domingo, 27 de febrero de 2022

2022: Pasión en Carnaval

 

En Ucrania hay guerra, dijera Aznar lo que dijo. No sé quién pudo hacer que esta vez me dijera yo mismo que se podía creer al alto mando de la FAES. A Hitler y a Mussolini no se les supo detener a tiempo. Ni en Abisinia, ni en España, ni en Checoslovaquia. Todavía no ha pasado un siglo. La factura final de la Segunda Guerra Mundial, en millones de víctimas, tuvo que ver con esa falta de contención a tiempo. La mayor parte de esa factura la pagó Rusia. No es fácil contener a un chiflado con armamento nuclear ni exhibir músculo militar en esas condiciones, pero las sanciones tienen un efecto muy limitado frente a la autocracia. “Putin es el demonio”, dijo un joven ucraniano en la concentración del jueves contra la invasión en la Plaza del Ayuntamiento de Santander. Y un ángel no es.

Dos días más tarde, ayer, la concentración fue más numerosa. Equivoqué el lugar de la cita y llegué tarde. Me pareció que dicha concentración estaba escindida. Me fui hacia los ucranianos en la acera de Correos. La madre de un antiguo alumno llevaba la voz cantante con el micro en la mano. Quieren que la OTAN les ayude. No sé cuántos, en la otra acera, pensaban que tanto monta, en este caso, Putin como la OTAN. (*) Tenemos experiencias recientes, sin salir de nuestro país, de intentos de equívoco entre agresores y agredidos, entre víctimas y victimarios. Ucrania no ha invadido Rusia. Rusia ha invadido Ucrania. Todo lo demás en como la nata en las fresas. Puedes añadirla o no. Y de la guerra de aquí, de la que reconocía Aznar, pues de domingo a domingo, cielito lindo, te vengo a ver. Hoy es domingo…

De miércoles a miércoles no sé si existe canción, pero ese ha sido el tiempo en el que el principal partido de la oposición en España ha sido demolido. El 16, el tándem Pablo/Teodoro lanzó una ofensiva sobre Díaz Ayuso, que pudo parecer que era la campaña de la primavera de 1940 pero ha resultado una revisión de las Ardenas. El 23, Casado se pegó otra vuelta de rosca afirmando en el Congreso que su guía ha sido: “El respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros” Francamente, no. Ha habido decenas de miércoles de vergüenza ajena en el Congreso. Si Fraga es la Prehistoria de ese partido y Hernández Mancha una historia antigua y grotesca, Casado no sé cómo pasará a esa historia, pero difícilmente se le podrá recordar por una línea clara y firme.  Lo suyo ha sido de pura yenka. Hasta el final, si es que ya ha llegado el final. Y deja un PP entregado a VOX.

Y si ha llegado el final, la telita es muy fina. Nadie en el Partido Popular -salvo tres o cuatro, los apoyos del último día, lo único honorable- ha considerado importante saber si Díaz Ayuso y su hermano nos han timado a todos y, lo que puede ser más notable aún: Parece que el futuro del PP pasa por un político gallego que tiene en su álbum de fotos personal una genial: En el yate de su amigo el narcotraficante. ¿Esa es la esperanza de regeneración? Si Núñez Feijóo llega alguna vez a La Moncloa podría haber fariña para todos. Si no fuera por tanta atadura desarrollada durante una ya larga vida, pediría la ciudadanía portuguesa.

Un clásico, acabar la semana en local. El subsecretario del Ministerio de Transportes, ha pasado por aquí para intentar poner vaselina en el caos de las cercanías ferroviarias, pero tenía una carta en la manga y la ha soltado: Un nuevo trazado ferroviario entre Santander- Bilbao va a ser tan difícil, que hasta el estudio preliminar es casi imposible, como si no hubiera ya vías férreas y autopistas atravesando zonas urbanas de alta densidad y otras de notable complejidad física. Conocemos el territorio que habitamos al menos desde la enseñanza primaria, y no es necesario que vengan a explicárnoslo desde Madrid. Y de guinda final el tercer carril de la A67, de Polanco a Bezana, se da por hecho. Autopistas sí y ferrocarriles no: no parece que eso se relacione en positivo con un futuro de movilidad sostenible. Con tanto lío nacional e internacional no he escuchado ningún eco local/regional al baranda del Ministerio.

