domingo, 2 de octubre de 2022

Impuestos y...¿salud mental?


Si al invierno no se lo come el lobo, como nos enseñaron desde pequeños, parece que al veranillo de San Miguel tampoco. Ayer, sábado 1 de octubre, en mi playa favorita y solo de toda soledad, con mis docenas de años a la espalda, me sumergí en el Cantábrico tan felizmente. Y hoy lo he vuelto a hacer. La temperatura del agua es muy aceptable y a partir de ahí, los regocijos fiscales que se traen por el continente, de Londres a Sevilla pasando por Madrid, como las penas, que con pan son menores. Además del tema fiscal, que también, no consigo quitarme del pensamiento la dimensión europea del avance y normalización del neofascismo. No sé si estamos ante un nuevo eje, que ahora no pasa por Berlín, pero ahí están Estocolmo, Varsovia, Budapest y  Roma.

Durante lustros las políticas de la Unión, moderadas y neoliberales en lo económico, se han basado en una mayoría parlamentaria de democristianos y socialdemócratas. No me atrevo a calcular lo que puede ocurrir si después de las próximas elecciones al Parlamento Europeo –mayo de 2024, inmediatamente después de la presidencia española de la Unión-  los democristianos “normalizan” sus relaciones con el neofascismo y se construye una nueva mayoría en ese Parlamento con la derecha civilizada abrazada a los ultras. Empezó Aznar apadrinando a Berlusconi… ahora Berlusconi es una momia pero Meloni ha ganado. Hoy se juega la revancha en Brasil. Qué temporada electoral llevamos. Y lo que nos queda.

Tampoco parece moco de pavo en el terreno de los regocijos fiscales lo que deben sentir los contribuyentes del norte del continente. Su  cabreo con las alegrías fiscales de Madrid o Andalucía, y las que vengan, se deben medir en dimensiones poco humanas. Obtener fondos europeos como nunca antes debido a la pandemia y utilizar una parte en bajar la carga fiscal a quien no lo necesita... No era creíble el desmadre griego hasta que pasó lo que pasó. Yo mismo tuve que leerlo en una novela de Markaris para creer que allí seguían sin un catastro de la propiedad… Y en estas reapareció M. Rajoy hablando del peronismo. O vigilan a ese señor, al que le parece que lo de los ricos y los pobres ya no se estila, o cualquier día le da por hablar del franquismo, o de lo suyo.

Menos mal que en la semana ha habido algo más que noticias fiscales. Una amiga me ha invitado a un acto que me ha hecho ilusión. Ella ha pensado en mí como potencial mentor de un programa de ayuda a niños y adolescentes con trastornos mentales. En la presentación del programa, en el Hospital Universitario M. de Valdecilla, me entero y me sacude un escalofrío, de que el 20% de nuestros adolescentes están en ese campo. Y que los suicidios en esa franja de edad hace mucho tiempo que dejaron de ser anecdóticos. Muchas razones para colaborar. Tantas o más que las que existen para no rebajar impuestos mientras no se aseguren los servicios sociales que procuran dichos impuestos

Foto: Colegio Oficial de Médicos de Cantabria

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