domingo, 25 de febrero de 2024

Koldos

 

Mientras los gallegos votaban, yo estaba terminando la última obra de Saviano, Los valientes están solos. Una lectura que me hacía recordar los murales que abundan hoy en toda la isla. Falcone y Borselino, el primero próximo al PCI y el segundo al posfascista MSI, y sin embargo amigos y empeñados ambos en la lucha contra el crimen organizado. Asesinados los dos por la Mafia con poco tiempo de intervalo en aquel año de nuestros fastos de 1992. En los días posteriores a la cita electoral gallega no he parado de preguntarme ¿Cómo va la cosa –nuestra- por aquí? ¿Crimen organizado? El narcotráfico en el Estrecho, la mafia rusa operando como en el cine, incluyendo asesinatos casi anunciados… y Koldos, koldos hasta en la sopa. Transversales. ¿A cuánto estamos de que la corrupción, que significó un terremoto de la máxima intensidad en Italia, se lleve por delante todo nuestro sistema sociopolítico? Con las etapas intermedias de algún Berlusconi para acabar en una Meloni. Ganas dan de rezar para ver si alguna divinidad nos lo evita.

Y es que las primeras reacciones al asunto Ábalos –los koldos de turno solo son peones medianamente espabilados- han sido muy desalentadoras. Hasta el viernes 23 en que la vicepresidenta Montero dejó bastante claro lo que ella haría en un caso similar, todo han sido vacilaciones, pero se pueden tomar por vaciladas. Vale que no sepas a cuánto asciende la fortuna del peón que te guarda las espaldas y hasta donde la espalda cambia de nombre, pero que con su grado de instrucción haya sido consejero de una empresa pública, quizá sí que tiene que ver con el baranda ¿no? Y el baranda del baranda ¿no sabe nada de nada? ¿Nadie ha hecho ni un comentario?

Y las apuestas, ¿Cómo van? 2027 parece muy lejano. Es posible que Sánchez se haya creído su propio manual de subsistencia, pero los bolos no están pinados para durar tanto. Era difícil al principio. El tema de la Amnistía lo están dificultando los más interesados; las pleitesías a Marruecos van a seguir mermando apoyos internos… y además la corrupción. Con eso pueden jugar los otros: Cuando llegas al gobierno por la corrupción de los otros… Y las facturas han estado muy claras en Valencia o en Madrid, -absolutamente perdonadas- pero a la izquierda esa factura le puede costar todo.

Con  la cita vasca ya anunciada oficialmente, la euforia por lo ocurrido en Galicia el domingo pasado, -una exageración más del estado mayor popular- se podría empezar a resituar: ¿Qué va a contar el PP en la madrugada del 22 de abril? En Galicia solo 41.000 votos han separado a los dos bloques -sin que eso quiera ocultar el fracaso del PSdeG- con un sistema electoral que prima a las dos provincias menos pobladas. No es en el único lugar en que ocurren esas distorsiones. No se salvan ni las elecciones generales, sobre todo para el Senado. En Euskadi hay un ejemplo bastante exagerado con la equiparación de las tres provincias, -25 diputados cada una al margen de su población- pues ni con esas suele disfrazar el resultado el PP vasco.

Y dos años después del inicio de la guerra en Ucrania, dice Biden que a Putin también le gusta la fruta. ¡A nivel de Isabel!

 

domingo, 18 de febrero de 2024

La tierra de Breogán

 

La esquina noroeste de la Península tiene hoy una cita electoral. Podría acabar con un resultado inesperado para quienes tuvieron prisa en adelantar esas elecciones. No hay nada seguro y eso ya es un elemento muy preocupante para los protagonistas del adelanto. En esta parte del mundo, al menos desde el final de las glorias imperiales, estamos más acostumbrados a mirar hacia el Este, hacia el continente europeo. No tengo el dato estricto, pero del abultado número de ciudadanos administrativamente gallegos que residen en el exterior, con todo el peso que aporta Argentina en ese contingente, no es fácil olvidar a los que residen en Alemania, Bélgica, Francia… Es decir, también los gallegos, como los portugueses, han mirado hacia el resto del continente al menos desde mitad del siglo pasado.

Aunque nuestra mirada se dirija más hacia el Este, parece que tenemos un pasado bastante común, con parentescos claros en el folklore y el ADN –un capítulo del que confieso sin rubor mi total desconocimiento pero acompaño mapa- Por no hablar de los últimos dos mil años, cuando la romanización uniformó casi todo el territorio peninsular. Hay parentescos más evidentes como el paisaje más o menos transformado- la base es muy distinta en cuanto a los materiales litológicos-; la estructura agraria, que en geografía se denomina bocage, la propiedad agraria, con límites físicos en las pequeñas parcelas, desde morios de piedra a bardales más o menos naturales, con especialización más ganadera que agrícola; el individualismo que históricamente ha procurado esa estructura… una industrialización tardía y débil… Un predominio de opciones políticamente conservadoras… En conjunto, es posible que Cantabria y Galicia, pese a la distancia geográfica, se parezcan más que el resto de comunidades de lo que en el mercado turístico se comercializa como España verde.

