domingo, 5 de junio de 2022

De diez en diez

 

La semana se me ha fijado en aniversarios redondos. Un incidente con una unidad militar, con su mando, en Cuelgamuros me ha recordado otro ocurrido hace ahora cincuenta años, durante mi servicio militar obligatorio. Parece que ya hace sesenta que Jagger y sus socios dan saltos sobre los escenarios y es prodigioso que sigan dando saltos a su edad. Lo de la reina Isabel II de los británicos de todo el planeta, es aún más prodigioso. Diez años más que los Rolling aunque nunca ha dado tantos saltos. Si nos acercásemos más, en junio del año 82, seguramente lo relevante era el conflicto en las Malvinas y un Mundial de fútbol que iba a rodar en España. No sigo. Siempre se puede jugar a ver qué ocurría hace un número redondo de años.

Cuelgamuros, a estas alturas, podía tener un significado para todos y todas los ciudadanos/as y hay quien se empeña en que siga siendo una reliquia de los más forofos de un costado. Allá ellos con sus peligrosas inclinaciones. No parece que los partidarios de que España sea de todos podamos llegar a alcanzar mayorías relevantes. Pero aprovechar el mando de una unidad militar para hacer que tus subordinados te acompañen en un determinado ritual…Lo siento. No es de ser buena gente. Nunca se debería aprovechar el mando, civil o militar, para obligar a realizar determinados actos si no se cuenta con la voluntad expresa de los implicados. También en esto solo sí es sí.

En Gamarra, Álava, CIR número 11 si no recuerdo mal, hace cincuenta años encontramos una solución de compromiso para que los domingos quienes no practicaban la religión católica no tuvieran que ir a misa. La solución podía ser criticada desde el mundo de hoy, tan crecido en laicismo. No constaba por escrito en ninguna parte que asistir a la misa dominical fuera obligatorio pero era una práctica muy difícil de eludir. En mi compañía, la 53 del 5º batallón -cosas de esas que no se olvidan- pactamos con un cabo primero, los oficiales no se metían en esas menudencias, un genuino disimulo. Quienes no queríamos asistir obligados a la misa, simulábamos estar con algún servicio que nos lo impedía y que duraba exactamente el mismo tiempo que los demás estaban acompañando al capellán castrense. Era un tipo de consenso. ¿Criticable? A aquel jefe del Estado todavía le quedaba cuerda…

Del jubileo de la reina británica lo llamativo es la celebración en sí misma. Dice la Wiki que a los setenta se celebra el titanio, ni platino ni brillantes, pero lo llamativo de verdad, en visión de un jubilado más joven que el Príncipe de Gales, es que el mencionado todavía no haya empezado a fichar, a cotizar… ¿Qué vida laboral le aguarda? Necesariamente breve.

 

Y Jagger y los suyos. Envidiable. Punto. Mi pandilla de adolescentes, ocho nativos, se veía aumentada en verano con tres incorporaciones: Dos madrileños y uno de Valladolid. Uno de los madrileños tenía madre británica y así lo atestiguaba su segundo apellido, Stephen. En el verano de 1966 Fernando ya tenía el LP Paint it Black y lo escuchábamos prácticamente a diario. Los ocho de aquí no sabíamos inglés. En nuestro colegio solo se estudiaba francés… pero aquel verano algo aprendimos. Y en la disputa con los Beatles, nivel Real Madrid/Barça, aquel disco creo que me empujó para siempre con los Stones.

 

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