(*) ¿No a la guerra? | ctxt.es  No puedo explicarlo mejor que Alba Rico

lunes, 21 de febrero de 2022

Los Juglares y la guerra

 


No había estado en Madrid desde antes de la pandemia. El declive de la sexta ola y una invitación para acudir al teatro, han hecho que visite de nuevo la capital. Yo, por historia de vida personal, soy más de la otra metrópoli española, pero Madrid vale una obra de teatro, tanto o más que la misa de París. Lo peor es que los Juglares, supongo que ya no les importa que se les traduzca, ya no son lo que eran. No hablo de su buen trabajo en el escenario, que ahí sigue. Hablo de su línea de ruptura con el poder. Debuté como espectador de su obra antes de la muerte del dictador. Su Serrallonga, cuando no llevaba mucho tiempo en Barcelona, me hizo acercarme a alguno de los referentes de aquella tierra. Irreverentes con la dictadura, con los poderes de la Transición, la Torna, Ubú, Teledeum… No he visto esa frescura ni ese afán de agredir al poder en Aristófanes. Desde luego, actuando en un teatro de la Comunidad de Madrid, ni la más mínima alusión a su presidenta y solo una, muy chabacana, al actual inquilino de la Moncloa. Pena, penita, pena.

Y la guerra no era en Ucrania.  Por primera vez en mi vida, la afirmación me hace estar de acuerdo con Aznar. Y la importancia de la familia. Deberé vigilarme, pero otra vez de acuerdo con todos los contendientes. Para mí, también es lo más importante. Pero mi familia cercana es en castellano. Después, está la famiglia. Un periodista de referencia para mí, Oscar Allende, afirma que aquí todos somos primos. En otros lugares o lo son o se lo hacen. Hacer el primo, es un bonito giro de nuestra lengua. Hay una versión moderna, pagafantas, que también ha salido estos días, pero a mí me gusta la versión clásica. Tengo una edad.

El resultado del partido, de la guerra civil interna del PP, todavía es incierto. En tres días todo parece haber estallado. El hooliganismo de todos los colores ya ha anunciado el marcador final. Pero las cabeceras de la prensa amiga no son unánimes. Y puede quedar todavía alguna actuación judicial aunque casi nadie la  espere ya. Pese a que de lo que se habla, nadie debería olvidarlo, es del despilfarro de dinero público para llenar la cartera de un familiar directo. El desprestigio de la POLITICA, en general, solo favorece a los carroñeros. Incluso haciendo esfuerzos, no hay que  alegrarse y eso no quiere decir que actuaciones dignas del superagente 86 o del inspector Clouseau no nos hagan gracia. Sin olvidar a Mortadelo.

 Después, también hay que considerar que el PP es un partido con lazos especiales con el PC chino, establecidos por Cospedal. No me lo invento. La noticia, del día de Sant Jordi de 2013, sigue en la página oficial del partido. Así, los abrazos con los líderes amados, sugeridos por el diputado Casero, parece que inundaron las redes en la tarde-noche del jueves…Pero ha debido ser más grueso lo de ayer domingo ante la sede de la calle Génova. Aquella que iban a vender para olvidar el pasado… Como casi siempre, o llego tarde o demasiado pronto. Mi foto personal ante esa sede ni la reproduzco. Es del sábado a la hora del vermú y salvo un cámara de TV3, allí no había nadie. La mañana estaba fresca en la capital. El domingo salió el sol.

 Y casi nada más.  A Ucrania y las Cortes de Valladolid les ha salido una competencia en las primeras páginas que nadie esperaba tan pronto. Si la séptima ola de la pandemia se retrasa o no llega, los lanzadores de huesos de aceitunas, las dolorosas con experiencia en redes sociales de perros y los líderes de cartón piedra tendrán su espacio de relumbrón en las próximas semanas. Sin olvidar al guionista de lujo que cuando se aburra de la política tendrá hueco en la plantilla de Netflix. ¡Ay MAR, qué malote eres!