La campaña electoral gallega ha puesto de relieve, una vez más, la afición por la  mentira como base programática, bastante transversal, pero además sin parar de  señalar al contrario, -solo mienten los otros- como cuando huele mal en un ascensor. A ver quién ha sido. Creo que lo que más nítido me ha llegado de una campaña a la que no he prestado mucha atención, es la afirmación de la candidata nacionalista, Pontón, sobre que el dirigente popular Núñez F, es capaz de decir lo uno y su contrario. Eso ya se sabía. Pontón ha añadido que esa capacidad se puede encontrar  en la misma frase. Y algo de eso puede haber. En cualquier caso y respondiendo a lo que sea –ya se sabrá más- el hecho de haber calentado la segunda parte de la campaña con unas declaraciones a 16 periodistas que después se han intentado negar, creo que pueden constituir, pase lo que pase con el resultado de hoy, el testamento político del gallego Núñez.

Una virtud que ha aportado la campaña electoral queda señalada en la ausencia de protestas por parte de los productores del sector primario gallego. Creo que es la única comunidad en la que no se han producido. Hay necesidad de que alguien señale –y la flecha debe ser de gran magnitud- a quienes pueden solucionar, aunque sea en parte, las demandas de los agricultores y ganaderos. La extrema derecha se ha apropiado al principio de las protestas y, por una vez, han dicho algo comprobable: En la Unión Europea gobierna una coalición muy transversal que agrupa a conservadores, socialistas y verdes y eso no es muy nuevo.

Lo que parece imposible en casi cualquier país miembro se ve natural en la Unión. Pero en concreto, la política agrícola común, la muy meneada PAC, hace más de cincuenta años que está en manos de comisarios conservadores, miembros o muy afines al Partido Popular europeo. Sin contar al actual comisario, el polaco  Janusz Wojciechowski, primo hermano de Abascal y MeloniLos colores que emplea la Wikipedia ayudan mucho a entenderlo. Desde marzo de 1972, cuando finalizó el neerlandés Mansholt, no ha habido ningún comisario europeo responsable de la PAC con afiliación medianamente progresista. Que el Partido Popular siga, no solo lavándose las manos, señalando al gobierno de España como responsable y posible solucionador… No deja de ser una más. Y que desde el gobierno de España no saquen el gráfico de la Wikipedia que aquí se acompaña… facilita que el reprobado consejero del medio rural del gobierno de Cantabria también se suba al tractor…amarillo.

domingo, 11 de febrero de 2024

Tractores y cine

 

Escribir con la resaca de los premios del cine español no es fácil. Entre otras cosas porque no tengo ninguna costumbre de acostarme de madrugada y porque la película multipremiada no había querido verla. Supongo que tendré que revisar la decisión. Me ha encantado el premio para Janet Novás, que borda su papel en O Corno y, rompiendo el absurdo frentismo que nos invade, me ha gustado que un documental en el que el Ayuntamiento de Santander ha colaborado de manera decisiva, también se haya llevado el Goya correspondiente. Ava aborda un tema como el de la esclavitud que supone la trata de mujeres, en este caso discapacitadas, para ejercer la prostitución. No me suelo sentir cercano a casi nada de lo que organiza el Ayuntamiento de mi ciudad, pero en este caso, no me cuesta conceder un aplauso.

Que no es fácil prodigar. Sin ir más lejos, al responsable de Turismo del equipo de gobierno del mismo Ayuntamiento que ayuda en la denuncia de Mabel Lozano premiada anoche,  le parece que el glamour de Starbucks es un no va más. Un me-lo- dices-o-me-lo-cuentas de los de antes. Si mi memoria no está muy averiada en esa misma esquina donde se acaba de abrir la sucursal de la famosa franquicia, hubo una cafetería de verdad, Madrid-Lago. Y yo no conocí los míticos cafés de los que escuché hablar a mi padre. Starbucks será la nueva modernidad, pero glamour, lo que se dice glamour…

La portavoz de VOX en el Parlamento de Cantabria, Leticia Díaz, debió pensar el martes que se habían adelantado las fiestas del carnaval y se subió a un tractor como si fuera la reina de esas fiestas. No ha sido la única. Rocío Monasterio ha hecho lo mismo y me ha parecido que incluso el presidente andaluz, con su traje inmaculado, también. La protesta del campo es tremendamente compleja. Tratar de manipularla es una posibilidad al parecer difícil de evitar. Pero a estas alturas del siglo XXI la sociedad rural y la urbana son mucho más parecidas de lo que algunos creen o imaginan. Enfrentar una industria como la del cine con un sector estratégico como el primario, no se le ocurre a nadie con buenas intenciones. El vicepresidente de Castilla y León ha dado ya muchas muestras de no ser bienintencionado. Almodóvar no lo tuvo difícil para llamar su atención en la clausura de la gala del cine. La enorme reivindicación en esa gala, creo que como nunca, de que el cine español es cine y español, debe responder también a ese intento de enfrentamiento. Estadísticamente en nuestro país hay muchos más señoritos propietarios rurales que cineastas. Y se llevan calentitas buenas ayudas de una PAC configurada en un momento en el que España, por su situación política, no contaba para nada fuera de nuestras fronteras. En aquel momento, años 50, lo que abundaba en el campo español eran jornaleros agrícolas no propietarios que empezaban a emigrar a las ciudades o al extranjero… ¡Señoritos!


