domingo, 16 de octubre de 2022

¿Nos quitamos la venda?

 

Ocurren cosas por el amplio planeta que habitamos que nos van llamando la atención. A veces son tan parecidas que resulta extraño que no reparemos en lo parecidas que son. Tenemos, ahora mismo y aquí, un Poder judicial tan rebelde que ni se ha dignado despedir al que fuera su dirigente supremo en este periodo extra de casi cuatro años, en que sus señorías se han atornillado a sus sillones. Podría parecer que es una originalidad, pero si miramos un poco más allá, si recordamos lo que le ocurrió al hoy candidato Lula en Brasil, o los trapicheos del anterior presidente Trump… Polonia y Hungría más cerca, nada de eso se entiende sin poderes judiciales que se quitaron la venda hace tiempo.

Faltan pocos días para el centenario de la marcha sobre Roma que llevó al poder al fascismo con la connivencia del rey. Ahora el fascismo regresa a Italia por la vía electoral. La sesión de apertura parlamentaria, presidida por una anciana que consiguió sobrevivir al campo de Auschwitz para pasarle el testigo a un heredero directo de Mussolini, es mucho más que una broma histórica pesada. En el verano del 78 fui dos veces a Italia. La primera en agosto, de vacaciones. Todavía tapizaban muchas paredes los carteles electorales con la imagen de Sandro Pertini que acababa de alcanzar la presidencia de la República. Aquel simpático señor que saltaba en la final del Mundial de fútbol que se celebró en España en 1982… Y que tenía un historial muy completo de lucha antifascista a sus espaldas, incluidos años de cárcel y una condena a muerte, exilio…

Volví a finales de septiembre por razones laborales. La empresa en la que trabajaba tenía su casa matriz en Turín y la crisis afectaba a la madre y a las hijas. Allí estaban en pleno debate sobre la escala móvil salarial y la mejor manera de combatir la inflación -sí, hace 44 años ese era el debate también- El plan del ministro de Hacienda, Pandolfi, fue apoyado por sectores del PCI y de la CGIL y llevó al primer gran cisma en ese mundo peculiar del comunismo italiano de posguerra. Berlinguer no pudo evitar que más de 20.000 afiliados al PCI se deshicieran de sus carnets. Toda la teoría del eurocomunismo pudo quedar tocada aunque no hundida… 44 años son media vida larga de cada individuo pero, aunque no se pueda afirmar con rotundidad en un espacio necesariamente corto como este, la duda cabe ¿De aquellos polvos estos lodos?

Aquí y ahora parece que no hay manera de sacarle al PP con claridad cuál es su propuesta de adecuación de las pensiones al IPC. Si les diera por decir lo que realmente piensan y quieren hacer, podrían perder millones de votos. La pensión media española no está para muchas alegrías ideológicas. Votar a un partido que te diga que no te va a actualizar la pensión, cuando cobras menos de 1.000 € al mes, solo quedaría como opción para muy forofos. Recordar a Fátima Báñez insistiendo con sus subidas del 0,25% en que las pensiones no perdían poder adquisitivo puede tener efecto vacuna.

Para el neofascismo tan necesaria como la contaminación del poder judicial es hacer de la mentira su bandera. Las últimas horas han dejado ver cómo se emplea el embuste sin ningún pudor. La kamikaze presidenta madrileña, y la voz –poco afortunada- del amo que tiene detrás, no se despeina diciendo que Bruselas congela fondos a España por incumplimientos del gobierno y bla, blu, bla. Lo recogen los medios afines y se desata una jugada envolvente como en los mejores goles de la historia del fútbol.

No tengo claro todavía si el último informe estadístico que predice el perfil de la sociedad española para dentro de 15 años, cuando mis nietos ya sean mayores de edad y yo es muy probable que no lo vea, me ha dejado más preocupado de lo que ya estaba. A los náufragos, avistar una isla pequeña y sin recursos, parece que les da un gran alivio. Saber que dentro de quince años seremos más viejos y más solitarios, probablemente más pobres, pero que todavía no nos habremos hundido totalmente, como se lleva prediciendo desde hace al menos seis años, es un mensaje esperanzador ¿No?

Foto: Composición propia con archivos de wikipedia. Mussolini en Plaza Venecia y Pertini en el funeral de Enrico Berlinguer

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