 

 

sábado, 12 de febrero de 2022

Redobles de tambor

 

Hay semanas que pueden parecer años, pasan muchas cosas y lo difícil es ajustar qué nos ha llamado más la atención. Curados de espantos diversos, instalados en la mentira como forma de relación habitual entre representantes y representados, con matices, unos más que otros; que sí, que no son todos iguales. Hay esa especie de redobles de tambor que podrían incluir el circense más-difícil-todavía-con-un pie-solo, o sin dientes.

Primer acto. Uno de los últimos líos indescifrables del Ayuntamiento de Santander ha sido la pérdida de fondos europeos por valor de más de cien millones de las antiguas pesetas, que lo dices en euros y abulta menos, para mejorar la digitalización municipal que buena falta hace. Pongamos que alguien, un funcionario? Un concejal? Una alcaldesa? ha accedido a la plataforma de solicitud y se ha dado por terminado el proceso en un momento en que todavía ese proceso no había terminado. O ha llegado la hora de salida o la del bocadillo de media mañana. Esa cantidad, de momento, está perdida porque no se ha solicitado al Ministerio correspondiente en tiempo y forma. Vale. Una desgracia, pero no es la noticia nacional en relación con los supuestos fallos informáticos.

Segundo acto. La alcaldesa, en una entrevista radiofónica aplica la táctica de los equipos ramplones, balones fuera: el tema es de un concejal de Ciudadanos. Ella y su grupo no tienen nada que ver. Jobar de los jobares.  Ella es la alcaldesa-presidenta del Ayuntamiento y todo lo que ocurre en él, bueno o malo, debe tener algo que ver con ella. Otro redoble de tambor que ni Oskar, el pequeño héroe de Günter Grass, sería capaz de sacarle a su tambor de hojalata.

Tercer acto. En la campaña de peregrinaciones a Bruselas del Partido Popular, que cuestan una pasta y no se sabe bien quién las paga, la última, quizás ya haya habido otra, van mucho por allí, ha sido de alcaldes populares de ciudades con algún interés, con alguna importancia y la nuestra no podía faltar. Una plaza gobernada por los mismos literalmente desde que entraron los nacionales, no podía dejar a la alcaldesa Igual atrás y ella se ha ido a Bruselas con los otros diez. Eso sí, prácticamente en secreto. Ni su agenda reflejaba ese viaje, ni el P.P. anunció Santander entre los Ayuntamientos representados en la fracasada peregrinación. Que no es ir a Lourdes, que ya se sabe que la Virgen no está para menudencias. A Bruselas van a decir lo mal que lo hace todo el mundo menos ellos, aunque acaben de perder seiscientos y pico mil euros por no solicitarlos en tiempo y forma.

¿Quién ha salvado a nuestra alcaldesa de no hacer el mayor ridículo de la semana? Pues un tal Roldán. Otro Roldán en nuestras vidas y también aragonés, como el otro. Y preside, nada menos, la patronal bancaria AEB, y estaba tan cabreado hace unos días, con todo el asunto del trato que la Banca está dando a sus clientes, especialmente a los que tienen canas si conservan cabello, tan, tan cabreado que lo suyo, en plan calamar, trató de ocultarlo con el tema de los otorrinos en su Teruel natal, que parece que hay pocos o ninguno. Vale, señor Roldán, lo de los OTRs de Teruel fatal, ¿y lo suyo?