Uno de los buques insignia de la derecha mediática titulaba esta misma semana, con alarma, sobre lo que va a quedar del perfil costero actual de España con la subida del nivel del mar prevista por el calentamiento global. La misma semana en la que Abascal y Núñez F se han apuntado al negacionismo climático usando el mismo término: Dogmatismo ambiental. No hay que ocultar que hay una minoría de científicos- puede que el primo de Rajoy esté entre ellos- que niegan la emergencia climática. Alguien anda descolocado. No excluyo que pueda ser yo mismo.

domingo, 4 de febrero de 2024

Más esferas

 

Sin acabar la cuesta de enero nos hemos encontrado con un término descriptivo de buena parte del ambiente que nos rodea desde hace meses/años. Ahora que se pueden encontrar partidarios del terraplanismo a poco que se hurgue, ha sido interpretado como escandaloso uno de los últimos conceptos surgidos de la factoría monclovita. Pero la fachosfera, tiene ya tanta entidad, se discuta o no, como la Litosfera, la Hidrosfera y la Estratosfera. Es como lo del pato. Si parece un pato y camina como un pato y se expresa como un pato, es muy probable que sea un pato. No ocurre en exclusiva en España. Es una tendencia mundial. El antiguo conservadurismo democrático empieza a parecer pato/oca.  

A los que en Moncloa se dediquen a revisar lo que se publique en redes se lo vuelvo a decir. Con toda humildad. Quizá no lo vieron la primera vez que lo indiqué. No sé si ahora es la segunda o la tercera. A los trabucaires de Puigdemont ya, ni agua ni sal. Una moción de confianza y que se retraten. Hay suficiente abono en el terreno. No solo en ERC y PNV… En el interior de Junts se ha visto lo que se ha visto. Mejor no distraerse con los de enfrente, que tienen montada la zambomba caiga quien caiga y con toda la fachosfera detrás.

Sin embargo, mi noticia semanal viene de Francia. No estoy seguro de si conocí personalmente a la señora Royal, Ségolène, en un acto académico, pero mi instituto y yo mismo coordinamos dos proyectos europeos Comenius, años 1996-98 y 1999-2004 y en aquella asociación estaba un liceo francés de la región del Poitou-Charentes que llegó a presidir la señora Royal, Ségolène. Y por alguno de sus distritos fue diputada nacional. Daba muy bien la imagen de lo que los vecinos denominaban gauche caviar y después no tuvo mucho éxito en sus aspiraciones políticas. Saltar del municipio y/o la región al gobierno del estado no es fácil. Ni allí ni aquí. Desde Anguita a Hormaechea, quién sabe si entrará en el elenco el propio Núñez Feijóo, hay un repertorio transversal de profetas en su tierra que se estrellan al escalar posiciones.

El caso es que la señora Royal Ségolène, que ya tiene una edad, ha cometido un error de adolescente y se ha metido con nuestros tomates. Y yo sé que hay tomates que no saben a nada y que seguramente vulneran disposiciones europeas pero no tienen que ser necesariamente españoles. Nuestros supermercados están llenos de tomates holandeses que no saben a nada y de patatas francesas con trozos congelados. Por no hablar de la leche. La política agraria común no se va arreglar ni con una vuelta ni con  dos. Garantizar la producción autónoma de alimentos a escala europea es un fin estratégico y cuesta mucho dinero –que muchas veces sirve para pagar a terratenientes multimillonarios- pero lo que menos le conviene a la PAC es la demagogia y el ultranacionalismo. Por ahí no hay salida. Puede parecer que te arregla lo de hoy- ahí están ahora mismo en Francia- pero te deja herido de muerte para mañana y pasado. ¡Ah!, Pedro, después de decir barbaridades en una tele, aunque sea con unas perlas al cuello o en las orejas, lo que no se merece Royal, Ségolène, es una invitación. Que se coma en su casa los tomates que prefiera.

Y un adelanto de lo que sectores de la fachosfera pueden estar preparando para cuando suba el precio del tabaco. Recuerdo muy bien a aquel gran vicepresidente económico del gobierno español que se llama casi como yo, RR. Pues también  Rodrigo Rato subió el precio del tabaco de una manera muy apreciable. Y lo recuerdo muy bien porque me resultó una ayuda inestimable para dejarlo. Muchos años ya de ex fumador. Gracias, RR. Los próximos que se apunten con Mónica García, bienvenidos. Una transversalidad genial.

Y todo lo anterior, de la fachosfera al tabaco pasando por los tomates, es un cero a la izquierda si lo comparamos con la cifra escandalosa que ha aportado CEAR esta misma semana: Los miles de muertos que procura  la política migratoria europea. Mucho más urgente que la reforma de la PAC es la reforma de una política necrófila.