lunes, 8 de abril de 2024

La Boa

 

Un programa de radio me hace recordar que también se cumplen 20 años del remate de los atentados de Atocha con el episodio de la ascensión de los terroristas a su Paraíso: De Leganés al cielo. Con el resultado de otra víctima inocente más, un  artificiero de la Policía. Yo estaba en París con un grupo de alumnos que habían ganado un premio para participar en una jornada del programa de Euroscola en Estrasburgo. A la vuelta a casa, vacaciones de Semana Santa y confieso que ese episodio no lo tengo bien archivado. Esos veinte años también son los que un fino analista como Enric Juliana lleva viendo el panorama desde la Villa y Corte. Me lo estoy pasando bastante bien con la lectura de su última publicación: El ruido y la furia. Regalo de cumpleaños de mi hijo. Mucho retrato que llega hasta la actualidad.

No voy mucho a Madrid y no he sido invitado a la boa –el director de ok diario, tampoco- pero este fin de semana me he movido por allí. Me he movido con dificultades. El sábado por la tarde, la segunda edición de la fiesta de la Resurrección, en Cibeles, sin mucha relación con la boa, colapsaba media ciudad. Eduardo Inda llegó al teatro más tarde que yo mismo. Por eso sé de primera mano que no estaba con las élites bien vestidas. Y el viernes, en El País, aparecía un artículo de Antonio Cazorla digno de ser enmarcado: De aquellos fascistas estos nacionalistas. Así se entiende mejor el apoyo de Aznar a Netanyahu. Ni la influencia de José Andrés servirá para ponerle el cascabel al gato asesino. Pero sirve para dejar al estado de Israel fuera de la mística laborista con el ancestro fascista del Likud al descubierto. A trece años del inicio del conflicto en Siria… Israel ha bombardeado el consulado iraní en Damasco. Esperando la reacción de Teherán… Todavía hay quien aboga por consensuar la Historia ¿Y la Química o las Matemáticas? Foto: Religión Confidencial

Por si no hubiera sido suficiente con la pasión terraplanista de Miguel Bosé y  los llantos de  Antonio Banderas por sus procesiones interruptas, la incorporación de   Imanol Arias, a la banda contraria a la agenda 2030… empieza a dejar claro que aquel  chip  de la Universidad católica de Murcia se lo han implantado ya a más de uno.

Y volviendo a Madrid y a sus facturas, no sé si el dicharachero Alfonso Carlos Serrano estaba en la boa. Supongo que sí. Tampoco sé cuánto nos falta para que alguien del campo contrario le pregunte si todos esos detalles que parece que tiene de la vida de la esposa del presidente del gobierno reuniéndose con empresarios en habitaciones de hoteles se deben al trabajo de su santa madre. Alguien pondrá las toallas.  Generalizado el gusto por la fruta… No sé si el dicharachero Alfonso Carlos Serrano recuerda que al mítico Jaimito de los chistes no le llamaban el tocatimbres sino el hijoputa del quinto. Y el pobre lo único que hacía era incordiar a los vecinos tocando sus timbres.

Y ya en ancho métrico, la región, la mía y la suya, no da para más, el consejero Media, a diario en los medios,- y no es juego de palabras- en una misma frase pide lealtad y respeto institucional y llama a la delegada del gobierno de España, de ESPAÑA, tocayo, la delegada de Zuloaga. Eso sí que es respeto bien entendido.

Y al cierre de una edición de este blog que ya lleva algo de retraso, confirmo una noticia que pudo parecer broma hasta hace poco tiempo: El académico Juan Luis Cebrián ha sido totalmente divorciado de PRISA. Ya era hora.

 

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