Al día siguiente, mi banco me informó por escrito, eso sí, un correo electrónico, de todo lo que habían cambiado en 24 horas para satisfacer mejor a sus clientes, especialmente a los mayores. ¿Para qué semejante cabreo, señor Roldán? Lo que ocurrirá al final, la banca es así de fina, es que serán los impuestos de quienes pagamos impuestos los que acabarán dando servicio de banca en determinados lugares. El Estado acabará asumiendo gastos que le impedirán tener más otorrinos en Teruel. O cardiólogos en Cantabria, que cualquier día cuento algo que me afecta.

domingo, 6 de febrero de 2022

Cigüeñas y marmotas

 

    En la semana de las predicciones meteorológicas y ritos religiosos relacionados con el aumento de las horas de luz diurna en el hemisferio norte, nuestra Candelaria se enteró de la muerte de la marmota célebre de los últimos años, que se asusta si ve su sombra por la acción del sol y entonces interpretamos que el invierno todavía tiene una parte notable que no ha llegado y por eso la marmota se vuelve a su madriguera.

    Pero es que además, por San Blas –al día siguiente- ya no es noticia la aparición de la cigüeña. Por una simple razón: Ya hace años que las aves que traían a los niños de París cuando yo era pequeño, -en esta ciudad había un comercio de prestigio que se llamaba así, La cigüeña de París,- esas aves ya no necesitan irse a buscar alimentos a tierras más templadas porque se pueden ir arreglando con nuestros inviernos suavizados. La semana terminaba con la celebración de Santa Águeda, que tampoco puede ser lo que era porque las mujeres ya gobiernan. Menos de lo que podrían y deberían, en atención a su proporción en el conjunto de la población, pero gobiernan. Sin ir mucho más lejos, esta ciudad ya hace años que tiene alcaldesa.

    No puedo afirmar que lo haga mejor que sus antecesores en el cargo, todos hombres y del mismo equipo político. Y lo siento de verdad. Rige la ciudad en la que vivo y en la que nací. Cuanto mejor lo haga, mejor. Pero es necesario subrayar que son todos del mismo equipo. Ella y sus antecesores. Sin sacar los colores a nadie por contar el periodo entre 1937 y 1979, es decir, contando solo desde esa última fecha, el Ayuntamiento de la capital no ha tenido mudanza. El equipo de gobierno siempre ha sido del mismo color.

    No tiene nada de extraordinario que se les hayan agotado las ideas. Tener ideas frescas durante ochenta y cinco años, incluso durante cuarenta y tres, no puede ser fácil. Y así, pasa lo que pasa y la ciudad no está mejor, pierde oportunidades, perdemos fondos europeos por no solicitarlos en tiempo y forma; los servicios externalizados cada vez cuestan más y son menos eficientes; una parte del equipo de gobierno pierde votaciones y  por falta de costumbre -atención- demanda judicialmente al Ayuntamiento.  Dentro de poco esta ciudad puede ser un manifiesto contrario a cualquier teoría neoliberal. Como en qué-buen-vassallo-si-oviesse-buen señor –Mio Cid también es mío- si la oposición, si el conjunto de las oposiciones, se pudiera entender alguna vez… Aunque solo fuera para abrir ventanas y levantar alfombras…

    Bueno, en esa semana de Candelaria, San Blas y su cigüeña y Santa Águeda también el marco de la España plural ha habido verbena sonada. La nueva legislación laboral está/estará en vigor por una bonita carambola de más de una banda. Como en el asunto de la luna y el dedo, ahora nos pasaremos semanas tratando de aclarar si los agentes sociales, Patronal y Centrales Sindicales, CEOE, CCOO y UGT tienen algo que ver con la soberanía o si los representantes de la soberanía son extraterrestres. Y también lo de las imágenes que cotizan por cientos o miles de palabras: Quienes votaron no y pusieron cara de susto en los segundos en que creyeron haber ganado, que en el fondo, era perder y lo sabían.

    Los señoritos jugando con las cosas de comer los demás, la mayoría. Ya pasó en Gran Bretaña hace casi seis años y todavía no se les ha pasado el susto. Votaron a favor del Brexit y al día siguiente las televisiones entrevistaron a miles de arrepentidos. Los tiquismiquis y las purezas virginales, me aburren soberanamente. Sumar, hacer mayorías, es difícil de entender que no se entienda. ¿Todavía hay quien pueda ignorar quiénes son los ganadores si gana la inestabilidad, la de aquí, la de Ucrania y la de Taiwán?