Hice una afirmación la semana pasada
que debo rectificar. O no. Maroto no
se equivocó de guión en el Senado el martes 16. Quienes parece que se habían
estancado en páginas atrasadas eran el jefe y la jefa, en el Congreso, al día siguiente. Si mi firma estuviera bien cotizada, o cotizada a secas, esto
sería una afirmación peligrosa. A ver cómo andan sus señorías esta semana que
cabalga entre junio y julio. Lo que no es fácil para peatones comunes es creer lo
que dicen hoy, que es lo contrario de lo que se decía ayer, pero que además se
asegura que no, que es lo mismo. No hay emoticono que lo resuma. Hay citas,
parlamentarias y electorales-Galicia y Euskadi- a la vista para salir de dudas,
al menos hasta septiembre.
La feria de las vanidades que
despiertan los cambios de pareja política -alguien lo llamó geometría variable
con muy poco respeto para la geometría- hace ver que lo de los celos de vodevil
sobrepasa las comedias italianas y ahí Rufián,
su partido, pese a la proximidad geográfica, no consigue buena puntuación. Sin
embargo, como si alguien me hiciera caso, todo parece mejorado con el acuerdo entre
el gobierno, la CEOE y los dos grandes sindicatos.
La ministra Díaz es una revelación
en positivo para los que no conocíamos su estilo. Aunque es muy posible que el
vicepresidente Iglesias y los menos
integrados de su entorno no estén muy felices. En todo caso, recordando que las
batallas perdidas son las que no se dan, renunciar antes de empezar la carrera
a que las rentas más altas colaboren un poco más en la salida de lo que sea o
vaya a ser la situación en la que nos encontremos a la vuelta del verano…no
parece un rasgo de valentía de este gobierno. Al completo.
No es fácil. El presidente de los
empresarios, Garamendi, protagoniza espantadas del calibre de Rufián.
Ha dicho, sobre el teletrabajo, que se puede hacer desde tantos sitios… como ya
se hacía antes, especialmente en telefonía. Desde Tánger o Tetuán o desde Lima
o Santo Domingo. Muy bien señor patrón, si esos sueldos, más bajos, se quedan
en esos países, ¿quién va a comprar aquí lo que quiera que usted venda? En
situaciones nuevas, la generosidad puede que no aparezca en la primera fila.
Hay que negociar mucho. El trabajador también mejora con el teletrabajo, en
conciliación y en ahorro de tiempo y
dinero en desplazamientos. Si después de negociar se llega a acuerdos, ¿qué
necesidad hay de dar mal ambiente desde el inicio, indicando los poderes que
todo el mundo sabe que tienen los que
más tienen?
La ciudad no es para mí, es una película de 1966. Con el respeto debido a todos los
paletos del mundo, a Martínez Soria
y al autor de la novela en la que se basó la película, nada menos que Lázaro
Carreter, la intervención del diputado regionalista Mazón, en el Congreso de los Diputados esta última semana, hizo que
me acordara de alguna de aquellas supuestas comedias que se hacían en teatro y
cine en nuestro país cuando ya la cultura pop había despegado en el resto de
occidente. Y Mazón no tiene perfil de paleto. No debe ser fácil conjugar su
curriculum técnico con la mirada de un-boina-calada… Nuestro regionalismo
político, que no baila muy mal en casa,-le van saliendo las cuentas- ¿A qué
quiere dedicarse en Madrid? Un tema menor, en la escala estatal, sirve para una
puesta en escena de vida o muerte… Con una prueba muy fácil de desmontar: Hay
temas que la Administración, en todos sus niveles, también en los que controla
el PRC, despacha de oficio. Lo saben todos los ciudadanos con reclamaciones
pendientes.