Faltan pocas horas para tu primer cumpleaños. Un día que
parece que será más famoso en el futuro por un accidente ferroviario que se va a producir. Todo el mundo habla del choque de trenes… pero no todo el
mundo tiene a su alcance tu sonrisa. Tus parloteos, ese conjunto de nimiedades
que manejan todos los niños del mundo pero que a los abuelos nos parece que son
riguroso estreno con nuestro primer nieto. Nieta en tu caso. Es muy grande para
meterlo en una página. Es un goce distinto al de ser padre. Tiene una lentitud
que multiplica el disfrute, lo que no nos pudimos permitir cuando fichábamos.
Por si alguna vez lees esto, te
acorto la tarea de hemeroteca. Tu primer aniversario debe situarse entre una
ley que puede aprobar hoy mismo el Parlament y lo que algunos llaman
abiertamente ajuste de cuentas entre los socialistas de Cantabria. También hay riesgos nucleares y otras catástrofes cotidianas pero hay que elegir relevancias. Del asunto
catalán casi paso. Me ha aburrido. Tengo posición, claro. Si tuviera la
vecindad administrativa que tuve entre 1970 y 1986, simplemente el domingo 1 de
octubre no estaría en Barcelona antes de las ocho de la tarde. No sería el
primer referéndum en el que me hubiera abstenido y dicen los amigos que
conservo allí que no es un referéndum.
Así lo dicen, L'1-O no hi anirem (perquè
no és un referèndum) El 1 de octubre no
iremos porque no es un referéndum. El president Màs también ha farfullado algo
sobre la participación. Es un riesgo no participar, claro. Pero participar para
votar no a la independencia es legitimar lo que está fuera de la ley… ya
sabemos que las leyes se pueden cambiar. Pero mientras no se cambien, se cumplen
o se carga con lo que venga…
Lo de los socialistas de Cantabria acaba de empezar. Lo que parecía
que iba a ser una remodelación del gobierno en cargos intermedios con poca
sintonía con cualquier idea de socialismo, se ha convertido en el cese de una
pieza de peso, la del consejero de Educación. Tengo pocas dudas sobre su
capacidad en el terreno puramente educativo. El añadido de Cultura y Deporte le
ha podido ir holgado y desde el final de la primera legislatura, hace diez
años, cuando solo era un director general, su talante negociador no ha sido una
característica destacada en su labor. Es difícil encontrar una fecha peor en
todo el año que la elegida para su cese.
El nuevo consejero, si acaba siendo Fernández Mañanes, va a empezar su etapa en un auténtico tobogán
que puede hacer de la calle Vargas una sucursal de un parque de atracciones. No
dudo de su capacidad política, seguramente la mayor de cuantos se sienten en la
mesa del consejo de gobierno en Peña Herbosa si exceptuamos al presidente Revilla, pero montar un equipo complejo
de decenas de personas con el curso empezado es misión poco menos que imposible.
El 31 de julio la entrada a este blog terminaba con un: “Esto continuará. Seguro” referido a lo
insostenible de mantener en altos cargos de los servicios sociales a personas
que han aplicado políticas con muy poca relación con lo que se puede considerar
progresista, una vez que la encargada del
área en la nueva ejecutiva mantenía posiciones públicas distintas. Y dos
semanas antes, y la publicidad de este blog debería estar más cotizada, también
escribí: “La dimisión del equipo de la consejería de
Educación, una vez que se ha demostrado que no cuentan con la confianza
mayoritaria de su propio partido, puede ser la única opción coherente.”
Dimitir a mitad de julio hubiera sido mucho más honesto que forzar
el cese a principios de septiembre. La conciencia de cada uno jugará su papel
frente al juicio público. Desear suerte a todos puede ser cándido, pero es mi
regalo de primer año de abuelez.
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