Un santo italiano de la época del Renacimiento y la Contrarreforma tiene en dos ciudades españolas significados diversos. Por estricto orden cronológico el San Felipe Neri de Cádiz, el oratorio de San Felipe, se relaciona nada menos que con la discusión y aprobación de la primera Constitución española, la de 1812. En un territorio ocupado por las tropas de Napoleón, la ciudad andaluza era uno de los pocos enclaves libres de aquella presencia, aunque estaban cerca pues dice la copla que llegaban las bombas francesas para que las gaditanas se hicieran tirabuzones… Muchos diputados de aquellas Cortes llegaron por vía marítima, representando a las avanzadas burguesías liberales de los puertos y elaboraron una Constitución demasiado liberal para la mayoría de la sociedad española, rural, atrasada y muy ligada a una Iglesia retrógrada. Así vino después lo que vino con Fernando VII pasando la obra de Cádiz por su real arco de triunfo en 1814 y en 1823.
Eso ha debido llevar a Cádiz a Núñez Feijóo esta semana. Reclamarse hijo de aquellos avanzados liberales es una impostura inaguantable. Pero celebrar el bicentenario de la llegada de los 100.000 hijos de San Luis –ganas dan de llamarlos otra cosa- que repusieron a Fernando en su querido absolutismo, puede casar mucho mejor con las posturas de buena parte de los conservadores españoles del siglo XXI. También hay otra posibilidad. La festividad de San Felipe Neri es celebrada por la Iglesia católica el 26 de mayo. Este año es viernes y es el último día de la campaña electoral para las municipales y para doce parlamentos autonómicos. ¿Se ha podido encomendar Núñez F a San Felipe para que no le vaya muy mal en el intento? No tengo razones para excluirlo.
He pasado varias veces por algunos lugares de la provincia de Cádiz pero en la capital solo he estado una vez y no visité el oratorio de San Felipe. Me lo voy a apuntar a ver si me da tiempo con tantas visitas pendientes. Sin embargo, en Barcelona, ciudad en la que he vivido una etapa larga de mi vida, la iglesia de San Felipe Neri, la plaza, a escasos metros de la catedral, en mitad de la vieja judería, el Call, tiene otros recuerdos. Llegué a esa plaza en mi primer viaje a Barcelona, cuando no tenía idea de que me afincaría allí tres años más tarde. Era junio de 1967 y se estaba desarrollando el tercer episodio bélico entre Israel y sus vecinos musulmanes…Vagando por el casco antiguo me encontré la plaza de San Felipe sin querer, sin buscarla, sin tener ni idea de su existencia. Para un adolescente provinciano aturdido por muchas cosas de las que había visto en Barcelona, aquella plaza significó un remanso de paz y tranquilidad. No se oía ningún ruido de tráfico. Solo el chorro de la fuente como si la ciudad fuese un pequeño y tranquilo pueblecillo.
No me resulta posible calcular cuántas veces he pisado esa plaza. Centenares. Cuando vivía allí y en casi todas las ocasiones en las que he vuelto. La plaza sigue siendo un lugar de memoria, con las heridas físicas que recuerdan el bombardeo que la aviación fascista de Mussolini efectuó el 30 de enero de 1938, mañana hace 85 años, y que provocó la muerte de decenas de niños de un colegio que había allí. Sigue habiendo un colegio allí y la plaza es su patio de recreo. No sé si Núñez F. contempla la posibilidad de visitarlo. En las vísperas de San José, por tanto antes de las elecciones de mayo, se va a cumplir el mismo aniversario de otro bombardeo más mortífero aún, que la misma aviación fascista, con base en Mallorca, efectuó sobre la capital catalana. Julia, la madre de los hermanos Goytisolo fue una de las casi mil víctimas. Una madre que sale de casa y no vuelve. Unos niños que van al colegio y no vuelven a sus casas.
Muchas razones para el antibelicismo pero la Historia enseña más cosas. La ministra Belarra no está de acuerdo con mandar armamento avanzado a Ucrania. ¿Fue a clase el día que comentaron lo de Munich en 1938? Barcelona resistió hasta enero del 39 ¿Lo de la No Intervención en la guerra de España, le resulta comprensible? ¿Quién bombardeó Barcelona y Madrid y Santander y Durango… y Gernika? Seguramente Putin está interesado en la propuesta de Belarra sea cual sea. Yo no la conozco.