la jornada pero IDA no está por la labor. Su amargura es contagiosa, vive con un delincuente en una vivienda un tanto oscura pese a los grandes ventanales y terrazas. No es buena actriz sin el guión ensayado. El lunes se apagó casi a la vez que la luz. Cuando le pasaron una chuleta, cedió la responsabilidad al gobierno central, por si las moscas… y su Comunidad seguía en el  nivel tres de emergencia mientras millones de madrileños/as escapaban por tierra y aire de ese paraíso perdido.

La impostura que no va a poder arreglar Isabel, -una cosa son los cuentos y otra la Historia-, por muy arremangada que celebre todas las fiestas, es que los suyos eran los traidores en 1808. ¿Nadie va a respaldar hoy a  Godoy? ¿Y a Carlos IV? ¿Y a Fernando VII? ¿Todos guerrilleros? ¿Todos liberales? Ja, ja y más ja. La Historia siguió, con muchos líos en este país nuestro y en muchos otros. En casi todos y 128 años después de 1808 hubo de nuevo una gran traición. Si tiene dudas la presidenta madrileña que le pregunte a su amigo el legionario farsante.

 

 

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